Adelanto de la historia.

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—¡Mike, debemos huir de aquí como sea posible! —dijo su amigo Tay, desesperado y sin aliento.

ㅤ—Eso lo sé desde que vi a esa monstruosidad. No debí aceptar este plan... —Mike en el fondo sabía que sería una mala idea. Un leve terror y enfado se dan a conocer en sus palabras.

ㅤEn medio de la discusión caen unas latas de pintura a espaldas de Mike.

ㅤ—Está aquí... —susurraron simultáneamente.

ㅤ—Sígueme, busquemos una salida. —Tay procedió a agacharse, percatándose de un rayo de luz que salía de una puerta de metal. —¡Pst! Ven, quizás podramos escapar por allí.

ㅤMike se arrodilla cautelosamente, para tratar de seguir la misma ruta de Tay, baja su rodilla izquierda primero, asegurándose de que no haya nada a su alrededor, pone su otra rodilla en el suelo y seguidamente sus dos manos. Pero sin darse cuenta mueve el estante que estaba detrás suya, dejando caer una caja con latas de spray dentro, lo que causa un estruendo, «Diablos...»  por suerte, el predador no se percató del ruido ocasionado por Mike, así que decide continuar gateando hacia Tay. En un momento de pánico, una mala sensación se apodera de su cuerpo, dando por instinto un pequeño salto hacia delante, perdiendo el equilibrio y cayendo sobre unas cajas con platos y tazas. Se mantiene inmóvil un momento, rezando por no haber llamado la atención del monstruo.

ㅤ—¿Estás bien?

ㅤ—Eso creo...

ㅤLuego de susurrar, un estrepitoso ruido se escucha detrás, junto al gran peso de una estantería con cacerolas y sartenes, golpeándolo fuertemente y atrapándolo contra el piso.

ㅤ—¡Mike! —gritó Tay desesperado.

ㅤTumbado en el suelo, intenta forcejear y pedir ayuda, pero todo es en vano, pues esa criatura no le dará margen al chico para socorrer a su amigo. Está completamente centrada en matar a su compañero. Tay comienza a lanzar latas y tapas de sartenes para intentar alejarla de él, sin embargo, el monstruo ni se inmuta. «¡Cómo desearía haber traído ese revolver!» En un intento desesperado de detener a la bestia, observa al suelo en busca de un objeto que le ayudara, y por fortuna, logra ver unos cuchillos de carnicero desperdigados bajo una estantería. Tay corre hacia ellos, mientras el monstruo pasa por encima del estante en el que Mike se encuentra atrapado, acercándose cada vez más a su presa.

ㅤ—¡¡AHH!! —gritó, de tal forma que se escuchó por todo el almacén, presionando cada vez más fuerte su espalda y pecho contra el suelo.

ㅤCon un paso torpe, largo e inseguro, se acerca cada vez más. Tay se barre por el suelo para llegar al conjunto de cuchillos, pero al momento de tenerlos a sus pies, la bestia realiza un chillido ensordecedor, dejando atrás la cautela, y mostrando así su fuerza bruta, abalanzándose sobre el chico, quien rápidamente toma un cuchillo, se voltea con agresividad, y...

La Pesadilla de GreshamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora