Hi, gentee.
Esta es mi primera historia luckity, espero que les guste 💞.
Me inspire en la canción "Emo Boy", ya sabrán porqué jsjs.Los y Las amo💞💞.
🛐Amén🛐
.˚・。. ・ ˚• 🐤 •˚ .・。.・˙∘˚
Quackity se encontraba caminando tranquilamente por la acera de una no tan recurrente calle de Karmaland. Como siempre con sus auriculares sonando cualquier canción, desde los Tigres del Norte hasta Doja cat.
Cuando derrepente, fija su mirada en un chico. A los ojos del pelinegro, era muy atractivo, sobretodo porque tenía pintas de emo. Para adornar mejor el ambiente, empezó a reproducirse en los auriculares la canción "Emo boy".
Quackity en ese momento se sintió desfallecer, la canción le quedaba como anillo al dedo a aquella situación y para rematar el castaño había fijado su mirada en él al darse cuenta de su no tan disimulado observar.
Aquel chico emo le había guiñado el ojo.
Seguidamente se escuchó la frase
"come on, fuck me, emo boy!" en aquella canción.Quackity quería gritar de lo rojo y avergonzado que estaba. Pareciese como si la canción y la situación se habían complementado para subirle los colores a la cara y darle un momento digno de una escena de película adolescente.
Rápidamente el pelinegro desvío la mirada al piso y apresuró su andar a cualquier lugar que no fuese donde estuviese aquel muchacho que lo puso como loco embobado.
-Puta madre.. - murmuró entre dientes, implorando porque aquel hombre no se le acercase ni nada parecido. Como si quisiese olvidar este momento tan curioso y coqueto.
-Oye! Chico de los audífonos! - Escuchó débilmente por el sonido fuerte de sus auriculares. Giró su cabeza hacia la dirección de la voz, junto al acto de retirarse los auriculares. Dándole su atención a aquel castaño que se había acercado, quedando a unos centímetros de distancia.
-¿P-pasó algo?- Dijo tímidamente mirándolo, si que era lindo ese chico pensó rápidamente, poniéndose nuevamente colorado.
-No realmente, solo que me pareciste un chico muy guapo y te quería pedir tu número- Dijo el castaño rascandose la nuca, claro signo de estar nervioso, aunque seguramente muy poco a comparación del tímido pelinegro frente a el. -Claro, si no te incómoda por supuesto- agregó
-Ah.. E-esta bien, no me incómoda.- Sonrió amablemente al finalizar - ¿Tienes tu celular para anotartelo?- Solicitó amablemente, aunque nervioso, recibiendo un asentimiento como respuesta.
-Toma- dijo entregándoselo - Por cierto, ¿cómo te llamas?- Preguntó observando el rostro ajeno, notando aquellos lunares tan hermosamente dispersados, de los cuales algunos trazaban un camino entre ellos y otros solitarios pero bellos. También fijándose en aquel perfil tan pulcro y seductivo, junto con aquellos labios que por un momento deseo poseer.
-Me llamo Quackity, ¿y tú?- Dijo después de haber terminado de poner su número. - Soy Luzu, es un gusto conocerte, quacks- Contestó tomando su celular y mirando por un momento la pantalla de este, sonriendo después. - Bueno, muchas gracias por darme tu número, te escribiré, eso tenlo por seguro, lindo- Dijo sonriendo coquetamente- Nos vemos, Quacks- Se despidió con un ligero movimiento de mano.
Quackity trató de imitar esa acción, observando la espalda del muchacho mientras se retiraba. Se sentía como estar en una nube, ese hombre si que lo había dejado embobado con simplemente guiñarle el ojo y sonreírle coquetamente. Así que se dirigió camino a su casa para poder esperar el mensaje del precioso español.
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Hey, Emo Boy! /Luckity
Short Story.・✫・゜・。..・✫・゜・。..・✫・゜・。 Quackity siempre deseó una historia de amor y sexo desenfrenado, pero siempre quedó en sus más profundos deseos. Hasta que un día, le ocurrió una curiosa situación con un castaño de nombre Luzu. Pobre de Quackity, no sabía...