La codicia del amo - Manjiro x Male Reader -

CAPÍTULO TRES

⇢ ˗ˏˋ𝓑𝓲𝓮𝓷𝓿𝓮𝓷𝓲𝓭𝓸 ࿐

𝐿𝑜𝒶𝒹𝒾𝓃𝑔...

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: ̗̀➛Listo.

·•● 𝒩𝑜𝓉𝒶 ●•·

-𝐻𝒶𝒷𝓁𝒶𝓃𝒹𝑜-

𝒫𝑒𝓃𝓈𝒶𝓂𝒾𝑒𝓃𝓉𝑜

"𝐿𝓁𝒶𝓂𝒶𝒹𝒶"

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-Mamá, mira lo que hice para ti- Exclamé con entusiasmo, mi voz resonando en la habitación -

Mis ojos brillaban con destellos de alegría mientras le entregaba una tarjeta de navidad, obra de mis propias manos. Tuve tanto cuidado al colorear y decorar cada detalle, demore dias haciendolo, pero al ver como el rostro de mi madre se iluminaba al ver mi regalo, me hizo sentir que aquel tiempo valio la pena.

Senti su suave caricia en mis cabellos de su parte, un gesto lleno de ternura que hizo que mi corazon se llenara de felicidad.

Estaba ansioso, observando con anticipación cómo agarraba la tarjeta. Su risa suave llenó la habitación mientras abrías cuidadosamente la tarjeta, revelando un pequeño dibujo doblado en cuatro partes. Mis ojos se iluminaron aún más al ver su reacción. La simplicidad del dibujo se vio eclipsada por la expresión de alegría en su rostro. Saber que apreciaba cada trazo y detalle hizo que mi corazón diera saltos de felicidad.

En el dibujo estaba mi familia, mis padres, mis hermanos y yo, los seis juntos al lado de un arbol de navidad.

- ¡Oh, mi amor, es maravilloso!- Exclamó mi madre, abrazandome con cariño - Has hecho algo realmente especial para mí- Aquellas palabras contentaron mi corazon y me llenaron de felicidad. -

- Mamá, ___ vengan, ya estan las galletas - Mi hermana mayor Yuzuha nos llamaba, avisandonos que la galletas que habiamos hecho ya se encontraban listas -

- Ya decoramos algunas galletas - Comento emocionado Hakkai el cual con una timida sonrisa comia una de las galletas que habia agarrado en el descuido de nuestro padre -

- Vamos, cariño - Comentó con una dulce voz mi madre, extendiéndome la mano,y sin dudar me apresure a agarrar su calida mano -

Sin embargo, en ese preciso momento, una gran grieta se abrio en el suelo, sentia como el piso temblaba, mientras miraba como mi madre se alejaba de mi.

- ¡Mamá! ¡No me dejes! - Exclame con una voz temblorosa, mientras intentaba desesperadamente acercarme a ella, mire a mi alrededor y vi como aquella calida casa se desmoranaba, el lugar era opacado por una neblina negra -

Vi cómo mi madre, desde el otro lado, luchaba por acercarse a mí. Sus manos extendidas, desesperadas, pero finalmente, se rindió. Sabía lo que estaba sucediendo, pero me resistía a aceptarlo. Anhelaba la felicidad que alguna vez senti, deseaba volver a sentir esa caliz que nunca imaginé que la perderia. Mi madre se aferraba a mi padre en un abrazo, y sus rostros se volvían menos visibles con cada intento fallido. A mi lado, mis hermanos miraban la escena con ojos inexpresivos.

- Por favor... - Susurré con una voz temblorosa mientras cerraba los ojos -Solo un momento más, quiero que seamos una familia -

Al despertar, sacudido por los fríos vientos que se colaban por la ventana abierta, me encontré con la realidad. Mis ojos se posaron en una foto familiar, cuando mis padres aún se encontraban con vida. Recordé a mi hermano Taiju, radiante por haberse manifestado como alfa, y a mi madre, confiada en que mi destino sería similar.

La imagen congelada en la fotografía parecía burlarse de mis anhelos. Cerré los ojos, tratando de evocar la sensación de la unidad familiar, pero solo encontré el eco del silencio y la frialdad de la soledad.

Las horas se deslizaron como sombras en mi habitación, pero sin darme cuenta, me encontraba en la sala acompañado de Taiju,  el cual me enfrentaba con una mirada de molestia mientras compartía información sobre la misteriosa figura que me enviaba regalos. Su expresión reflejaba molestia al hablar de este alfa, un hombre mayor, una figura dominante que había decidido entrometerse en mi vida.

- Es un maldito alfa, son esos cochinos, es un viejo - Comento Taiju con furia mientras arrojaba una carpeta hacia mí. Con precaución, recogí la carpeta y decidi abrirlo -

La información estaba manchada y retorcida: un alfa dominante con más hijos de los que legalmente reconocía. Mis ojos se movieron a través de las páginas, descubriendo una red de relaciones complicadas y comprometedoras.

- H-hermano... acepto, creo que es lo mejor para mí - susurré esas palabras, y Taiju respondió con una sonrisa triunfante. Internamente, una tormenta de emociones se mezclaban dentro de mí. Quería gritar, quería escapar de este destino predestinado, anhelaba la libertad que siempre parecía esquivarme. Pero, ¿cómo expresar mis verdaderos sentimientos sin arriesgarme a la ira de mi hermano?

La sonrisa en el rostro de Taiju me hirió profundamente. Quería ser más que un simple peón en el juego de los alfas, más que una máquina de bebés destinada a cumplir un papel predefinido. Quería ser libre para elegir mi destino, pero cada palabra de resistencia se atascaba en mi garganta, temeroso de las posibles represalias.

- Es un tratamiento difícil, pero concedido - Comentó Taiju con una sonrisa retorcida mientras salía de la casa, dejándome sumido en una mezcla de desesperación y confusión. No podía permitirme ser manipulado, pero tampoco quería enfrentar la infertilidad ni sucumbir a la depresión -

Mis pensamientos caóticos nublaban mi mente cuando, de repente, el timbre de la casa sonó. Me dirigí hacia mi habitación en busca de paz, pero la persistente interrupción me llevó de regreso al umbral.

- Tú de nuevo... - Expresé con voz cargada de molestia. Sus ojos brillaban con una luz singular, y su sonrisa resplandecía, de verdad aquel chico tenia una sonrisa resplandeciente -

- ¡Hola! El señor de la tienda me mencionó mi error, lo siento, y por eso vengo aquí... - Comentó con una sonrisa radiante, riendo mientras se subía con facilidad al balcón. Retrocedí instintivamente al verlo acercarse - 

La cercanía del chico desencadenó una reacción en mi cuerpo, una extraña sensación ante sus sutiles feromonas. Aunque no eran intensas, un suave aroma de un alfa cualquiera me producía asco. Sin embargo, me desconcertaba como mi cuerpo se encontraba normal, pero me sentia a la vez raro.

¿Por qué él? 

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