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𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐯𝐞𝐫

𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐯𝐞𝐫

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— ¿que paso... luego? — murmuro el pequeño rubio

El niño poco a poco estaba perdiendo la batalla contra el sueño.

— la princesa fue llevada al cual seria su nuevo hogar — la mujer sonrió con cierta tristeza — donde viviría confinada, donde podría solo ver a la Luna y a el Sol... donde solo podría amarlos a lo lejos, incapaz de tenerlos... como se supone siempre debió ser

— ¿ellos todavía buscan a la princesa? — pregunto el niño

— siempre la visitan — murmuro — pero Zeus los vigila... odia que los tres estén juntos, así que se turnan — la pelirroja comenzó a acaricias el cabello de su hijo — la princesa pasa meses con la Luna... y el Sol nunca sale, pero la Luna debe de irse para que el dios del cielo no se enoje — el niño hizo una mueca — entonces es cuando llega el Sol... meses donde la luz nunca se va... pero de nuevo debe de irse y es cuando la Luna regresa

— es un ciclo... — murmuro el rubio

— es un ciclo sin fin — la pelirroja sonrió — pero siempre habra un momento donde los tres estén juntos... y eso es cuando el eclipse llega — la mujer beso la frente de su hijo — el Sol y la Luna compartiendo escenario... es ahí cuando por fin los tres pueden juntarse... por muy corto que sea el momento

— ¿donde estoy? — pregunto Aysel cuando despertó en un sitió desconocido

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— ¿donde estoy? — pregunto Aysel cuando despertó en un sitió desconocido

— estas en un pequeño pueblo — dijo Apolo — en Canadá...

La princesa noto las expresiones preocupadas de los dos dioses por lo que fue hacia ellos, los abrazo hasta que estos estuvieron listos para hablar.

— tenemos que hablar — dijo Artemisa

Tanto Artemisa como Apolo se encargaron de contarle a la princesa todo lo que había pasado.

— ¿estoy embarazada? — pregunto la princesa sorprendida mientras tocaba su vientre aun plano — ¿de quien...?

Entre la Luna y el Sol   (Artemisa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora