Capítulo 5

206 10 5
                                    

COSTUMBRE.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.:: Capítulo 5 ::.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

Iba del brazo de su esposo; una inda sonrisa le iluminaba el rostro.

Todas las personas con las que se cruzaba, le comentaban que lucía radiante y verdaderamente hermosa aquella noche. Candy llevaba un vestido único en su diseño, regalo de aniversario de Neal, que se ajustaba a su cintura y después caía ampliamente por su cuerpo. Sus dorados cabellos sueltos caían grácilmente sobre sus hombros y espalda, dándole un aire menos infantil.

Sin embrago, el moreno la notó nerviosa, por lo que la atrajo a su cuerpo y le susurró al oído. . .

* ¿Pasa algo?. *

La rubia se sonrojó ante las sensaciones que en ella provocaba el aliento de su compañero chocando contra su oreja.

* N-no, es solo que. . . hacía tiempo que no asistía a una fiesta. *

La mujer se giró y rozó fugazmente sus labios con los de su marido; sorprendiéndolo gratamente con ese beso.

* ¿Quieres bailar?. *

Le preguntó Leagan, luciendo una gran sonrisa en su rostro, feliz por los mimos de su esposa.

Candy aceptó, caminando con él hacia la pista. Pronto comenzaron a deslizar los pies al ritmo de un waltz.

* Eres muy bueno para esto, Neal. *

* Tu también, amor. *

Ella bajó la mirada, apenada mientras una nerviosa sonrisa le adornaba el rostro.

* ¿Sa, sabes?, yo quiero decirte. . . *

La rubia tartamudeo un poco. Era claro que los nervios la estaban dominando. Pero sacudió ligeramente la cabeza y tomó el valor para decir lo que la tenía en ese estado, más alguien los interrumpió en ese momento. . .

* Neal, Candy !. . . ¡ qué bueno que hayan venido !. *

Elisa Leagan aparecía ante ellos, interrumpiendo su baile. La chica venía acompañada de un caballero ya de edad, quien al parecer estaba interesado en invertir en el banco de Chicago, del cual, Neal era el presidente.

* Será un placer hablar de negocios con usted, señor Roberts. * _El moreno sonrió forzado. Justo ahora que disfrutaba de un agradable momento con su esposa, este hombre venía de la nada y lo interrumpía._ * Lo siento, Candy, no demoraré mucho. *

* Oh, descuida hermano, yo le haré compañía. *

Neal torció la boca ante las palabras de Elisa; eso era lo que le preocupaba. Conocía muy bien a su hermana como para saber que ella era capaz de hacerle cualquier tipo de daño a Candy, aun a pesar de ser ahora su cuñada.

* No tardo. *

Susurró él, como tratando de tranquilizar a la rubia, pero también para advertirle a la castaña de no intentar nada.

Elisa fingió una sonrisa, sujetando la mano de la joven rubia para guiarla a otra habitación.

* Ven, Candy. . . quiero que veas a alguien. *

* ¿A quién, si se puede saber?. *

* Oh, una amistad que no ves hace mucho. *

Candy se preguntaba de quien podría tratarse. Quizás era Patty, después de todo, ella era amable con Elisa. Sí, podría decirse que eran amigas.

COSTUMBREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora