BLACKPINK ONE-SHOTS

Princess || Blackpink y tú

El reino del Sur era pequeño y débil a comparación de otros reinos. En los 10 niveles del mundo, se ubicaban como un reino de nivel 8, uno de los más bajos. Pero como toda sociedad, siempre habría un estatus entre ellos mismos.
Las clases sociales prevalecerían sin importar la persona que fuera.

Y esta vez, la primera hija del rey estaba en la mira pública por entablar una relación con una mera herrera sin apellido.

Se conocieron gracias a que la herrera fue convocada para forjar el traje de combate del actual príncipe heredero, quién, a cambio de no pagarle un solo centavo, le ofreció una cita con la primera princesa.

La herrera T/n quedó encantada desde el primer momento en que vio a Yoo Jimin, quién al igual que la plebeya, se enamoró a primera vista.
Formando así durante meses, el llamado amor prohibido entre una princesa y una plebeya.

Jimin pasaba casi todo su tiempo libre en la pequeña tienda que tenía T/n en el centro de la capital.
La joven herrera le explicaba sobre armas o simplemente como iba su día.
Tenían charlas amenas pero el tiempo de pasaban juntas recompensaba las habladurías de la gente.

Todo era paz y amor para la joven pareja. Pero esto se vería irrumpido cuando el mismo príncipe heredero convocó a T/n al palacio.

Jimin creyó que por fin su familia aceptaría su romance, pero se llevó gran decepción al enterarse que T/n se uniría al ejército para acudir a la guerra con otro país de bajo nivel.

— Por favor, no te vayas... —suplicó sosteniendo con fuerza sus manos.

— Tengo que hacerlo, Jimin-ah. —sonrió levemente— Tu padre y tu hermano prometieron darme tu mano en matrimonio una vez regresemos victoriosos de la guerra.

— Pero es muy riesgoso... Tú no sabes pelear...

— Puedo aprender. Además, es más que un honor forjar las armas y armaduras que protegerán a nuestros soldados.

— Pero aún asi-

Se vio interrumpida por el suave beso que T/n dejó en sus labios.

— Regresaré a salvo, ¿si? —acarició sus mejillas— En dos años tú y yo estaremos casadas y viviremos en mi pueblo. Allá nada ni nadie nos molestará, lo prometo.

— ¿E-en tu pueblo? —sabía que T/n provenía de uno de los más pobres.

— Hm. —asintió— Te mostraré la casa de mis padres, podremos vivir ahí.

— Bueno... Podríamos pedirle a mi padre una de sus residencias de la capi-

— No, mi amor. —rió levemente— Su Majestad ya es generoso con prometerme tu mano. No podemos pedirle más.

— Pero-

— Imagínate~ —la abrazó— Tú y yo viviendo felices juntas. Así como JiU y Yoohyeon~

— Pero al menos JiU tiene una cafetería donde trabaja Yoohyeon.

— Nuestro negocio también será igual de famoso que el de ellas una vez regrese de la guerra. —asintió con una sonrisa— Mi mejor amiga Yoohyeon tuvo éxito cuando trajo granos de café del extranjero. Entonces cuándo una heroína como yo regrese, atraeré mayor fama por mis habilidades. Así nada nos faltará, cariño.

— Bueno, ya hablaremos de eso luego. —desvió la mirada— ¿Tienes todo listo?

T/n tomó su gran costal con su ropa y varias herramientas.

— Espera, falta algo.

— ¿Qué- —sus labios le dieron la respuesta.

T/n sonrió traviesa al separarse.