Los Secretos Del Ciervo ♡HunHan♡

5. Luhan

Narra Luhan
Mi nombre de nacimiento es Xiao Luhan y mi vida es una mierda, cuando tenía cinco años me mude con mi mamá a Corea, no teníamos mucho dinero, vivíamos en una casa pequeña de un piso, aprendí a leer a duras penas pues mi mamá no me podía pagar una escuela y aveces intentaba enseñarme por su cuenta, mi padre murió cuando yo tenia tres años y la verdad es que no lo recuerdo. Aunque mi vida puede parecerte mala a este punto, realmente esos fueron los mejores años de mi miserable vida.

Un desafortunado día acompañe a mi mamá al trabajo, ella limpiaba la casa de un hombre rico que le daba un paga miserable, su nombre era Lee SooMan; yo estaba sentado en la silla de la cocina, en ese momento yo era pequeño e ingenuo, no podría adivinar lo que me esperaba.

- Que niño tan lindo tienes.

- Gracias... ¿Cómo se dice Hannie?

Corrí detrás de mi madre y me aferre a su pierna, nunca me gustó mucho interactuar con extraños.

- Gracias...

De hacer sabido lo que me esperaba no le hubiera ni dirigido la mirada a ese hombre. Llamó a mi madre hacia otra habitación y ella me ordenó quedarme sentado ahí mientras ellos hablaban en otro lado; más de una hora transcurrió y ellos salieron al fin, mi madre tenia los ojos tristes, me miraba como si nunca más fuera a hacerlo.

- Luhannie, mi dulce niño...

- ¿Qué sucede mami? ¿El te lastimo?

- No mi amor, sucede que... voy a viajar un tiempo y tu... te quedaras aquí... con el.

- ¡No mami! ¡yo voy contigo!

- A donde voy no puedes acompañarme mi amor, el señor Sooman te va a cuidar.

- ¡No!

Pero no importaba cuanto llorara y gritara, de igual forma me abandonó... me gusta pensar que ella no sabía que el señor Sooman era el diablo mismo.

Fui llevado a lo que parecía un laboratorio, había muchos hombres y mujeres con batas blancas, había muchos hombres y mujeres en jaulas manipuladas por los de batas blancas... eran híbridos. Me metieron en una habitación blanca, tenía un cristal grande en lugar de una pared, del otro lado del cristal había un hombre, a él ya no lo recuerdo muy bien.

- Hola niño, mira esto... tu ADN es hermoso.

Ese hombre estaba loco, miraba unos papeles que supongo tenían mi información, yo solo me hice bolita en una esquina, cerraba los ojos con la esperanza de que cuando los abriera la pesadilla hubiera terminado.

- Te llamas Luhan... ¿Eso es ciervo en Chino, verdad?.. el animal perfecto.

Ahí es cuando mi vida se hizo mierda, ese hombre y su equipo me tomaron e inyectaron múltiples sustancias, todas eran dolorosas, todas me hicieron llorar y gritar pero eso no los detuvo, igual siguieron haciéndolo. Mi transformación tardo tres días y tres noches, podía sentir como mi cuerpo empezó a deformarse poco a poco y era muy doloroso, no habría podido soportar ese infierno si no fuera por los Byun, una mujer zorro con ojos marrones y cabellos castaños, su pareja era un zorro ártico, un hombre alto de mirada amable, sus ojos azules y su cabello blanco, ellos también eran experimentos.

Los Byun fueron como mis padres, me protegían y estaban conmigo cuando sentía que no aguantaría más dolor. El objetivo del experimento de los Byun era crear un híbrido zorro ártico más pequeño y bonito, y lo lograron, después de tres años los Byun concivieron a 385, un niño muy lindo pero inestable, sus ojos eran naturalmente azules pero podían cambiar a cafés si su estado de ánimo decaia y eso era brutalmente peligroso para el. Lamentablemente los Byun fallecieron cuando 385 tenía dos años, los constantes experimentos los debilitaron hasta el punto de morir... el propósito de mi experimento era crear un híbrido más consciente, que no fuera tan infantil y un poco más independiente, aunque ya sabrás que eso no funcionó por completo, constantemente tengo esos ataques de instinto y me vuelvo más ciervo que humano. Me convertí en una falla y no era rentable seguir con mi experimento, sin embargo, soy un experimento ilegal y eso les imposibilitaba poder deshacerse de mi tan fácil mente, si mi cuerpo fuera encontrado y examinado el experimento quedaría al descubierto y dado a mi conciencia humana no podían tan solo liberarme, inesperadamente un hombre millonario buscaba un híbrido que fuera un animal grande pero tranquilo y yo encajaba; me dieron una golpiza unos días antes de mi entrega, me dijeron que si contaba algo... sería diez veces peor.