Capítulo II

17 0 7
                                    

¡Tiene que ser un Pájaro mi amigo –
Porque vuela!
¡Mortal tiene que ser mi amigo,
Porque muere!
¡Tiene púas, como una Abeja!
¡Ah, mi curioso amigo!
¡Tú me dejas perpleja!
(Emily Dickinson)

Definitivamente nunca habían sido asignados a una misión como está, o eso pensaba Marlene después de haber escuchado las indicaciones dadas la semana anterior. No la consideraba difícil, pero tampoco le emocionaba. Pasar horas en una fiesta del ministerio en medio de una de las guerras más grandes del mundo mágico no le parecía correcto. Eso solamente le hacía odiar más la política mágica, que desde su perspectiva, no hacían nada para detener tantas perdidas, soltando excusas cada que algo trágico pasaba y culpando a inocentes.

La rubia se encontraba arreglándose en su habitación, a regañadientes por parte de su novia, que más de una vez trató de explicarle que debían vestirse específicamente como Moody lo pidió, ya que era un asunto más político, no debían asistir a la gala con la ropa que normalmente acostumbraban a usar. A cambio, Moody les proporcionó un par de vestidos a su medida que habían traído Sirius y Remus un par de minutos antes. 

– Es que no lo entiendo, ¿cómo se le ocurre mandar a los cuatro menos acostumbrados a ese tipo de eventos? – se quejó mientras se delineaba uno de sus ojos con mucho cuidado –. Bueno, claramente Sirius no… pero el punto es que, ¡tenían a James y Lily! Nadie mejor que ellos para esto. 

– Recuerda que están ocupados preparando su boda, linda – respondió Dorcas al otro lado de la habitación –. Deja de quejarte, solo es esta vez y es una manera de ayudar a la orden, ¿no querías eso? 

Marlene no pudo contestar a eso. Tenía razón, llevaba tiempo quejándose por las misiones que le daban, justificando que podía aportar mucho más que eso. Al principio quería estar en la acción, tener duelos y vencer mortífagos como Alice y Frank, incluso James, Lily y Sirius habían tenido encuentros así. Después se dio cuenta de que era solo un sueño de adolescente genérica que no entendía el peligro y si no la mandaban era porque tal vez no estaba lista, o porque podría hacer otras cosas. 

– No quería… no me refería a eso, linda. Perdón – dijo Dorcas, dejando la brocha que tenía en la mano y yendo al otro lado de la habitación para sentarse junto a Marlene.

– No, está bien. Tienes razón – pensó unos segundos –. Solo… últimamente siento que todo va algo extraño en la orden. 

– Creo que todos lo sentimos. 

– No, no es lo mismo. Se que hay algo o alguien que nos está llevando a caer día tras día. Alguien de nuestro lado. 

– Eso no puede ser real. 

– Cada vez somos menos y la información es más confidencial que al inicio. Nadie confía en nadie. ¡Es muy obvio! 

La pelinegra se tomó su tiempo para responder y cuando tomó aire para hacerlo, un ligero golpe tocó la puerta, que se abrió al instante después de que Marlene moviera su varita. Sirius entró sin pensarlo, con un vestido en la mano. 

– Se tardaban demasiado y hemos decidido subirles esto – dijo mientras señalaba dramáticamente al bello y elegante vestido rojo en sus manos. 

– ¡Por Merlín! Sigo sin acostumbrarme a tus entradas con casi nada de aviso. El que ustedes dos se tengan tanta confianza para entrar como si nada a sus habitaciones, no significa que yo sea igual – expresó fuertemente Dorcas, que se había levantado. Marlene y Sirius comenzaron a reír. 

– Tranquila, Cass. No he visto nada – dijo Black con tono sarcástico. 

– Por lo menos toca antes – respondió –. ¿Y Remus? – preguntó al notar que el castaño no estaba. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 13, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

no body, no crime Donde viven las historias. Descúbrelo ahora