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𔘓

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𔘓

las flores que crecían cerca de su hogar eran realmente lindas, le fascinaban tanto que le gustaría tener algunas decorando los alrededores de sus ventanas pero eran demasiado bonitas como para arrancarlas de la tierra, así que prefería seguir sentado cerca de ellas para poder sentir su aroma mientras comía pequeños pedazos de brownies horneados por él mismo. dirigió su vista al cielo y notó como el color anaranjado comenzaba a hacerse presente, le recordaba a cuando pasaba sus tardes junto a su tan querido novio admirando el firmamento. su novio, minho... él estaba a punto de llegar a casa.
con ese pensamiento en mente tomó con emoción la canasta que había llevado y, con un paso veloz, comenzó a dirigirse a su hogar.

al entrar a su casa dejó la canasta sobre la mesa y tomó los brownies que había guardado para su novio, también dejándolos sobre la tabla de madera, a minho le fascinaba comer cada uno de los postres que jisung cocinaba y a jisung le fascinaba esperar a minho con algo dulce para comer. no faltaba mucho para que el mayor llegara y supo que no se había equivocado cuando la puerta fue abierta.

- ¡príncipe! - exclamó mientras se levantaba de su asiento para correr a los brazos contrarios.

rodeó la cintura del más pequeño para abrazarlo y acercarlo a su cuerpo mientras cerraba la puerta tras ellos - han pasado dos años desde que no soy un príncipe, cariño - soltó una pequeña risa, luego besó brevemente los suaves labios de su novio.

- eres el príncipe de mi corazón.

- creí que era el rey de tu corazón - ladeó su cabeza.

rodó sus ojos y frunció su ceño. llevó sus manos a las mejillas ajenas y las presionó, formando una mueca graciosa en el rostro de minho - arruinas mis intentos para ser romántico contigo, ¿por qué eres así?

soltó una risa con algo de dificultad debido a la presión en sus mejillas - te amo.

- también lo hago... - abultó sus labios, soltando las mejillas de ese chico - ... de hecho, hice brownies para tí para que supieras que te amo mucho.

- oh, ¿en serio? - sus ojos se desviaron a la mesa por unos segundos, segundos que tardaron en volver al rostro de jisung - ¿qué hice para merecer a un chico tan bonito como tú?

se alejó un poco de él, dándole pasó a la mesa - hablas como si fuera lo mejor de tu vida.

- bueno, tú eres mi vida - después de hablar se acercó a la mesa, tomó un pedazo de brownie y lo llevó a su boca para morderlo.

- dios mío, tú naciste bañado de azúcar - soltó una pequeña risa tímida, dirigiéndose a la cocina.

comenzó a buscar las cosas que usaría para preparar la cena, aunque no sabía bien que cocinaría esa noche. minho también se dirigió a la cocina, ya había terminado el primer trozo del brownie que su novio le había preparado y ya iba por el segundo, todo lo que jisung cocinaba era delicioso y con el paso de los años no había hecho más que mejorar, se recargó en el marco de la puerta mientras mordisqueaba ese postre tan delicioso y observaba al menor.

𝗉𝗋𝗂𝗇𝖼𝖾𝗌𝖺 𝗁𝖺𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora