Capítulo 1

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Aegon había dominado a Helaena y esta no había mostrado lucha, por que era lo que se esperaba de ella. Una vez emparejados y con Helaena cargando a sus cachorros se olvido del asunto.
Nunca espero que Aemond, su hermano menor le hiciera lo mismo a él sin siquiera esperarlo, abordandolo en sus aposentos con la excusa de acompañarlo a Flea Bottom, más sin en cambio fue una treta, una traición que había cambiado el rumbo de su vida.
"Ahora eres un omega y llevarás a mis cachorros pronto" Aemond salió  de él con brusquedad y la sangre emano de su cuello, junto con la semilla de su interior, Aegon grito. Aemond al notarlo tomo de sus cortos cabellos rubios estirando su cuello lo suficiente para pasar su lengua denteniendo el flujo mezclado de veneno y sangre , para despues soltarlo con brusquedad
¿Que haría ahora? lo medianamente bueno que habia hecho hasta el momento habia sido tirado por la borda por su hermano, entendía el resentimiento del menor lo que no comprendía era como podía odiarlo tanto para haberlos emparejado, solo por el hecho de que él poseía todo lo que Aemond deseaba.
"Hermano.." Aegon gimió y levanto la cara mojada por las lágrimas y arrugada por el dolor para mirarle.
Aemond solto un siseo entrecerrando los ojos y viéndolo con desdén, la marca le hacia saber que su ahora omega estaba incredulo, triste y lastimado.
"No hables Omega, será mejor que limpien este desastre antes de que madre te vea por la mañana"Aemond termino de acomodarse la ropa y salio de sus aposentos dejando una estela de su aroma, Aegon no lo habia podido oler antes tan claro como ahora. Al cerrarse la puerta, Aegon atino a abrazarse aún en el suelo y lloro amargamente. Incluido él se había quedado con Helaena en su unión, si,  tal vez no consolandola como era la tradición, pero si, para reconfortarla con su presencia y aroma aunque fuera un poco. En cambio Aemond lo arrojo a un lado apenas termino de arruinarle y eso solo aumento su dolor y vergüenza

"¡Aegon!" los gritos de su madre junto con los golpes constantes en su puerta hacían mas grande su dolor de cabeza, no habia salido en todo el día, ni había permitido que nadie entrará, la marca se veía fresca en la yuntura de su cuello y hombro, quería bañarse se sentía tan sucio, pero su nuevo genero chillaba bajo en su interior y sabía que el olor de Aemond en su cuerpo era lo que evitaba que se desgarrase en llantos y no iba a eliminarlo para despues soportar esa tortura.
"¡No quiero ver a nadie madre!" se mantuvo alejado de la puerta. su nuevo olor a sándalo aún no habia manado fuera de sus aposentos, por ello Alicent no había hecho uso de su estatus de reina para ordenarle al guardia que abriera la puerta,  asumiendo que él seguía siendo un alfa y no entro.
"Aegon si estas recuperandote de tus juegos de ebrio, sera mejor que te repongas rapido y salgas para la cena, no tengo tiempo para estas tonterias, te quiero ahí, junto a tu familia" la omega sentencio y escucho sus pasos alejarse.

"¡¿Que significa esto Aegon?!" su madre camino hacía él con rapidez y le olio mas de cerca- Por los siete, "¡Aegon!" el grito desesperado de su madre le hizo gimotear
Aegon se cubrio todo el cuerpo con las sabanas, no queria verla, queria desparecer.
El olor a mar fresco se hizo presente y Aegon supo quien estaba ahí, solto un jadeo olisqueando aún sin salir y enfrentarles
"Aemond, ¿Que haz hecho?" la voz de Alicent se escucho desesperada y solto un gruñido.
"Nada que Aegon no quisiera madre" respondió Aemond condescendiente, Aegon se estremeció, le ha hecho responsable de su decisión, de su ruina personal y con tanta facilidad que Aegon suelta un gruñido quitando la cobija de su cuerpo
"¡Esta mintiendo madre! ¡El hizo esto! ¡Tu preciado hijo! ¡Nos ha arruinado!" Aegon gateo en la cama gritando desesperado, acercandose al par frente a él y con lágrimas de irá fluyendo de sus ojos violetas, la marca ardía en su cuello, hizo lo imposible por ignorar el dolor de su omega y defenderse a sí mismo frente a su hermano y alfa.
"Silencio" la voz de Aemond y su mirada le hicieron cerrar la boca instintivamente, más sin en cambio tomo la cobija alrededor de sus hombros, se arrastro cayendo de la cama con desesperación y avanzo hasta su madre rogandole con gimoteos que le ayudará, ella era una omega, seguro entendería sus gritos de auxilio a travez de sus ojos y sollozos. Alicent le miro con lágrimas corriendo por su rostro y pudo verlos. Su lástima así como también su decepción danzando en su mirar entre el hijo omega a sus píes y el hijo alfa que se imponía ante ellos.
Aemond dió un paso cerca de ambos omegas y guió su vista a Aegon quien aún se aferraba a su madre y le gruño en advertencia. Los aromas de ambos ahora se mezclaban densamente dentro de la habitación, Alicent se agacho hasta quedar junto a Aegon en el piso y le acaricio la cabeza, lo que Aegon sintió como un consuelo y apoyo, en segundos se desmorono con las palabras de la reina Alicent.
"Debiste haber sido un alfa lo suficientemente fuerte para evitar ser dominado por tu hermano menor Aegon, lo que sucedió ha sido culpa de ambos." Dijo Alicent con frialdad, y se levanto con elegancia jalando el ruedo de su vestido verde para sacarlo de las manos de Aegon.
Aegon quedo congelado aún arrodillado en el suelo, no supo en que momento termino quedando solo con Aemond en sus aposentos  hasta que este le envolvió en un abrazo, que triste y estupidamente se sentía reconfortante.
"Entre más rápido lo asimiles, será mejor Omega" el susurro en su oído repiqueteo en su cerebro, sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas y apreto los puños de impotencia.
Aemond le solto y toco la puerta de la habitación para que abrieran, le envió una última mirada de lástima al hombre en el suelo y salió.
Y Aegon no se había sentido tan solo en toda su vida como lo hacía en ese momento.






Lost on you AegondDonde viven las historias. Descúbrelo ahora