¿Y si?

2. Confiaba en ti

Fred POV

– Mierda – digo para mi mismo caminando al cuarto de mis hijas para confirmar lo que Lilith me acaba de decir.

Al llegar pude confirmar que se había escapado. ¿Como? por la maldita ventana. ¿Con que? con la puta escoba.

Mocosa del demonio...

Sentía como el enojo y la preocupación me invaden más la desesperación.

– Lilith – llame a la pelirroja menor

– Dime – respondió algo temerosa y no la culpo, le hable con demasiada agresividad.

– Lo siento, enana – tome una bocanada de aire para calmarme – Puedes ayudarme a preparar las cosas de tu hermano – Pedí saliendo de la habitación y caminé a la cuna de Jim para acostarlo – Los llevaré a la madriguera e iré a buscar a tu hermana.

Ella asintió y comenzó a hacer lo que le pedí mientras me ponía una chaqueta y cambiaba de ropa a Jim.

Después de unos 15 minutos aparecimos en la madriguera, entre sin tocar buscando a mamá a quien encontré en la cocina.

– Mamá – hable caminando hacia ella

– Mis niños – dijo emocionada al vernos – FRED WEASLEY ¿DONDE HAS DEJADO A LILITH? – pregunto con ese tono que logra asustar a cualquiera.

– Aquí estoy abuela – habló la gemela menor

Volteo a verla – Lo siento cariño – se disculpó – ¿Dónde está tu hermana? – volvió a cuestionar estirando la cabeza buscando a Zara

Un lado me decía que tenía que decirle a Molly la verdad pero otra parte me rogaba para que le inventara algo y evitar semejante regaño por no ser lo suficientemente cuidadoso con mis hijos.

Y por lo que note Lilith estaba en el mismo dilema que yo, viéndome a la espera de que yo hablara por ella.

Tome todo el aire que mis pulmones me permitían agarrar y...

– Escapó y necesito que cuides a este par – pedí entregando a Jim – para ir a buscar a ese engendro del demonio.

De la nada me llego un golpe en la cabeza – No llames de esa manera a mi nieta Frederick – me reprendió mi madre apuntando acusadoramente con un dedo

Sin decir nada me di la vuelta y emprendí viaje hacia el único lugar donde se me ocurría ir a buscarla.

⚝⚝⚝

Aparecí en el callejón Diagon y mi vista viajo a todo lados a la espera de ver aquella cabellera pelirroja brillante que en ese momento me estaba sacando canas verdes tanto del enojo como de la preocupación.

Camino a lo largo del callejón buscando aunque sea la distintiva cabellera azul de Teddy porque si él está aquí ella también, entró a la heladería con la esperanza de verla ahí pero nada así que opto por ir a la Sortilegios Weasley.

Entro y está abarrotada de niños y adolescentes.

– George – habló cuando lo visualizo cerca del polvo peruano de oscuridad instantánea

– ¿Fred? – voltea buscándome entre la multitud

Agito los brazos en el aire logrando que me vea y se acerque.

– ¿Ha venido Zara? – no me preocupo por saludar

Me miró con el ceño fruncido – No... bueno yo no la he visto – dice paseando la mirada por el lugar – ¿la perdiste? – cuestiona regresando la mirada a mi

– Escapó de casa... – solté un suspiro – peleamos, la castigue y ella se fue... George ¿Qué voy a hacer?, soy un desastre como padre y.... ¿Por qué no morí yo en lugar de... Jill?...

– Epaaaa, ni lo pienses. Sé que todo esto es difícil pero tu puedes con esto solo es cuestión de acostumbrarse...

– No Georgie, uno nunca se acostumbra a la ausencia del ser que más ha amado en la vida y las niñas nunca van a ser felices sin Jill y yo...

– Si puedes, hazlo por Jill – dijo una voz a mi espalda por lo que di la vuelta – ella confiaba ciegamente en ti, no la decepciones, no ahora que es cuando más te necesitan ella y los niños.

Me quedé en silencio pensando en lo que Eri decía y tenía razón pero siento que todo esto es demasiado para mi pero es mejor intentar que rendirse, ¿no?.

– Y si te sirve creo saber dónde está Zara – dijo tomándome del hombro

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Holaaa...

Aquí tiene el segundo capítulo es algo cortito pero al mejor que nada jaja.

Ahora si ya voy a estar más activa jeje, ya tengo internet así que pues aja.