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12

"Eres lo mejor que tengo"

Desde la distancia, Beomgyu veía como el chico que le gustaba coqueteaba con la hermosa Yuna. Allí estaban, juntos en la cafetería, en la mesa en la que solían hacerse solo ellos dos y; de vez en cuando, Hyuka.

Kang al ver a su amigo sonrió levemente y lo saludo, pero grande fue su sorpresa al ver cómo este solo lo ignoraba y se iba de largo. ¿Por que de repente actuaba así?

—Oppa, ¿que tal si vamos más tarde a mi casa a estudiar? —sugirió la chica con una hermosa sonrisa mientras tomaba la mano de TaeHyun.

Apesar de que se sentía cálido el tacto... Se sentía de alguna manera tan aburrido. Prefirió solo sonreírle y apartarle delicadamente.

—No creo poder, tengo un compromiso con Beomgyu —no era cierto, estaba más que claro, pero pensó en que sería agradable salir con el mayor.

La peli negra se quedó analizando unos segundos... Y luego pregunto—: Quieres mucho a Beom-oppa, ¿no es así? —sonrió con un tanto de gracia al ver cómo el otro hacia una mueca de extrañes.

—¡No! Bueno si, no; quiero decir... Le tengo un gran afecto, después de todo es mi amigo pero únicamente es eso, un aprecio como hermano mayor —a cada palabra asentia mirando a un punto fijo dándole a entender a la chica que estaba más que todo hablando consigo mismo tratando de convencerse.

—Esta bien oppa —río dulcemente—. Beomgyu-oppa es muy amable a decir verdad, ¿quien no podría quererlo?

Kang la miro reír y se sintió aún más atraído hacia la chica, aunque si bien le parecía bonita, no lograba hacerlo sentir nada. No entendía porque se sentía tan ajeno a ella, le gustaba tanto, y aún así ahí estaba... Sin ningún sentimiento encontrado...

—¡Bueno! Luego podemos estudiar si quieres, no te preocupes —sonrió una última vez y le dio un beso en la mejilla de despedida.

Kang solo pudo suspirar, se sintió agradable... Pero...

Con muchas preguntas en su cabeza se levantó de su lugar y buscó a su al rededor buscando al lindo chico que tenía por amigo.

Cuando lo encontró fue hacia él lo más rápido que pudo con una sonrisa, se sentó a su lado observando lo atentamente. El mayor solo le dirigió una mirada perezosa mientras jugaba con sus palillos para luego centrar toda su atención en la comida frente a él.

—¿Y Yuna?

—Se fue —lo vio a sentir en comprensión.

Kang se sintió bastante mal, por su culpa el mayor estaba en aquella fría y escondida mesa, le había dejado solo.

Se sintió aún peor cuando pensó en las palabras que el mayor le había dicho hace ya varios meses atrás...

" —¡Choi! ¡¿Por que siempre andas pegado a mi?! Eres muy fastidioso —dijo TaeHyun sentado en la mesa de siempre en la cafetería de su universidad mientras tenía al mayor abrazado a él como una garrapata.

—¿Por que no me dejas ser? Solo quiero estar con mi TaeHyunie —Dijo abrazando lo aún más fuerte.

—¿Que acaso no tienes amigos para ir a molestar y dejarme a mi en paz? —fijo su mirada en el contrario con una mueca de asco.

—Si los tengo hyunnie, pero te prefiero a ti, eres mucho más inteligente, amable, gracioso... bonito...  Me gustas mucho, simplemente eres lo mejor que tengo, te escogería por sobre todo y todos, por mi parte nunca estaras solo y lo sabes —río tiernamente con sus mejillas calientes.

Por supuesto que Kang no noto que básicamente se le había confesado, para él eran típicas palabras de amigos por lo que, "siguiéndole" la corriente se levantó de su lugar alejando al otro.

—ish, enserio eres muy cursi —tomó comida del otro y salió corriendo inmediatamente siendo perseguido por Beomgyu.

—¡Kang TaeHyun! ¡¿Como pudiste robarme mi deliciosa comida?! ¡YeonJun-hyung había hecho eso especialmente para mi!

—Pues está delicioso —río burlonamente mientras seguía corriendo.

Así continuaron entre risas y pequeños tropiezos, poco importando las miradas curiosas de los demás... "

—Hyung... —el contrario hizo un sonido dando a entender que le escuchaba—. Nunca te agradecí, ¿verdad? —Beom lo vio con extrañeza, ¿de que hablaba?— por que a pesar de todo siempre has Estado ahí... Admito que a veces eres molesto... —Choi le miro con reproche— Si, lo sé, perdon, no viene al caso. La cosa es que estoy muy agradecido de tenerte porque... También eres lo mejor que tengo. Gracias Hyung... Y bueno... Te quiero. Mucho —sin importarle que el otro viera su vergüenza reflejada en sus mejillas le abrazo.

—Hyunnie...

—¿Si?

—¿Pero que rayos te paso? ¿Que mierda fue eso? —TaeHyun se separó para mirarlo seriamente con enojo y luego pegarle suavemente en el hombro.

—¿Si ves? Lo que se gana uno por tratar de ser lindo.

—Lo siento pero creo que ya estoy acostumbrado a que me trates como rata de alcantarilla.

—Ish —alargó el sonido— ni siquiera te trato tan mal, te quejas mucho.

—TaeHyun... Me pegaste con un bate en la cabeza cuando tome tu peluche, y me tiraste de las escaleras...

—¡Tenia 10 años! Solo estaba jugando, ya sabes que fue un accidente... —miro hacia otro lugar apenado recordando como el mayor había terminado con un golpe en la cabeza que por suerte no pasó a nada más que eso.

—¿Y que me dices de cuando teníamos 14 y le echaste jabón a mi jugo?

—Solo te dolió la panza unos días, no fue nada, exagerado.

Beomgyu solo suspiro para abrazar nuevamente al menor, lo que le sorprendió fue el hecho de que le correspondiera, y además, estaba agregando más fuerza al abrazo pegando lo más a su cuerpo. Y Beomgyu pensó en que podría morir feliz ahora.

—Enserio lamento todo Hyung, tu has sido tan lindo conmigo y yo solo soy un dolor en el culo.

Río para responder—: la verdad, si.

—Lo tengo merecido —suspiro— Te quiero mucho Hyung... ¿Podrias continuar a mi lado? Por favor no te vayas nunca...

—Esta bien TaeHyunnie... Te lo prometo.

Siguieron abrazados sintiendo la calidez del otro con sonrisas tontas y nerviosas, sus corazones en una competencia, ¿cual latía más rapido y con más felicidad?

—Por cierto... Eres muy calientito Hyunnie —río sabiendo que el otro se había puesto nervioso.

—¿Puedes callarte? Intento disfrutar- espera, ¡quiero decir! Agh... Dios que vergüenza —se escondió en el pecho del menor con sus mejillas hirviendo.

Beomgyu solo río con las mejillas igual de calientes y rojas.

Mientras una linda peli negra volvía a la cafetería con su amiga y al llevar su mirada hacia una parte alejada pudo presenciar cómo esos tontos chicos se abrazaban entre risas y nervios. Sonrió y les miro con ternura para luego seguir tranquilamente su camino.