capítulo cuatro

634 140 112
                                    


Beomgyu había dejado de ir con tanta frecuencia a la iglesia, por lo que me vi constantemente forzado a interactuar con mis compañeros de trabajo. Lo gracioso radicaba en que aún no me sabía sus nombre, excepto el de Taehyun y Kai, pero porque ellos eran especialmente más amables.

No conmigo, con Beomgyu.

Siempre que Beomgyu les hablaba, ellos también respondían a su bonita sonrisa y ojos brillantes, le devolvían la mirada y se llevaban bien con él. Algunos otros trabajadores, preferían evitar a Beomgyu.

Y es que no era para menos, según lo que Taehyun en algún momento me contó, la mayoría de personas en el pueblo tenían cierta adversidad por Beomgyu. Me había hecho sentir intrigado el por qué, pero prefería que Beomgyu me lo dijera antes de yo preguntar a alguien más.

Sobretodo los pueblerinos de este sitio.

—Hoy tampoco está, Beomgyu—habló Kai a mi lado, mientras empezaba a dirigir el trabajo de otros compañeros.

Yo había estado manteniendo un ojo en el trabajo de los demás, el mío había terminado hace unas horas. Había terminado todo antes de tiempo, puesto que no tenía ninguna distracción dulce y agradable. Así que sólo me force a mantenerme centrado en lo que estaba haciendo hasta acabarlo.

Miré a Kai, estando de acuerdo con sus palabras. Beomgyu no había estado en ningún momento en la iglesia. No había ayudado a las monjas con sus tareas, no había estado para el almuerzo, para ayudar en la cocina. Tampoco había pasado un tiempo libre conmigo en la tarde. Por lo que me respecta, la ausencia de Beomgyu era muy notable en la iglesia.

—Sí, estos días no ha estado viniendo—respondí, más como por llenar el espacio en la conversación vacía.

Kai me miró.

—¿Sabes el por qué?—me preguntó.

Yo me encogí de hombros.

—No, no lo sé.

Me distraje mirando el trabajo, sin muchos pensamientos claros rondando en mi cabeza. Y los que llegaban a ser precisos se dirigían a una sola persona. Me encantaría poder responderle a Kai que en realidad sí sé por qué Beomgyu no está en la iglesia como siempre. Y más aún, me encantaría responderme a mí misma que donde quiera Beomgyu esté, él está bien. Pero no puedo, porque realmente no tengo manera de saberlo.

Si Beomgyu no viene a mí, yo no sé cómo ir a él.

—Supongo que está con sus padres—complementé.

Entonces, Kai me miró pensativo.

—Creo que he visto a su padre aquí algunas veces—me dijo.

Fruncí el ceño. Hizo una mueca en su rostro.

—Ha venido un par de veces, un poco enojado—continuó—la mayoría de veces, venía buscando a Beomgyu—explicó—pero se iba porque nunca podía encontrarlo.

Sabía que el hecho de que su padre no podía encontrarlo era por mi culpa. Porque Beomgyu siempre estaba a mi lado durante todo el día. Y ahora incluso en las noches.

—También, escuché una vez al padre de la iglesia hablando con él—dijo—el padre de Beomgyu parece ser alguien muy deboto—me informó.

Lo miré, esperando que me contara más. Pero al parecer no tenía nada más qué decirme, así que se despidió de mí para ayudar con otras instalaciones en la iglesia.

Y yo me quedé en mi sitio pensando sobre Beomgyu y sus padres. Pensando en que no debería entrometerme en la vida complicada de alguien más. No eran mis problemas, ni debería preocuparme por ellos. Pero la imagen de un Beomgyu lastimado, con lágrimas, me retorció.

spring flower (silver spoon) • yeongyu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora