Se sintieron atraídas por el brillo peculiar que mi cuerpo irradiaba en ese momento. Tumbado sobre la arena, las miraba de reojo, confusas, movían la cabeza de un lado a otro tratando de entender lo que habían encontrado.
Curiosas, me picotearon los pies, sin dejar de mover la cabeza de un lado al otro.
-¿Estará viva?- preguntó una de ellas
-No sé, tú, ¿Cómo lo averiguamos?- respondió otra
-¿Quién le pica los ojos?- preguntó de nuevo la primera en un tono retador
-¡Lo haré yo!- dijo la más tímida de todas mientras las demás se reían en conjunto
-¡Abran paso, tontas!, Si le saco los ojos, la mayor parte de este banquete será para mí- dijo decidida
Era tan gracioso escucharlas confabular, se llevarían el susto de sus vidas.
-Los deditos para tí, Lucía- dijo y me picoteó
Caminó sobre mi cuerpo y de nuevo habló, -las rodillitas para tí, Lupita- y de nueva cuenta me picoteó
-A tí, Carmencita, te toca la pancita- y de nueva cuenta incrustó su duro pico en mi cuerpo
-¡Y a mí me toca!- se dijo orgullosa -ese hermoso par de ojos azules... ¡QUE ME ESTÁN MIRANDO!
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Alúmena
PoetryAlúmena, lugar oculto donde duerme el alma de las flores cuando son cortadas. De cuando publicaba una historia cada día, además de otros textos que ya he publicado y olvidado... Estamos reciclando (paulatinamente) historias, emociones y situaciones...