One Shot

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Resumen: ¿Qué era aquello? ¿De verdad había una regla que le impidiera echar a alguien de su casa cuando ese alguien no era bienvenido? Nunca se lo habían dicho a él...

Serie: Sherlock BBC.

Personajes: Sherlock Holmes, John Watson, OFC (Original Female Character).

Pareja: John-Sherlock.

Género: Romance.

Rating: T

Advertencia: ---

Capítulos: OneShot.

Palabras: 3155.

Notas: Este fic pertenece a la sección de Huerfanitos del foro foro I'm Sherlocked.

Fecha: 07/07/2013.

Beta Reader:

Disclaimer: Todo lo referente a Sherlock Holmes pertenece a Arthur Conan Doyle.



Huerfanito de Lia Collins

Tema: Una ex novia de John regresa del pasado.



El precio de la fama.


Sherlock había odiado la repentina mediatización de su trabajo. No le servía ser un detective consultor, cuya foto estuviera en todas las primeras planas de Londres.

Sabia de sobra lo que podía venirse sobre él, ahora que había dejado de sor solo un nombre, para ser un rostro –demasiado se temía– reconocible. Pero lo que él menos previo de esa repentina fama, no solamente suya, le traería algo más que solo una notoriedad no deseada.

Algunas veces no había podido ir a comer al restorán de Ángelo, si que una pequeña 'gran' multitud de 'fanáticas', quisiera pedirle un autógrafo o algo aun mas osado.

¿Qué era él, una especie de estrella?

Y si no fuera por John, y su infinita paciencia, pronto los titulares hablarían de lo terriblemente irritable y mal educado, que era el Único Detective Consultor del mundo. Sin embargo, junto a su doctor, Sherlock se limitaba a forzar una sonrisa que a leguas se notaba que era la más falsa que aquel hombre tenía en sus sonrisas de 'utilidad'; bueno, al menos John si lo notaba, pues lo conocía demasiado bien, no así las mujeres que se arremolinaban en torno a Sherlock; quienes morían por esa mueca... sin conocer lo que era en verdad una sonrisa sincera del detective.

Pero eso no era ni por lejos lo peor de esa fama indeseada. Oh, no.

Así como muchas eran las mujeres que se acercaban a él dispuestas a todo, muchas otras también estaban detrás de su compañero. John no era como él, ni físicamente, ni de carácter. El ex militar no era alto y delgado, tampoco tenía el cerebro y el poder de deducción que él ostentaba, o esos penetrantes ojos... pero ciertamente, John tenía todo lo que a Sherlock le faltaba.

Él, Sherlock Holmes, carecía de muchas cualidades que en John parecían abundar. El rubio era por demás dulce y atento, sabía que decir y como, en una situación delicada; era paciente y servicial... Y no solo con él, John era perfecto.

Era todo lo que Sherlock había deseado tener para sentirse completo; John seria su compañero para siempre... Seguiría estando allí para complementarlo. Él se aseguraría de ello.

—Bien... en verdad lo has hecho muy bien. Te mereces una felicitación.

—Siempre hago bien mi trabajo, John... no veo la razón para recibir nada.

El precio de la famaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora