2- Puñales saltando por los aires.

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Al día siguiente, poco a poco Rubén se fue adaptando a todas las raras normas que tenía ese internado. Era verdad que a las 23:00 p.m un señor entraba a revisar que estaban con los pijamas y les requisaba el móvil, para él tampoco era un castigo ya que, desde que se metió en el tema de las drogas, también se volvió adicto a su móvil para contactar con camellos o clientes y al estar alejado del móvil, también lo estaría de las drogas.

Lo que le estaba matando era no tener ningún tipo de pastilla que llevarse a la boca. Llevaba ya varios días sin tomar nada de droga y la abstinencia le estaba ahogando por segundos.

—Hola, el baño ya está libre. —La voz de su amigo le sacó de sus pensamientos. —En quince minutos tenemos que estar de camino al comedor para desayunar.

—Okey, gracias. —El rubio entró al baño con su muda y cerró la puerta.

Agradeció que el baño estaba caliente y que el agua caliente saliera más rápido para darse una ligera ducha, que le sirviera para olvidarse de su problema de adición.

A los diez minutos salió ya cambiado y dejó su pijama doblado a los pies de su cama. Se acercó y observo el horario, torciendo ligeramente la boca.

—Llegó a saber que hoy tenemos gimnasia y no me ducho. —Comentó viendo que hoy tenia inglés, biología y gimnasia.

—Es obligatorio ducharse en los baños comunes al salir de gimnasia. —Comentó mientras se colocaba los zapatos.

—¿Es una broma? —Rodó los ojos por la información recién adquirida por el castaño. —Tengo que ponerme desnudo delante de mi clase entera.

—Todo el mundo pasa de eso. Lo bueno es que no hay casi nadie de la escuela que sea homosexual, y eso es raro para ser una escuela de solo hombres. —Río y vio como el rubio se calzaba.

Salieron de la habitación en una animada conversación y a los pocos segundos la conversación se amplió con la llegada de Alex y Luzu.

—Hoy tenemos un horario de mierda. —Se quejó Rubén y poniéndose a la cola del desayuno.

—¿Por? ¿No te gusta gimnasia? —Preguntó Luzu mirando hacia el rubio para después agarrar una bandeja.

—Si me gusta, lo que no me gusta es inglés. —Agarró también una bandeja y esperó a que le dieran el desayuno. —A mi se me da bien matemáticas y geografía, biología también soy bueno, pero hay algunos temas aburridos. Química lo detesto y me encanta física. También me gusta historia y lengua.

—Wow, a ti te gustan las asignaturas de sufrimiento. —Comentó con una risa Alex mirando a su nuevo amigo.

—Cuando las entiendes son más fáciles y encuentras su encantos. —Se sentaron y vieron como un monitor se ponía a pasar lista.

Rubén vio a algunas personas con rostros familiares, seguro que estaban en clase con él. Otras caras desconocidas ara él y esos famosos nombres que especialmente uno de ellos le daba dolor de cabeza solo con pensarlo.

—Qué ganas tengo de que sean las seis y poder hablar con mis amigos. —Suspiro Luzu mirando de reojo a Rubén. —¿Tú no tienes a nadie especial con quien hablar?

El rubio negó suavemente. —No, realmente no tengo muchos conocidos y no tengo a ninguna persona importante en mi vida.

El castaño se colocó el cabello y asintió levemente a lo comentado del rubio. Al acabar el desayuno se despidieron, todos tenían ingles menos Luzu, que tenía francés. Se despidió de sus amigos y comenzó a caminar tranquilamente hasta que una mano le agarró y le metió en el cuarto del conserje.

Fryeburg || rubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora