- DESTINO -

🔺 Capítulo 7 🔺

Entro y busco a Klaus, está en la barra. - Klaus, si no vas a responder entonces ya no vamos a jugar.

- No, no, no oye espera. - toma de su vaso que ahora tenía.

- Qué Klaus?. Hay cosas más importantes que hacer.

- Ah si?, Cómo que señorita Leah - me habla con su ombligo.

- Tan rápido te pega el alcohol?, Pues no perder el tiempo jugando juegos infantiles es algo más importante que viéndote así.

- Ya veo. - alcanzo a oír pero yo ya estaba de camino a las escaleras para llegar a mi habitación. Cierro la puerta me tiro en la cama, minutos después fui a mi escritorio y busqué mi carpeta.

- Bingo. - sonrío cuando la encuentro.
Rebusco entre las hojas hasta tomar la que quiero, leo el título, de nuevo el cosquilleo llega a mi estómago.

"AUTORIZACIÓN DE COMPRA/VENTA"

Este archivo es una autorización legal para solicitar un compra o venta de físicos mayores con la debida negociación que se acuerde, con el compromiso de mantener a salvo el menor.

Reginald Hargreeves
__________________
Firma del comprador.

Es él, estoy segura, Reginald Hargreeves mi comprador, no puede haber otro, pero ahora debo encontrarme otra explicación, recién me encontro hace dos días y esto lo tengo desde hace años.

Cerré los ojos con la respiración agitada, intentaba relacionar esto con mi información, organizandola; el dolor de cabeza apareció de nuevo, tenía que mantenerme relajada para seguir.

Sobresalté al escuchar un estallido de afuera, solté las hojas y me asomé en la ventana, ví una luz centelleante en el patio, me acerqué más para poder distinguir, era tenue y de colo azul.

Bajo rápido para salir a ver, cuando cruzo la puerta me doy cuenta que es ruidosa, como una máquina encendida, veo los arbustos de dónde proviene y me acerco cuidadosamente pero como lo torpe que puedo llegar a ser aveces piso una rama y la rompo haciendo que la luz se detenga de inmediato y vea a Cinco escondido en medio de los arbustos, se para rápido.

- Qué haces aquí?. - pregunta nervioso.

- Que estabas haciendo?.

- Te pregunté que haces aquí. - Cruzo los brazos. - Mira, no quiero problemas - alza las manos - y no tengo porqué darte explicaciones así que..

- A ver, no me importa que pienses, pero yo te ví y ahora me explicas en que te estás metiendo.

- Que te importa.

- Oh no te enojes, está bien, pero te diré algo si?. - no pude evitar sonreír. - Mejor deberías entrar ya, está oscureciendo y puedes enfermarte, mejor ve a ponerte tu pijama. - gozé su expresión al escuchar lo que le dije.

- Que acabas de decir? - Apretó los labios.

- Oh no me escuchaste?, quieres que lo vuelva a decir? nene. - su mandíbula temblaba y apretaba los puños a los costados, me mordí el labio para contener la risa.

- No te queda decirlo, tampoco eres tan grande como te crees. - me fulminaba.

- Puede ser si, pero. - lo barrí con la mirada. - yo no ando de ridicula por todos lados con mi uniforme de primaria.

- Te crees muy graciosa verdad.

- Tengo cara de payaso?.

- No te soporto más. - salió de los arbustos y me pasó por un lado furioso. En cuanto cruzó la puerta solté una risa, tiene un temperamento muy impaciente. Entré yo también, la cena ya iba a ser servida y hacía frío.

Ya en la mesa, podía sentir la mirada de Cinco penetrando mi alma, levanté la mirada y en efecto, casi se le podrían salir los ojos, aguanté una risa de nuevo y seguí comiendo.

Cuando terminé me retiré de ahí, quiero dormir lo antes posible para mañana seguir con mi investigación sobre Reginald. A

Antes de dar vuelta a mi cuarto veo a Cinco recargado en mi puerta.
- Espera que no - volteo a ver la escaleras - estabas en el comedor?- me ve con una sonrisa arrogante.

- Quítate de en medio, voy a pasar.

- No.

- Mira no estoy de humor para chistesitos, con permiso. - intento abrir la puerta con él a un lado, pero no me deja.

- No escuchaste?. - De repente me toma de la blusa y me empuja hacía atrás. Yo lo sujeto de las manos.

- Seré directo, no me agrada ni un poco tu llegada si entiendes? y mucho menos soporto el estarte viendo en todo momento o peor aún que te metas en mi vida. - me sujeta más fuerte y yo entierro mis uñas en su muñeca. - Así que te voy a decir que te alejes de mí o ya verás.

- No te tengo miedo. - mi cuerpo ya estaba casi por encima de él barandal que tenía el piso.

- Solo te advierto que si vuelves a molestarme, voy a hacerte llorar y te largas de aquí.

- Y que planeas hacer, llorarle a tu papi? - me empuja más, prácticamente estoy sentada sobre la orilla. Abro los ojos grandes.

- Y una cosa más, vuelve a llamarme como acostumbras y te rompo la cara, me entiendes?- no respondo.

- No te escucho. - me inclina más, volteo a verlo, tenía las venas marcadas y la mandíbula tensa, lo veo a los ojos y me quedo atrapada, el verde de su pupila me paraliza. - Ya veremos.

Me suelta y se mete a su cuarto al lado del mío. Me acomodo y me aseguro que nadie nos haya visto, mejor voy a dormir.

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