Capítulo 2 - Nueva Vida

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Después de un largo día trabajando en la heladería, al fin, aaaall fiiinn llegó mi hora de salida.
Estaba preparandome si perder tiempo y cuando estaba por salir, mi compañera Ada me detiene del brazo.

- ¡Hey! ¿A dónde vas tan rápido? - dijo, mientras cruzaba los brazos - Acompáñanos a cenar en la pizzería de la esquina.

- Disculpa, debo llegar temprano a casa para conectarme en mi clase - como mi clase la llevaba online, debía estar paras las 18:00 en casa.

- ¡Siempre rechazas mis invitaciones! -protestó, yo sólo baje la cabeza tímidamente.

- ¡Ya sé! Mañana es domingo, ¿y si vamos a almorzar mañana? - insistió

- Lo siento, mañana tengo culto en la iglesia - me excuse nuevamente, ya con ver su cara de decepción me sentí incómoda.

Era cierto que siempre la rechazaba, pero tiempo casi no tenía para nada y no quiero salir un domingo que es el único día que puedo dedicarle a Dios, no puedo agarrar otro compromiso y fallarle a Dios, siendo que lo quiero es involucrarme más, no apartarme más.

- Entiendo, tranqui - dicho esto dió media vuelta y se fue.

Vi su cara de decepción, pero no puedo hacer nada, lamentablemente.

~ Algún día la compenzare ~ pensé.

Después de todo siempre fue muy buena conmigo.

Llegue a mi casa, y me sorprendió ver a mi padre ahí, siempre llega tarde del trabajo, y también había cajas y maletas en la sala.

- Cariño, llegaste, genial - me abrazo emocionada mi madre - rápido, prepara todas tus cosas, haz tus maletas.

Me quedé congelada en la entrada unos segundos, mi cerebro trataba de asimilar y entender lo que mi madre me acababa de decir.

- Nos mudaremos, Beatriz ¡Muévete ya! - Me explicó y ahí reaccione.

Subí a preparar mis cosas, algo desanimada.
Nueva casa significa, nueva vida, nueva ciudad, nuevo trabajo, nueva iglesia.

Suspiré...

~ Tendré que buscar un nuevo trabajo... Bueno, será como Dios quiera.

Una vez subimos al auto, partimos. Como vivíamos más o menos retirado de la parte central de la ciudad, esta vez, nos mudariamos por el centro.

La decisión de mudarnos fue repentina, mis padres me comentaron de camino que a papá le salió una nueva oportunidad de empleo, mucho mejor a la que tiene actualmente, y para hacer todo más fácil, un colega de mi padre le consiguió un alquiler bien acogedor y no tan caro, en dónde  iremos a vivir ahora.

Estaba feliz, ya que mi nueva casa queda tres cuadras nada mas de Sole, mi amiga de infancia y no solo compartiré de vuelta con ella, sino que iremos a la misma iglesia que ella, además, según oí, por el centro hay más oportunidad de empleo, así que de seguro encuentro algo que me convenga.

~ Definitivamente Dios se encargó de acomodar todo a nuestro favor - sentí una alegría inmensa en mi corazón, y le agradecí tanto a Dios.

Llegamos a nuestra nueva casa... Era muy linda, pintada con colores claros que combinaban a la perfección, fui a mi habitación, acomode todas mis cosas, arregle mi cama y me tire en ella, había sido un día muy movido.

...

*Al día siguiente...*

Me despierto con el sonido del toque de la puerta de mi habitación.

- Beatriz, ¿Estás despierta? Levántate y prepárate, saldremos camino a la iglesia en una hora.

- Okay madre - respondí perezosamente.

Me levanté, me lave la cara, me bañe y me puse un vestido bordo, que de la cintura para arriba se ajustaba a mi y luego la parte de la falta era acampanada, de largo era como tres dedos bajo la rodilla. Me peine y me deje el pelo suelto, para acompañar el vestido, un cinto de perlas blanco alrededor de mi cintura, chatitas negras y ya, estaba lista.

Al llegar a la iglesia, de lejos ví a Sole, ella me vio también y corrio hacia mi y yo a ella y la abracé muy feliz.

- ¡Tanto tiempo sin verte, ponme al día de todo! - dijo entusiasmada.

- Te aseguro que tengo mucho que contarte - le sonreí

Entramos a la iglesia y ella me mostró el lugar, el altar era hermoso, un par de macetas con bellas flores  que adornaba el lado izquierdo y derecho del púlpito.

Pero lo que me impresionó fue que había muchos jóvenes de mi edad, todos muy amablemente se acercaban a saludarme.

Todos eran muy alegres y simpáticos... Bueno, excepto uno...

Me llamo la atención que había un joven que tomaba distancia de todo y todos.

Lo miraba a lo lejos y pareciera que no le gustaba nada, que no quería ni tener contacto con nadie.

- ¿Será acaso del típico chico que confunde a las personas con una bacteria y no quiere que se le acerquen? - susurré.

Pero por lo visto no lo suficiente porque mi amiga Sole logró escucharme...

- Jajaja ¿Estás hablando de Axel? No, no, el no es así - nego.

- Pues no parece - Le contradecía

- No le gusta interactuar, no te lo niego, pero no es mala persona, no se mucho de él porque no se abré hacia la gente, pero, si está en el ministerio de la alabanza es porque tiene un buen corazón - explico - Además que tu sabes que la persona que tiene un buen corazón para Dios, debe tenerlo para las personas también - dijo y yo asentí.

Inicio el culto y ya nos ubicamos en nuestros lugares. Y en todo lo que duró el culto, aunque mi mente trataba de concentrarse bien en el culto, muy en el fondo, tenía curiosidad sobre ese chico.

~ ¿Curiosidad?

No sé si llamarlo así realmente, pero ni bien terminó el culto y el ya se retiró.

- Que rara forma de ser - susurré. Mientras todos los jóvenes se saludaban y planeaban salir a almorzar todos juntos, el simplemente se iba.

- Veremos si alguna vez puedo hablarle - pensé.

Después de todo, aunque una persona sea distante y no quiera interactuar, el ser humano de por sí no le gusta estar sólo y de seguro a de sentirse así, yo lo sé...

~ Porque lo viví también...

✨•✨•✨•✨•✨•✨•✨•✨•✨•✨•✨

Buenasss mis lector@s

Os dejo por aquí el segundo cap. espero y sea de su agrado :3

No olvidéis dejarme su ⭐ si les gusto, que eso me anima a seguir subiendo mas capitulos.

El tercer capítulo ya habrá más desarrollo entre estos dos jeje.

¡Nos vemos en el próximo cap!

Besitos, bye🤍✨

Mi dulce PropósitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora