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"El dolor de la separación no es nada comparado con la alegría de reunirse de nuevo." – Charles Dickens. . *･῾📖 ᵎ⌇💝 ⁺◦ 🧸 ✧.*
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A Iracebeth jamás le había gustado ir de compras con su madre.
Le resultaba cansador y tan estresante. ¿Para qué despilfarrar tanto dinero en algo que solo usarás una vez? No había una explicación lógica para ello, pero aun así no tenía el espacio para reclamar. Lo único que conseguía al contradecir a su madre eran castigos y palabras que ninguna niña de su corta edad deseaba escuchar. Era justamente por esto último que siempre optaba por aceptar ordenes a cambio de un par de halagos y la extraña sensación que provocaban esos vestidos a base de telas carísimas, según las mismas vendedoras, que por cortesía le dedicaban palabras dulces.
Así mismo, a pesar de lo diferente que pensará, allí se encontraba. Sentada en un sofá dentro de una tienda de nombre extraño mientras su madre y su hermana seleccionaban prendas para la celebración que pronto se llevaría a cabo en honor al reciente ascenso de su padre. La pequeña pelirroja solo se dedicaba a resoplar y mover sus pies intercaladamente debido al aburrimiento.
Su madre la miraba con los ojos entrecerrados, como si estuviera tratando de decidir qué decirle.
—Quédate quieta, Iracebeth. Acompañaré a tu hermana al probador y volvemos. —Le dijo finalmente, mientras se apresuraba en darle indicaciones a una de las empleadas de la tienda para que la vigilara en su ausencia. Pues ella más que nadie sabia lo inquieta que era su hija y como ante el mínimo descuido se metía en extrañas situaciones—. No te muevas de aquí.
