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Jungkook limpiaba sus manos con los restos de sangre de aquel alfa que había matado recientemente, Kim Jaemin específicamente, por secuestro y abuso sexual contra una menor de edad. La mayoría pensaba que era una persona mala, que mataba por diversión o rencor hacia alguna persona, pero no, el solo mataba por justicia. Ya sea por personas que roban, abusan, violan, secuestran etc.

Jamás había matado por diversión, siempre había algún crimen de por medio que hacían estas personas a las cuales el mataba. Lo que si había era odio, mucho odio hacía los que abusaban, porque la mayoría eran hombres.

Su mamá había sufrido de abuso por parte de su padre, no pudo hacer justicia ya que su padre se dio a la fuga y su madre había muerto en cuanto su papá le dio la última apuñalada en su estómago. Aún lo buscaba y en cuanto tuviera su localización lo mataría con sus manos, sin necesidad de un arma.

Al terminar de lavar sus manos tomó la pequeña toalla que estaba a su lado y seco sus manos, sin querer pensar mucho en el tema salió del baño viendo a Taehyung salir de cuarto. En cuanto el omega lo vio quiso regresarse a su habitación y encerrarse por otras veinticuatro horas más.

Pero lamentablemente no alcanzó.

- Taehyung, Taehyung, Taehyung. - Musito el alfa con desespero, simuló llorar y se tiró al suelo formando un puchero. - ¡Vuelve!

- No hagas berrinches Jeon, no volveré a dormir contigo.

- ¿Por qué no? Me da frío en las noches y sé que a ti también. - Taehyung siguió caminando por el pasillo sin mirar atrás y sin darle importancia a su berrinche. - ¡Le pediré a mis guardias que te encierren!

- Hazlo, ninguno se resiste a mí.

Taehyung suspiró mientras bajaba las escaleras, si bien pasaba frío en las noches cuando no dormía con el pero su orgullo le decía que pusiera más tapas con tal de no volver a es cama junto con Jeon.

Escuchó las pisadas de Jungkook bajando las escaleras y caminó más rápido hacía la cocina, no tenía ganas de hablar con él y menos que le hiciera otro berrinche para que volviera a dormir con él.

- Bebé no te escapes. - Jungkook entró a la cocina buscando a Taehyung con la mirada, al no verlo decidió salir por la puerta que daba con el patio y ahí lo vio de brazos cruzados y mirando hacía un punto fijo. - Taehyung.

- No volveré a dormir contigo, ya dije.

Se sentía un idiota ¿Por qué él tenía que rogarle a Taehyung? Si no quieres dormir con él está bien, no se iba a morir por no dormir con el omega.

- Bien, has lo que quieras. - Espetó.

Jungkook se adentró nuevamente a la casa dejándolo solo en el patio, en cuanto vio a una de las sirvientas pidió que le pusieran más tapas a la cama de Taehyung.

Lo conocía lo suficiente para saber que Taehyung no volvería a dormir con él por al menos un mes, su orgullo no lo dejaría.

- Me dieron al omega más orgulloso. - Comentó hacía Hyunjin, uno de sus guardias en la puerta.

- Ni me lo diga, el mío es peor. - Jungkook rio haciendo que Hyunjin también riera. - Felix puede durar hasta meses sin hablarme.

- Que mal. - Hyunjin asintió. - Si lo amas tienes que saber esperarlo.

- Me casé con él, supongo que es suficiente para saber cuánto lo amo. - Jungkook alzó sus cejas.

Hyunjin no tenía más de 23 años y estaba casado, él tenía casi 27 y no había caso que Taehyung fuera su novio. Al parecer le dieron al más terco y al más difícil, pero él así lo quería.

Sí, él lo quería.

¿ Taehyung también?

Lo descubriría.

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- Yeri ¿Me haces un té? Por favor. - La beta asintió con una sonrisa.

Yeri era una chica australiana que había sido rescatada por Jungkook, le pidió ayuda ya que sufría de acoso constantemente. El alfa le ayudó y le dio un trabajo, más un techo y comida.

Y hasta el día de hoy trabajaba para él, cumpliendo con lo que Jungkook le decía y siempre agradecida por todo lo que había hecho Jungkook por ella.

- ¿Como va con el señor Kim? He escuchado que pelearon, bueno, es lo que dicen mis compañeras. - Jungkook alzó sus cejas, no sabía que en su propia casa creaban chismes de él y Taehyung. - Si no quiere contarme no hay problema.

- Oh no, está bien, de vez en cuando hace bien desahogarse. - Yeri se sentó en frente de el a escucharlo. - Pues... Hace unos días tuvimos una misión y a Taehyung le tocaba encargarse, la chica hizo un comentario de que yo de seguro fallaba bien y cosas así. Taehyung le dijo que yo no estaría con alguien que hace cosas malas y yo le dije que él era el único omega con el que quería estar.

- ¿Qué tiene de malo eso?

- Sexualmente.

- Oh. - Jungkook asintió lentamente, Yeri suspiró sin saber si decirle o no, optó por decirle. - Jefe, lo que dijo lo hizo ver como un patán, yo sinceramente lo hubiera cacheteado.

- ¿En serio? ¿Tan mal sonó eso? - Yeri asintió. - En realidad lo que quería decir era que lo quiero solo a él, quiero estar solo con él.

- ¿Y por qué no dijo eso? Era mejor decir eso a que su culo es el más follable de todos y que prácticamente es su juguete sexual.

- Tienes razón.

- Claro que la tengo.

En cuanto el agua estuvo lista, Yei la sirvió en una taza y buscó el té.

- La caja está arriba. - Le dijo Jungkook.

Yeri alzó su vista y efectivamente estaba la caja, pero demasiado alto para su estatura. Aun así, intentó sacar la caja estirando su brazos y tocándola con la punta de sus dedos, sin embargo la caja cayó yendo en dirección a su cabeza.

Pero Jungkook fue más rápido y la sostuvo, quedando su rostro cerca con el de la chica, quien abrió sus ojos de par en par al tenerlo tan cerca, sintiendo sus piernas flaquear y respirar lento.

- ¿Interrumpo? - La voz de Taehyung hizo que se separaran, haciendo que Jungkook soltara la caja y aun así callera en la cabeza de la beta.

- ¿Estas bien?

- Claro que está bien, es una estúpida caja, ni que se fuera a romper la cabeza. - Jungkook lo miró con su rostro serio y recogió la caja para pasársela a Yeri.

- Gracias y lo siento.

- Esta bien, puedes subirme el té por favor. - La chica asintió.

Jungkook salió de la cocina pasando por el lado de Taehyung subiendo las escaleras sin prestarle atención y sin intenciones de explicarle nada.

Algo que sorprendió al omega.

Mafia boss || KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora