Capítulo 18 - El inicio

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Me perdí en aquellos ojos color miel que me miraban tan tiernamente, con esa mirada me transmitía tantas cosas, que no sabía distinguir muy bien, pero sentía un calor en mi pecho que, hacia que quedará vulnerable ante el.

Bajo la mirada y suavemente me tomo de la mano derecha y encerró mi palma en sus dos manos.

- Yo quiero dar un paso más adelante contigo, Beatriz - comenzó a hablar mientras acariciaba mis manos. Yo sentía que el aire me faltaba a causa de que mi corazón latía aceleradamente.

No pude pronunciar palabra, ni hacer ninguna expresión, solamente lo miraba fijamente, y en sus ojos veía, lo que yo esperaba ver.

~ Sinceridad...

Tomaba pausa, suspiraba y bajaba la mirada, yo entendía que tal vez el expresarse sea algo que le cueste mucho hacer, pero valoraba su valentía. Hasta ahora, no me daba cuenta que, esta declaración era algo que mi corazón anhelaba y esperaba.

Comencé a tomar control de mi nerviosismo y lo mire tiernamente, también correspondí a su agarre.

- Le hablaba a Dios de ti, todas las noches - continuo, mirando el cielo - Como si el no te conociera, ni supiera, le contaba los días que compartía contigo, y de cómo me sentía al tenerte a mi lado - sonrió mientras indagaba en sus pensamientos.

- Y si me aceptas... Es decir... ¡¡Ayyy Dioooss!!

No pude evitar soltar una risita, realmente me parecía algo gracioso su expresión, se le notaba muy nervioso aunque intentaba ocultarlo y ahí confirme que si, le cuesta expresarse.

- Estoy haciendo el ridículo - dijo soltando mi mano y llevando ambas manos a la cabeza.

- A mi me pareces muy tierno - le dije con una sonrisa.

Relajo su semblante y bajo la mirada sonriendo. Era la primera vez que lo veía reír muy seguido.

- No necesito que escojas las mejores palabras Axel, tu sinceridad me...

- Yo te quiero Beatriz, ¿Vale? - me interrumpió tomándome del rostro con ambas manos, podía sentir su respiración algo agitada por los nervios chocando mi rostro.

- No solo quiero que Dios una nuestras vidas, sino nuestros ministerios también, quiero ser parte del propósito de Dios en tu vida y que tú seas el mío.

Yo quedé sin palabras, aparte de tenerlo tan cerca, no esperaba que podía llegar a ser tan lindo, al mirarle a los ojos veía un Axel tierno y amoroso bien escondido, revelándose ante la persona que él desea en su vida.

~ Y esa persona era yo...

No pude evitar que las lágrimas comenzarán a inundar mis ojos, y aunque intenté contenerlas, algunas salieron sin control.
Tiernamente el comenzó a secarme las lágrimas que caían por mis mejillas con el pulgar de sus mano.

- El sentimiento es mutuo, Axel - dije sonriendo aún con algunas gotas de lágrimas en los ojos.

- Quiero escucharlo - dijo sonriente

Los nervios incontrolables hicieron acto de presencia nuevamente, pero está vez, no me impidieron soltar lo que sentía, quería expresarme también.

- Te quiero, Axel

Acto seguido me atrajo hacia él y me abrazo fuerte, y enredo una de sus manos en mis cabellos y me acariciaba la cabeza suavemente.

Yo cerré los ojos y disfrute de su abrazo, el olor de su perfume era suave y me agradaba, no podía creer que todo lo que mi corazón anhelaba, aunque nunca lo quise admitir, ahora estaba sucediendo.

Mi dulce PropósitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora