-( 💌🌷✨☁️ )
ESTRANGULAMIENTO DE CUPIDO. . . !!
"My heart is so full of you
I can hardly call it my own."
-donde Scott McCall no nota el enamoramiento que una joven bruja tiene hacia él.
o
...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
02. CAPÍTULO DOS Luna!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ESA NOCHE LUNA SOÑÓ CON UNA BURBUJEANTE MEZCLA ROSADA; bajo fuego lento, rodeada de hierbas e ingredientes finamente cortados, despidiendo un olor parecido al de la crema esponjosa de vainilla y creando nubes humeantes que trazaban círculos hasta disiparse en el techo. La paciente guía de Juliette logró calmar los usuales nervios que Luna sentía al tener que realizar un proceso mágico, resultado de previa experiencia. Para cuando la joven McCall partió a su hogar ya entrada la noche con la pequeña botella de poción en sus manos, Luna no tuvo la energía suficiente como para dudar de su errática decisión. En cambio, se acostó junto a Petunia, la única de sus mascotas que aparentaba disposición de acurrucarse, y se dejó llevar por un pesado sopor.
El terror la embargó hasta el día siguiente.
Con el cabello hecho una maraña y pies descalzos, Luna echó carrera hacia el exterior. Bañada en sol y merodeando entre los árboles, comenzó a dejar que sus preocupaciones salieran en presencia de las madrugadoras aves que ya cantaban fuera de sus hogares. Hablar con animales siempre le había resultado más sencillo que hablar con personas.
Eventualmente, lo ignoró. El cocinar de su madre Jeannette puede tener ese efecto, junto con las distracciones que pudo encontrar en su almacén y el saber que Julie lo tendría bajo control. Después de todo, ella jamás haría nada que dañara a su hermano, eso lo sabía. Aún así, el tema nunca abandonó su mente. Para cuando volvió a oscurecer, Luna se encontraba arrinconada dentro de su almacén: había esparcido una cubierta de plástico por el suelo y pared para colocar un gran lienzo que solía encontrarse en blanco. Botes de pinturas abiertos, paletas, brochas y manchas adornaban su estancia de trabajo. El overol de mezclilla de Luna, víctima de todas las trazadas de la bruja, ahora relucía detalles marrones que se reflejaban en el retrato que había estado trabajando toda la tarde.
