Capítulo 1

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Tanto me pesaba levantarme temprano, es algo que odio. Pues prefiero dormir horas y horas hasta que el cuerpo me diga que me pare.

-¡Aliciaaaaaaaa!-la voz de mi madre me llamaba desde la cocina, pues estoy segura de que ya se dio cuenta de que no me quiero parar de la cama.

Tomando un suspiro me pare de la cama, me di una ducha y se puede decir que ya tenia presencia.

Vestía un pantalón azul cielo, alto, ancho, con una blusa negra de mangas cortas con detalles dorados que llevaba una frase que decía "perra llegando", tenía el pelo en una coleta, gracias a dios mi pelo era ondulado en la punta por naturaleza además tenia los ojos grises, era lo que mas me gustaba de mi.

Baje a la cocina, se sentía un olor exquisito.

-al fin-dijo mi madre dramáticamente abriendo los ojos como si se les fueran a salir.

-ni para tanto-afirme agarrando una rebanada de pan mientras le untaba mantequilla.

Mi hermano estaba sentado en una de las sillas de la mesa de la cocina comiendo cereal con chocolate.

-Hey-llamé, tenía el celular en la mano hablando con sabrá dios quien.

No me escuchó el muy condenado, no tuve otra alternativa que quitarle el celular de las manos.

-oye, sueltalo-gritó mientras intentaba atraparme.

-deberías hacerle caso a tu hermana mayor cuando te habla, ¿no crees?-dije entre risas. Pues si, yo tenia 17 años y mi hermano 13, 4 años de diferencia.

-Alicia devuelve el celular a tu hermano en este momento-anunció mi madre mirando como corríamos por toda la sala.

A regañadientes se lo devolví.

-Esto no se va a quedar así-decía mi hermano furioso mientras obtenía su celular de vuelta.

Con una risita de burla me despedí y me fui rumbo a la escuela.

-Hey Diana-saludé a una de mis mejores amigas que estaba charlando con un chico muy guapo, no me sorprende, ella siempre ha tenido chicos detras de ella, pues esta tenía cuerpo de modelo y una personalidad envidiada por muchos.

-Holaaaa-saludo ella después de que el chico se fuera.

-¿quien era ese?-le pregunte con una pequeña risita mientras la observaba de pies a cabeza, pues llevaba un vestido apretado al cuerpo que le llegaba por los muslos con unos tenis violetas a juego con el vestido, su pelo largo estaba trenzado a los lados y llevaba torcido su piercing de la nariz, enserio parecía un buey, pero no le quedaba mal aunque se lo cambiaba todas las semanas, tenia una combinación de verde con gris en sus ojos que le destacaba mas su notable belleza.

Pues yo tenia un piercing en el centro de la lengua, quedaba muy sensual.

-ya sabes, otro pretendiente-se tocó el pecho con dramatismo.

Yo no poseía un cuerpazo como otras chicas, sino que era muy delgada, claro una delgada con estilo, ya que portaba una cintura verdaderamente bonita y las caderas un poco anchitas.

-mmm-habló Cristina, que estaba parada atras de Diana.

Cristina era mi otra mejor amiga, llevaba unos shorts altos y un toque en gris, pues ella también tenia un cuerpo bastante bonito, ya sabes, cuerpo de modelo de esas de revistas con sus ojos color avellana.

-apareció la desaparecida-dije saludándola con un abrazo, siempre habia sido esa nuestra manera de saludarnos las tres, siempre estamos juntas desde la secundaria.

Tocó el timbre y nos dirigimos a clase.

*****

-muy graciosa-dijo Diana mientras golpeaba ligeramente mi hombro por el mal chiste que acabo de decir.

Oscura maravillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora