𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 5

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algo frio pero grande me había tocado el hombro, me quede totalmente paralizado por poco mas de unos tres segundos, trague un poco de saliva antes de tomar valor y girarme.

gire rápidamente extendiendo mi brazo para golpear lo que fuera que me estuviese tocando, pero al hacerlo instantáneamente note que había golpeado a Rayna, inmediatamente le pedí disculpas, y le dije que me había pegado un susto tremendo, que pensaba que aquel señora extraña o quizás un fantasma me estaba tocando, ella solo me respondió que no tenia nada de que preocuparme, tomo mi mano y la comenzó a frotar suavemente con la suya, como si estuviera tratando de calmar el pequeño dolor que sentía en mi mano por haberla golpeado, me extrañaba que me doliera a mi ,pero a ella no pareciera que le doliese puesto que era la que recibió el golpe.

—note que no estabas en clase y salí a buscarte, fue ahí cuando vi a la señora extraña mirando hacia esta especie de cobertizo, le pregunte si te había visto, pero solo salió corriendo— explico mientras me jalaba afuera de aquel lugar. 

—vamos, pronto será la hora del almuerzo y no hemos comido mas que aquellas papas—.

ya en clase, la maestra estaba organizando en su computadora la información de todo lo que veríamos en el periodo escolar, mientras tanto todos estaban en sus grupitos de nuevos amigos, conversando, otros estaban jugando en sus celulares, y algunos otros solitarios leyendo o dibujando cosas, yo por supuesto estaba con Rayna,Emma y Maicol, ellos estaban planeando futuras salidas o cosas así, cosas de adolescentes.

a mi no me llamaba tanto la atención, pero aun así a todo plan que sacaran yo estaría disponible, tenia la cabeza en el pupitre totalmente relajado, pensando en lo absurdo que debió verse mi cara de susto, me preguntaba que pensaría rayna de mi ahora, cual era su visión de mi, rápidamente me di cuenta que lo que pensaba eran solo idioteces, cualquiera se pudo a ver asustado por algo así.

pasado un tiempo, la campana que marcaba las horas sonó, era la hora del almuerzo, rápidamente y como si ficticiamente hubiera escases de comida en el mundo, todos se levantaron y salieron como animales al comedor que se encontraba en el segundo piso, todos andaban hambrientos puesto que la mayoría éramos de lugares muy lejanos, era bastante entendible.

mientras almorzábamos, Maicol se deslizo a lo largo del asiento hasta llegar cerca de mi, parecia que quería contarme algo.

—vez aquellas mesas de mas enfrente?— pregunto. —son mas grandes que todas las demás puesto que son mesas hechas para los miembros de los clubes. 

—y de que tratan esos clubes? — le pregunte.

—tratan sobre varias cosas, digamos que son clubes de futbol, historia, estudio, de lo que sea—interrumpió Emma— por ejemplo, aquel de la esquina tiene pinta de ser el club de ocultismo.

—y de que trata ese club? ocultan cosas o como —pregunto Rayna.

—El club de ocultismo no tiene una religión o algún conjunto de creencias religiosas. Ellos simplemente creen que hay seres sobrenaturales en el mundo y su objetivo es demostrar la existencia de estos seres o ponerse en contacto con ellos. es interesante pero también raro —respondió Maicol mientras daba un pequeño sorbo a tu café.

a simple vista parecían ser el típico grupo de raritos que existen en todo lugar, aun así, se me hacia interesante todo ese tipo de temas paranormales, de pequeño mama y papa solían contarme a mi y a mi hermana todo tipo de historias extrañas y misteriosas, era realmente increíble.

me regresaron a la mente viejos recuerdos, recuerdos sobre mis padres, mis padres...                        eso no importa ahora, me decía a mi mismo, tenia la cabeza revuelta, mientras mas observaba a mis alrededores mas se me hacia extraño todo, algo no cuadraba bien, percibía todo con un aura extraña, como ese sentimiento de que algo no es como debería de ser en realidad, me comenzó a doler un poco la cabeza, apoye mi cabeza sobre la mesa y me cubrí un poco con mis brazos, trataba de controlar el dolor de cabeza tapando mis oídos para no escuchar el ruido de fondo, cuando cerraba los ojos, era como si comenzara a soñar totalmente consiente, fue ahí cuando mi cabeza como si fuera un reproductor de video me comenzó a mostrar una película, un recuerdo que ni sabia que tenia, en el, mis padres estaban arrodillados ante una especie de altar pequeño con muchas fotos de muchas personas que no conozco, mama estaba llorando mientras papa la abrazaba.

 "Porque tuviste que ser tu Myrian?" 

fue lo único que la escuche decir, antes de que notara que la estaba viendo llorar, ella se levanto y camino hacia mi, me abrazo muy fuerte y me dijo que no tenia nada de que preocuparme, que solo lloraba porque extrañaba mucho a su amiga, seguidamente mi hermana llego a mi, me tomo de la mano y me llevo a jugar a su habitación, y como si se hubiese dañado la cinta de una película antigua, el recuerdo se distorsiono y no pude ver nada mas.

mientras estaba enrollado en mis brazos, no pude evitar escuchar una voz familiar muy cerca de mi, no era la de ninguno de mis amigos con los que compartía la mesa, seguía escuchando pequeños fragmentos de aquella voz, puesto que tenia los oídos cubiertos con mis manos para que no me doliera la cabeza, al final decidí quitarlas un poco, levante la cabeza y mire hacia donde creía que se dirigía aquella persona, vi a una chica con el cabello largo y rubio hablando con sus amigas, la miraba mientras pasaban por la puerta de salida del comedor, ella se detuvo justo en la puerta y volteo para llamar a otra chica que aun yacía sentada en una de las mesas mas cercanas a la salida.

fue en ese momento en cuanto le vi el rostro, que me di cuenta de quien era y de porque se me hacia tan familiar, no era otra mas que Jesica, mi hermana.

casi inmediatamente la cabeza me comenzó a doler horriblemente, estaba comenzando a ver algo borroso, mande mis manos a mis ojos para frotármelos, Rayna se me quedo mirando mientras me preguntaba que si estaba bien, a lo que solo le respondí que solo me dolía un poco la cabeza y que no se preocupara.

—a mi también me duele un poco la cabeza —me respondió Rayna mientras pasaba su mano bajo su nariz, como si tuviese gripe.

me quite mi suéter y se lo di para que se lo colocara, quizás se había resfriado con el vapor de las maquinas del cobertizo de hace unas horas, si acaso es posible resfriarse con eso.

aunque me doliera mucho la cabeza, estaba dispuesto a ir hasta donde mi hermana, puesto que no la había visto en muchísimo tiempo, me levante suavemente y sin brusquedad para evitar que me doliese mas, di uno, dos y tres pasos, mientras miraba a mi hermana al otro lado del comedor, y con cada paso sentía que algo no estaba bien, nuevamente sentía algo extraño en el lugar.

fue cuando di el cuarto, quinto y sexto paso que las luces del lugar comenzaron a fallar, prendían y apagaban rápidamente, como si fuese una discoteca, todos en el lugar no parecía importarles, otros hacían como si estuviesen en una fiesta,  y gastaban bromas o se reían de lo que fuera.

di el séptimo, octavo y noveno paso, la cabeza me daba vueltas, fue entonces cuando justo iba a dar el decimo paso, que todas las luces del comedor se apagaron, el lugar quedo casi totalmente oscuro, estábamos en un segundo piso y el lugar tenia varias ventanas, pero debió a que ya eran como las 6 de la tarde, estaba igualmente oscuro afuera, solo entraba un poco de la luz del sol que estaba ocultándose en el horizonte, aun así aquella poca luz no era suficiente, apenas y se podían ver la silueta de las personas.

se escuchaban cucharas o tenedores cayendo al suelo, el sonido de una silla arrastrándose y algunas de las voces de todos los que estábamos allí, se escuchaban además unos cuantos golpes, como si golpearan las paredes o quizás el suelo además de mas tenedores o cucharas cayendo al suelo, luego se escucho un escandaloso pero desgarrador grito de una mujer, rápidamente todos en el comedor guardaron silencio, nadie sabia que estaba pasando, el lugar parecía estar desolado de lo silencioso que se volvió, Rayna que estaba cerca de mi, me tomo de la mano y aunque no la pudiera ver, sabia que era ella, porque sentía el anillo que siempre traía puesto.

le dije en voz baja que no me soltara hasta que las luces volvieran, el director Kamura y los guardias de seguridad entraron en el comedor con linternas, mientras nos decían que nos calmáramos y que pronto arreglarían las luces, así pues, uno de los guardias fue hasta la habitación en donde estaban todos los interruptores de la electricidad y reparo las luces.

cuando todas las lamparas se encendieron nuevamente, todos en el lugar quedamos en shock, mi hermana estaba arrodillada en el suelo llorando, una de sus amigas, la chica a la cual ella se detuvo para llamar justo cuando se iba a ir, esa chica que estaba en la mesa cercana a la salida, yacía muerta en el suelo del comedor encima de un charco enorme de su propia sangre. 

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⏰ Última actualización: Oct 01 ⏰

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