𝘼𝙙𝙡𝙚𝙮 𝘿𝙞𝙭𝙤𝙣 ese no siempre fue su nombre.
Verán cuando era apenas una niña de 6 años su padre a escondidas de su madre la intercambio por droga, claro que ella era muy pequeña para entenderlo pero cuando su padre no volvió nunca más por e...
Cuando desperté fui a buscar algunas bayas esperando no encontrarme con Carl pero cuando llegue ya estaba ahí sentado trazando líneas con su dedo en la tierra.
─── Bueno, creo que este lugar ya no es tan secreto.
─── ¿¡Adley!?.─── su expresión hizo que no pueda evitar sonreír
─── Sip, soy yo, al final mi hermano quizo quedarse algo raro en verdad pero Carol hace magia.─── el se levanto y me ofreció una baya
─── Gracias, justo venía a buscar algunas para desayunar.
─── Este lugar me recuerda a ti, supongo porque cuando me visitaste me diste una.─── me sonríe
─── Quizás...me quería disculpar.─── el me miró atento ─── por decir que morirás y que todos están muertos yo...solo los juzgue mal, lo siento.
─── Está bien, te entiendo y te perdono.
─── Gracias Carl.─── le di una última sonrisa antes de irme
Mis mejillas ya dolían por tanto sonreír, que estupidez, ¿Por qué las personas sonrien todo el rato? Dios, es horrendo.
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Después de unos días de dormir con mi hermano me obligó a volver con los demás y dejar de comer solo bayas, no tuve opción más que hacerle caso.
─── Oye Andrea ¿Donde esta mi hermano?.─── le pregunté y ella apuntó al granero
─── Toc Toc, ¿Que haces?.─── abrí la puerta y vi a mi hermano gritándole a un sujeto ─── Oh, ya vi.
─── ¡No! ¡Espera! ¡No me dejes!.─── grito el chico pero lo ignoré y espere afuera
─── Ve con Maggie pequeña.─── asentí corriendo hacia la casa
─── Hola Maggie.─── ella me sonrió triste sacando un plato del horno
─── Te guarde huevos revueltos, ahora te haré un té, espera.─── asenti agradeciendo
Podía oler algo dulce, cuando me dio la taza pude ver el líquido de un color rosa fuerte, había hervido las bayas.
─── Carl me contó que te encantaban, la pante cuando era pequeña, no pensé que siguiera viva.
─── Que amable de su parte.─── tome un sorbo y realmente estaba bueno
Comencé a comer los huevos y terminar todo el té, lave lo que use y salí a buscar un arma, quizas pueda cazar algo para comer todos, quizás un ciervo.
─── Hola Dale.─── el me miró con una ceja levantada
