ONE SHOTS PICCONI

Luto entre dudas

Piccolo yacía en su casa pensativo desde hace ¿días? ¿semanas? no lo recordaba él mismo, más los guerreros Z se empezaron a preocupar por el namekiano al no dar señales de vida; normalmente este visitaba la casa del maestro Roshi o la Corporación Cápsula para saludar, incluso la casa de Goku para entrenar de vez en cuando, pero, cuando dejó de hacerlo, algunos temieron.

Piccolo se había comportado muy extraño desde su última gran pelea contra un enemigo formidable, Cell Max, por eso mismo muchos empezaron a hacer teorías a cerca de su desaparición; algunos pensaron que esa batalla lo dejó marcado por el miedo al brutal monstruo, otros en cambio pensaron que quizás se dedicó a entrenar solo para hacerse cada vez más fuerte y poder derrotar él mismo a los futuros enemigos que vengan, como si hubiera encontrado una nueva forma de entrenamiento secreta que no quería revelar.....pero toda hipótesis carecía de verdad en los pensamientos y sentimientos encontrados del namek.

El único que sospechó lo que realmente pasaba fue Gohan, puesto que es la persona que más lo conoce, así que, al ver como Piccolo dejó de festejar que él volviera a ganar una batalla (y es más, que volviera a entrenar dejando de lado un poco su agobiante trabajo) para dirigir una mirada atenta al hermano mayor de los Gammas supo que algo no estaba del todo bien; supo que estaba preocupado y no sabía sí debía o no acercarse para verificar que el androide más joven estuviera bien

Recordaba muy bien la situación: Piccolo acercándose y viendo como las cenizas de ese carismático androide se iban tras el aire, recordaba como consoló al Dr.Hedo y le dió las gracias por crearlo, pero sobretodo recordaba su expresión de tristeza, una expresión que pocos sabrían identificar puesto a su expresión seria de siempre.

Gohan decidió que ya había pasado mucho tiempo desde que su maestro había arañado el vidrio de su ventana pidiendo permiso para entrar y charlar, decidió que debía hacer algo y buscarlo para hablar, ya le había dado suficiente espacio para sobrepensar las cosas.

Si, sobrepensar las cosas, porque el que Piccolo quiera convencer a un enemigo de unirse a ellos y no matarlo, incluso de no pelear enserio, significa que pensó que el androide sería un gran aliado, pero ¿porqué? No es como si Piccolo antes lo hubiera hecho, lo máximo que hizo al respecto fue aceptar a Número 17 al equipo pero fue porque necesitaban su ayuda.....todo esto le daba una teoría muy alocada, puesto que no pensaba que algún día podría hacerse realidad.

Muy pensativo Gohan salió de su casa encontrándose un atardecer muy bonito con toques morados, tan bonito como la última vez que paseó con su familia olvidándose un poco de su trabajo, quiso seguir observándolo pero se apresuró a tomar vuelo hasta la casa de su maestro, más cuando llegó a su casa no encontró a nadie.

Extrañado buscó en todas las direcciones y pensó en posibles escenarios en donde podría haber ido, hasta que finalmente lo divisó a unos 40 metros en el aire viendo una montaña que tenía la parte superior destrozada, como sí un rayo lo hubiera golpeado; Gohan se aproximó a él lo suficiente como para ver sus orejas puntiagudas caídas junto a sus antenas, en señal de tristeza.

Gohan se quedó en silencio unos minutos hasta que finalmente lo comprendió, la historia de como todo se había originado le fue contada por Piccolo en una celebración por el triunfo de Gohan....la última vez que se vieron.

Con voz suave, para no alertarlo, le dijo "¿Se encuentra bien?" Vió como el namekiano levantaba sus orejas/antenas con sorpresa y volteaba a verlo, sintió como su ki se aumentaba ligeramente y sus ojos delataron un extraño tipo de esperanza pero, cuando vió que se trataba de Gohan, se apagaron rápidamente y preguntó "¿Gohan, hace cuánto estás ahí?....no sentí tu presencia"

-Eso es porque no está atento a su alrededor, sino a sus pensamientos....a su luto, señor Piccolo......y fue solo hace unos minutos - se acercó lentamente para decirle -¿Esta fue la montaña que.....que él..?- Piccolo asintió sin más, como queriendo ocultar en un segundo que se quedó horas mirando cada abolladura en la tierra gracias al androide.