Capítulo I

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Sus manos destilaban sangre, tenía el labio roto y el cabello hecho una maraña de enredo. Se había cortado las venas y su cuerpo yacía en el piso de las duchas.

—No— musité —Beira ¿Qué fue lo que hiciste?— me acerqué a la chica toqué su cuello y aún tenía pulso —¡Por favooooor que alguien me ayude!— grité con todas mis fuerzas


—Lo hizo Gretta— Beira habló en un tono demasiado bajo

—¿Quién?—

—El director Correll— susurró

—¿Te ha violado?— inquirí dejando caer mis lágrimas ella asintió levemente con la cabeza y cerró los ojos

Recordé entonces la tarde de la terapia en la que Beira me había contado que el director la acosaba, era un maldito enfermo de mierda, tenía fetiches con Beira ya que él aseguraba nunca antes haber tenido sexo con una morena, en el momento no le di tanta importancia pues confiaba en que no sería capaz de violar a Beira, aunque la chica me aseguraba que ya la había intentado tocar. »No te preocupes, no creo que se atreva a tanto» fue lo que le dije a Beira después de que me lo contara. Fui una estúpida y mala amiga al no apoyarla más, si le hubiera dado la importancia que merecía quizás ella no hubiese tenido que pasar por esto.


Mordía mis uñas mientras esperaba en la sala de la cruz roja en la que hace unos minutos había llegado, Beira entró aún con vida a la emergencia y tenía fe de que iba a salir caminando por su propio pie de ese lugar.

—¿Dónde está Beira?— la doctora Harden se paró frente a mí acompañada por el Director


—¿Cómo puede estar aquí después de lo que le hizo?— me puse de pie y hubiera deseado tener puños de acero para partirle la cara al director

—¿Está viva?— fue lo que el asqueroso hombre preguntó ignorando lo que yo había dicho


—¡Eso no le importa! — vociferé con furia e impotencia

—Será mejor que te comportes Gretta, tú no deberías estar aquí — la doctora me tomó del brazo haciéndome presión con sus largas uñas

—¿Ustedes vienen con Beira?— preguntó el doctor saliendo de emergencias iba a caminar hacia él pero Harden me apretó con demasiada fuerza el brazo

—Sí, yo soy su amiga— me adelanté a decir

—Nosotros nos haremos cargo Gretta— el director Correll le hizo un gesto a la doctora para que me sacara de ahí

—No iré a ninguna parte sin saber de Beira, además, tengo que ir a una estación de policía— dije entredientes

—¿Está todo bien?— ésta vez fue el Doctor quién habló alternando la vista entre los tres

—Por el bien de Beira y el tuyo será mejor que regreses al hospital. La Doctora Harden y yo te informaremos sobre el estado de tu amiga, Gretta— Correll habló y me miró con seriedad

—No me iré de aquí— aseguré sin titubear

—Lamento informales que Beira está muerta— dijo el Doctor que la había atendido al entrar

Mis ojos ardieron e inevitablemente las lágrimas nublaron mis ojos, sin embargo no me quedaría de brazos cruzados. Ese maldito director pagaría lo que había hecho, y yo me encargaría de eso. Él la había violado, él fue quién la orilló a tomar esa decisión por ese horrible hombre mi amiga se había suicidado.

GrettaWhere stories live. Discover now