Capitulo 2

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Mehmet era el príncipe favorito de Süleyman, no sólo por ser físicamente idéntico a él, si no porque era el primer hijo con la mujer que ama, por lo cual aquel joven era su todo

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Mehmet era el príncipe favorito de Süleyman, no sólo por ser físicamente idéntico a él, si no porque era el primer hijo con la mujer que ama, por lo cual aquel joven era su todo.

Por lo cual sin tener provincia se le era permitido tener concubinas y su propio harén, claro esta que no podía descendientes aún.

—Ella es la señorita Aya, es del mismo lugar que usted sultana - la voz de Sumbul resonó por la habitación —Nos contó que su madre tuvo diez hijos, así que ella podrá dar a luz a hijos sanos y fuertes.

—Mehmet se irá pronto, así que sigue entrenando a aquella joven y envía a esta hoy - Sumbul asintió y se acerco a Aya —Por cierto, envía a Zeynep al viejo palacio.

Aya era una hermosan joven de cabellos castaños y ojos gatunos, su rostro que demostraba inocencia no pasaba desapercibido, era hermosa, simplemente daba gusto verla, pero para Hürrem ninguna de ellas era la indicada, por más inocente que se vieran cualquiera podía ser un demonio.

Aya hatun antes llamada Dasha, hija de un famoso sacerdote ortodoxo, fue secuestrada por los tártaros y vendida como toda esclava al palacio de Topkapi.

Su vida había sido la mejor, era consentida por su familia y amada por sus amigos, pero al llegar a topkapi su vida había dado muchos giros.

Su único objetivo era ser una sultana, una sultana poderosa como Hürrem sultan, y esa era su única meta.



















Su único objetivo era ser una sultana, una sultana poderosa como Hürrem sultan, y esa era su única meta

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Danielle se recosto en el duro colchón mientras escuchaba las historias de las mujeres a su lado, eran puras fantasías y tonterías, soñaban con ser las mujeres del sultán o en su efecto ser mujeres de un príncipe, ella solo quería escapar, escapar...

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Danielle se recosto en el duro colchón mientras escuchaba las historias de las mujeres a su lado, eran puras fantasías y tonterías, soñaban con ser las mujeres del sultán o en su efecto ser mujeres de un príncipe, ella solo quería escapar, escapar y regresar con su familia.

—¿Y tú? - Danielle la miro — levántate y escucha, no seas una malcriada.

—Ustedes no me interesan.

—Puede deberías, una vez entras aquí jamás sales - Danielle rodó los ojos — Deberías de conquistar al príncipe, eres hermosa, si lo haces tal vez no duermas más en ese duro colchón.

—Ese hombre no me interesa.

—Deberías, el príncipe es el favorito de su majestad  y puede hacerte la muerte más poderosa, piénsalo bien.

—¿Por qué no lo haces tú?

—No soy físicamente hermosa como tú, es posible que la haseki ya te haya visto y le hayas gustado, así que si le serviría a alguien seria a ti.

—No me conoces, no soy lo que piensas.

—Si lo eres, tienes sed de venganza y poder -la mujer se acercó a ella, seguido la otra joven que estaba a su lado —Tienes esa mirada feroz, esa mirada que hará al mundo caer ante tus pies, así que deja de decir que no te interesa y métete en sus pensamientos y no salgas.

—Eres una tonta - Danielle dejó caer su cuerpo en el colchón, la mujer solto una risa y posiciono sus piernas al rededor de su cuerpo. —Aléjate.

—Soy Adalet y ella Mahfiruz, desde ahora no nos despegaremos de tu lado, así que piensa bien en lo que dije, el sehzade es guapo, poderoso y sabe lo que quiere, si te ve puede que le gustes y nos saques de este miserable puesto.

Danielle rodó sus ojos y los cerró para dormir, ambas chicas soltaron una risa y se acostaron en sus respectivos lugares.














Aquella noche Aya hatun fue con el príncipe, el sehzade la recibió con gusto, era hermosa de pies a cabezas y eso lo sabía el

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Aquella noche Aya hatun fue con el príncipe, el sehzade la recibió con gusto, era hermosa de pies a cabezas y eso lo sabía el.

Tal vez aquel día un monstruo nacería o tal vez no...







































































Tal vez aquel día un monstruo nacería o tal vez no

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Segundo capítulo listo, espero les guste.

𝐇𝐞𝐚𝐭𝐡𝐞𝐧𝐬 | 𝐒𝐞𝐡𝐳𝐚𝐝𝐞 𝐌𝐞𝐡𝐦𝐞𝐝 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora