"70"

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Narra Grecia Evans

Estaba dando vueltas en la misma habitación, con el corazón en la garganta y mis manos sudorosas. Nadie me decía nada, casi se hacía medio día desde que se fueron. Quería que las cosas fueran sencillas y rápidas, aún si Albert llegaba a estar en la casa las cosas no serían así, sin embargo que no sepan nada de él me inquieta aún más.

La puerta se abre y me volteo enseguida, suelto un suspiro al ver a Celeste

—¿Y los niños? —pregunto para yo misma tranquilizarme

—Están con James, en el hotel. El quiso venir pero le dije que no

—¿Le dijiste algo de mi madre?

—No.

No le había dicho a mi padre que mi mamá vivía, no quería sorprenderlo o que incluso se pusiera mal por la impresión de una noticia como esa. Cuando esté aquí, le hablaré con calma. El solo piensa que es mi hijo quien está vivo solamente, y que Fabián y Luca fueron por él.

Me senté en uno de los sofás, ella imitó mi acto y se posó a mi lado. 

—Tranquila —empujo mi hombro

—¿Cómo estás tan tranquila? Tu esposo también está allá —dije mirándola 

Ella lucía calmada, confiada; Luca también se veía tranquilo también. Eso me ponía aún más ansiosa

—Grecia no te alteres mucho —dijo —Ellos estarán bien, y verás como todos llegan. Además, le haces daño al bebé

La mire con los ojos abiertos como platos

—¿Tu...estás embarazada? —le pregunté enseguida

—No. Tu si lo estás

Fruncí el ceño. Ella siempre tiene sus ocurrencias, cuando la que debería cuidarse es ella, que tuvo 3 hijos en menos de diez años.

—Por dios Celeste ¡No digas eso! —eché mi cabello hacia atrás —No es momento de tener otro hijo yo... Apenas y voy a recuperar al primero

Su mirada se suavizó

—Hazme caso. Y en cuanto salgas de todo este estrés, vas a ver un médico

—Ajá —respondí pero me fulminó con la mirada

—Pero hablo...

La puerta fue abierta de golpe. Ambas nos levantamos, lo mire de pies a cabeza, solo se veía sudado. Luca estaba bien. Su esposa corrió a sus brazos y este la recibió con los brazos abiertos; se besaron y susurraban cosas entre sí.

—Luca

Lo abracé esta vez. Si, estaba muy sudado, y su olor no era el mejor, pero era una preocupación menos para mí verlo bien. 

—¿Estás bien? ¿Dónde está Fabián? ¿Mi mamá? ¿... Mi hijo?

Él sonrió levemente y dijo:

—Todos están bien

Sin más, salí de esa habitación. En Realidad no sabía exactamente a dónde iba, sólo los buscaba. Al cruzar por un pasillo choque, y su varonil aroma me invadió.

—Grecia —me apretujo hacia él con fuerza

Solté las lágrimas que tenía retenidas desde hace horas, al verlo ahí, frente a mi, sano y salvo.

Rompimos el abrazo y enseguida unió sus labios con los míos, su lengua acarició la mía de una manera que no había sentido jamás, me sentí en la casa.

—Gracias... Gracias a Dios estás bien —dije sobre sus labios

—Te amo —beso

—Y yo a ti —beso —¿Dónde están? Ellos...

—Ven —tomó mi mano

Seguimos un poco más y nos detuvimos frente a una puerta. Me miró y besó mi frente, señal de que siempre va a protegerme. Abrió esa puerta y la primera en sentir sobre mi fue ella, mi madre. 

—¡Hija! —sollozó en mi oído

—Mamá... —la abracé fuerte

Ambas llorábamos. Tanto tiempo pensando que mi madre estaba muerta, que ese hombre la había asesinado, pero no, ella estaba con vida y para mí no era más que un recuerdo.

—No puede ser —nos separamos —Mírate... Te ves —el llanto no la dejaba hablar —Eres toda una mujer —me abrazó nuevamente

—Mami...

—Mamá ¿Y quién es ella? ¿A dónde vamos ahora? Mi papá nos va a encontrar.

Mi mamá me soltó y observé al pequeño, estaba sudado, se veía cansado también. Y... Woah, como se parecía a mí.

—Cálmate cariño —mi mamá intentaba tranquilizarlo pero él parecía alterado y preocupado

—Jake —la voz de Fabián se hizo presente. El niño lo miró —¿Recuerdas que en el avión te hablé de mi esposa? —me abrazó levemente por detrás

Él asintió levemente. Se veía molesto.

—Ella es mi esposa —me guió hasta estar cerca de él —Grecia

—Hola —saludó cortante el niño

—Jake —mi mamá mi regaño

El corazón se me partió enseguida, verlo frente a mi, eso solo me hizo recordar cuando sentía como se movía y daba pataditas dentro de mi. Mis lágrimas volvieron.

—No quiero estar aquí —dijo en dirección a mi madre —¿Y porque te dijo "mami” mamá? —Estaba alterado, confundido

—Jake —mi mamá tomó sus manos —Te hablé de esto una vez

La mire con los ojos abiertos como platos

—Mamá —la miré

—Si pero no quiero estar aquí, ni estar con nadie más mi conocer a nadie —se cruzó de brazos

Me eche un poco hacía atrás pero Fabián me tomó enseguida

—Tranquila —me susurró

Jake abrazó a mi mamá, lo veía llorar. No podía más, no ahora

Salí de la habitación, dejándolos ahí. No podía ahora, eran muchas cosas para un solo dia.

—Grecia —oí la voz de mi marido —Oye, esto lleva tiempo, lo sabes

—Lo sé Fabián —miraba por la ventana

Tomó mi mentón para que lo mirará, seco una de mis lágrimas con cuidado

—Tiene ocho años...

—Pero no es tonto —me interrumpió —Y solo está confundido ahora, la misma Elena tiene que hablar con el ¿Si?

Asentí

—¿Quieres irte? No te ves bien amor —acarició mi rostro

—Pero mi mamá y Jake ellos...

—Se vienen a la casa, el FBI envió guardias ahí, mañana vendrán y darán su declaración, pero por ahora podemos ir a la casa. Le dije a Luca que llevará a James mañana

Lo abracé, ya tenía todo listo. Típico suyo

—Bien... Vámonos y así me cuentas más sobre...

—Tienes que descansar, tenemos —suspiró —Le diré al capitán que nos vamos, dió el permiso

—Fabián...¿Y Albert?

Guardó silencio por unos minutos

—No lo sabemos. Pero, pero tienen muchos de sus hombres, van a sacarles información sobre el

—¿Y si sus hombres son muy leales?

Negó 

—La policía interroga de la misma forma en la que la mafia lo hace

Una Vida a tu Lado [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora