Los monstruos también sentimos

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Mientras la profesora Winchester se dirige al salón de actos donde se encuentran los alumnos citados, ellos escuchan como el sonido de sus tacones se va acercando.

La mujer abre la puerta que se encuentra encajada y entra a la sala.

-¡Muy buenos días, chicos! -No recibe respuesta por ninguno. -Veo que venís con ganas. -Soltó una risita para tratar de bajar la tensión que se había generado. -¿Y si os presentáis y decís por qué pensáis que estáis aquí? -Otra vez sin respuesta. -Vale... ¿por qué no empiezas tú? -La señora Winchester a la chica que estaba más alejada de todos.

-¿Yo? -La señora Winchester asiente. Los demás chicos que se encuentran en la sala se giran para ver a la chica. -Bueno... mi nombre en Anna McLee, Ann para los amigos. Amigos que no tengo. -La última frase fue casi un susurro.

-Bien Anna, ¿se te ocurre algo por lo que estás aquí?

-Para meter a los marginados en algún sitio. -Salta la chica que está sentada al frente.

-Es una opinión, señorita...

-Vandelle, Melody Vandelle

-Bien, su opinión es aceptada, pero ahora hablaba su compañera Anna -la nombrada dice que no pasa nada pero la señora Winchester la ignora -, asique para que haya una buena convivencia debemos respetar los turnos de palabras. -El tono de la señora Winchester era amable pero también agresivo, quizá mas agresivo que amable.

-Muy bien.

-Bien. Continuemos. ¡Tú! -Señala ahora a un chico de piel oscura sentado una fila más adelante que Anna. -Presentate.

-Yo... soy... Marcus Gronw.

-Fantástico. La siguiente.

Ahora era el turno de una chica sentada en el extremo izquierdo de esa misma fila.

-Yo me llamo Sophia Ward.

-¿Y vosotros dos? -Ya solo quedaban dos chicos uno con rasgos asiáticos sentado en la segunda fila y el otro chico en la primera.

-Yo soy Sack Morris. -Dice el chico de la segunda fila.

-Y yo Hugo Ward, Sophia es mi prima.

-Vaya, asique ya os conocéis algunos.

-Nos conocemos todos entre todos salvo a la rubita de atrás. -Dice Melody señalando a la chica que se había presentado primera.

-Yo soy nueva, llegué hace dos días a la ciudad. -Dice la chica.

-Entonces esto te vendrá bien para que conozcas a algunos chicos de tu edad.

-Supongo.

-Ahora que todos os habéis presentado os voy a decir los horarios y que vamos a hacer en las sesiones. Nos reuniremos en la aula 15, en el segundo piso, que la sesión de hoy fuese aquí ha sido algo puntual, ¿vale? También, esto es un espacio seguro para vosotros, para que os contéis vuestros problemas entre vosotros. -Melody levanta la mano con vagueza. -¿Si Melody?

-Yo, aparte de que no les voy a contar nada a ninguna de estas personas, no quiero que ningún profesor se entere de lo que yo hable con nadie.

-Por eso cuando empiece la sesión yo me saldré y me quedaré en la puerta, para que podáis ser totalmente libres de contaros lo que queráis.

-¿Nos dejará solos toda la hora? -Pregunta Anna.

-Si, pero estaré en la puerta por si necesitáis algo u ocurre algo.

Los chicos se miran entre sí sin decir nada, como tratando de averiguar qué piensa cada uno. Ninguno averigua nada.

-También os recordaré que tenéis prohibido usar vuestros poderes en el instituto cuando no tengáis a un profesor delante.