Capitulo 48: Viejas Heridas

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Mientras transcurrían las cosas en el hospital Kick llegaba al ButGreen.inc donde Cristal ya le esperaba. Una vez que estaciona y baja del vehículo, Oliva, Héctor y su hija se acercan al joven.

―Buenos días Mr. Buttowski, bienvenido― le recibía Cristal con sus mayores detrás. Su tío y padre aún estaban en disgusto con el joven, les arrebató la empresa familiar, los humilló y les quitó casi todos sus ahorros, pero era obvio que no podrían quejarse al respecto, no si aún quieren seguir vivos por lo que ambos se limitaron a recibir cortés y respetuosamente a Kick.

El joven podría ver el disgusto en ambos adultos y como su moral estaba por los suelos. Por lo visto habían aprendido de sus errores y de cómo el abuso que hicieron por años se les fue regresado con creces.

Todo lo contrario a la joven Cristal, cada que ella miraba a Buttowski irradiaba una gran aura de felicidad. Este chico no solo había erradicado el mal que estuvieron haciendo sus mayores, también le dio la oportunidad de ser libre de decidir su futuro. Como cualquier hija de una familia con cierta fuerza económica, era posible que en el futuro se viera atada a un contrato matrimonial contra su voluntad.

Pero al obtener un mayor poder adquisitivo siendo la nueva gerente de la empresa, era como si Kick le hubiera regalado alas para que ella disfrutara de su libertad a voluntad propia. Esto le hacía muy feliz.

―Buenos días Cristal, Oliva, Héctor, es bueno ver que los tres ya están trabajando desde temprano― les comenta el menor mientras la joven le indica que le siga.

―Buenos días Mr. Buttowski, es un honor tenerlo con nosotros, como pidió ya tenemos todo listo, alquilamos un avión de fumigación, llegará dentro de poco― le comenta Oliva quien fue degradado de segundo gerente a administrador de maquinarias. Era el encargado de comprar o alquilar cualquier herramienta, repuesto o máquina que se necesitará para trabajar en la empresa.

Héctor por su parte fue asignado a ser el administrador del almacén de semillas. Aunque ambos mayores seguían con puestos importantes en la empresa, siempre estaban bajo vigilancia. Kick ordenó que si eran nuevamente atrapados abusando de los trabajadores por su poder, ambos serán pateados fuera de la empresa y les quitaría el treinta por ciento de las acciones que aún poseían los Espinosa.

Cualquiera pensaría que ambos solo tendrían que denunciar al joven antes las autoridades, ya sería más que suficiente para ponerlo en su lugar, pero para los mayores la cura sería peor que la enfermedad.

Realizar tal denuncia solo llevaría a una investigación donde ambos firmaron voluntariamente darle el sesenta por ciento de la empresa al joven y les dejaría con un grave caso de abuso hacia los empleados y muchas conexiones con bandas callejeras, por lo que serían acusados de crimen organizado, una condena de cincuenta años sería suave para ambos.

Aún más para Oliva quien tenía un pasado sumamente oscuro en México del cual había escapado, si por este incidente es deportado a su tierra natal, tendría que cumplir tres cadenas perpetuas por todos los crímenes que tiene en su registro.

Los mayores solo podían mantenerse callados y seguir órdenes, ya que una posible cura sería peor que la enfermedad, aunque su honor y moral fue bruscamente pisoteada y escupida, lo mejor era mantenerse en silencio y bajar la cabeza muy obedientes.

Al ver esto Kick comprende que ambos ya se arrepienten profundamente por todo lo que hicieron, si hubieran sido mejores personas no hubieran sido sometidos a tal castigo.

―Parece que tienen todo bajo control― comenta Clarence mientras caminan hasta las tierras que habían sido preparadas para sembrar ―¿Hicieron el trabajo que les pedí?― preguntaba el joven observando cómo los trabajadores terminaban de sembrar.

El Hijo De Las EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora