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-¡Chicos! -Sophia, Anna, Sack y Marcus se giran para ver a Hugo que es el que los había llamado. -¡Era Mel, se une para ayudar a Ann! -Sophia abre mucho los ojos, ya no solo por las palabras de su primo, sino porque venían agarrados de la mano.

Cuando Hugo y Mel ya han llegado con lod demás Sophia mira a Mel a los ojos y luego a su mano, que sigue agarrada a la de su primo, luego otra vez a los ojos y después a la mano. Mel se da cuenta de por qué Sophia está de esa manera y suelta disimuladamente la mano de Hugo.

Anna se acerca a Melody con una enorme sonrisa, no se había dado cuenta de que venía agarrada de la mano con Hugo ni de cómo Sophia la miraba incredula.

-Hola, soy Anna, aún no nos habíamos presentado oficialmente. -Anna le extiende la mano. Mel duda por un segundo pero luego se la estrecha.

-Encantada Anna, soy Melody, Mel para mis amigos.

-Ann para los míos. -Ambas se sonríen mutuamente, aunque son dos sonrisas conpletamente distintas, la de Anna expresa alegría, entusiasmo, nerviosismo, pero la de Mel expresa una alegría que no termina de florecer por la pena que siente por dentro.

-¿Me explicais qué estáis haciendo? -Dice Mel soltandole ya la mano a Ann. -¿Cómo que no sabe que monstruo es?

-Es medio humana. -Le dice Sack. -Su madre es humana, su padre es sirena, Robert... -Sack se da cuenta de lo que acaba de decir. El padre dd Anna es Robert McLee, el nuevo agente que lleva el caso del padre de Melody.
K
-¿El agente Robert es tu padre? -Le pregunta Melody algo tensa.

-Si, ¿pasa algo? -Melody se pone muy nerviosa, disimuladamente esconde sus manos detrás de su espalda, empieza a arañarse a sí misma, es su manera de relajarse en situaciones como esa.

-No, solo no sabía que fuese tu padre, pero no pasa nada. -Mentira. La mano de Melody ya esta tan roja como un tomate, para de rascarse porque sino empezaría a sangrarle la mano. Coloca de nuevo sus mano hacía delante, para que no sospechen, tapa la mano que se ha estado arañando con la otra que tiene en perfecto estado. Nadie se da cuenta de nada, ni Hugo.

-Será mejor que dejemos el bosque por hoy, me estoy aguantando las ganas de no ir a por esa ardilla. -Dice Sophia, ella ha notado que el nombre del agente no le ha hecho especial gracia. -¿Vamos al ARgus'?

-Yo no puedo, tengo que cuidar de Gabi. Me voy chicos, se me ha echado el tiempo encima. -Marcus se despide de sus amigos y se transforma en sombra para ir más rápido.

-Yo tampoco puedo, como vuelva a susender Matemáticas mis padres me matan. -Sack se levanta y se va corriendo, no sin antes despedirse.

-Y solo quedaron cuatro. -Dice Hugo metiendose las manos en los bolsillos de su sudadera. -Yo si puedo.

-Yo también. -Dice Anna.

-Yo supongo que también, no creo que mi madre me espere para cenar juntas. -Dice Melody.

Los cuatro salen del bosque juntos y se dirigen al ARgus'. Mientras caminan por la calle la gente mira a Melody y cuchichea. Esto es algo de lo que los cuatro se dan cuenta.

-¿Por qué te miran tanto, Mel? -Le pregunta Anna.

-Una larga y terrible historia, pero es la razón por la que estás en esta ciudad. -Ann pone cara de confusión. -Es por el caso que lleva tu padre, el agente Robert McLee. -Ann decide no seguir preguntando, nota que no le gusta mucho a Mel hablar sobre eso.

Cinco minutos más de cuchicheos y malas miradas hacia Melody, llegan a ARgus'. Entran, Anna no se esperaba esa decoración, el local está decorado con cosas de piratas, hay redes que parecen haber sido muy utilizadas, replicas de barcos famosísimos, fotos antiguas de pescadores sonriendo con un pez enorme en las manos.

-Que no te engañe esta decoración tan marinera, este es un sitio de comida rápida, aunque también sirven pescado. -Le dice Sophia.

Sophia y Anna que han sido las primeras en entrar al establecimiento se dirigen al montrador para pedir los batidos.

-¿De qué los queréis? -Pregunta Sophia a Anna y a Hugo y Melody que acabab de llegar al mostrador.

-Yo... -Anna duda un segundo. Ve que todo lo que hay en la carta tiene demasiado azúcar, asique no pide ningún batido. -¿Hay café con hielo?

-Si, pero los batidosde aquí son los mejores, ¿no quieres uno? -Anna mira hacía abajo, levanta la mirada de nuevo y niega con la cabeza. -Bien pues un café con hielo para ti. ¿Vosotros?

-Yo un batido de fresa. -Dice Hugo.

-Ag... No sé cómo te pueden gustar. -Dice Melody. -Ni siquiera saben a fresa.

A Hugo le gusta que Melody le tome el pelo, le hace sentir como que vuelvea ser ella.

-Lo mismo digo -dice Anna -, están malísimos. -Las chicas se sonríen y en un gesto de complicidad se chocan los puños.

-Mel, ¿tú qué quieres? -Le pregunta Sophia.

-Un batido de chocolate, eso si es un buen batido. -Le guiña un ojo a Anna.

-Recapitulemos, Hugo un batido de fresa, Mel un batido de chocolate, yo un café con hielo y Sophia lo que se vaya a pedir ¿no? -Todos asienten -Vale, era para que no se me olvidase.

-Idos a una mesa vosotros dos, y Anna y yo llevamos los batidos, ¿vale? Pago yo. -Dice Sophia. Todos están de acuerdo. Hugo y Mel se van juntos a buscar una mesa libre.

-¿Esta? -Pregunta Hugo.

-Me da igual. -Le responde Mel sentandose. Hugo se sienta enfrente.

-¿Sabes que algún día me tendrás que contar por qué...? -Hugo no se atreve ni a decirlo. -Es decir, ya te he dicho que no te voy a presionar, y voy a cumplirlo, pero no puedo ayudarte con algo qaue desconozco.

-Es que no quiero tu ayuda. Estoy bien, ya me has visto bien, ni siquiera he dicho nada cuando han nombrado al padre de Ann -Mel vuelve a arañarse la mano escondiendoselas debajo de la mesa, no quiere que Hugo lo vea, eso ya sería demasiado. -, estoy bien Hugo, solo ha sido un momento de debilidad.

-Si, un momento de debilidad que casi te cuesta la vida. ¿Es por la razón por la que no fuiste a la última hora de clase?

-Hugo... -En eso llegan Anna y Sophia, cada una con dos bebidas, una en cada mano.

-Un poco caros los batidos de chocolate. -Se queja Sophia sentandose al lado de Hugo.

-La calidad tiene su precio -dice Melody. -, seguro que el batido de Hugo te ha costado baratísimo, por no decir aue te lo habrán regalado. -Todos sonríen por la broma de la chica, esto hace que Melody sienta un gran calor en el pecho, como un respiro, como se llevase una soga en el cuello apretandola con mucha fuerza y ahora la estuviese soltando, esas sonrisas eran mucho para ella.

-Pues casi, son más baratos que los de chocolate, eso si. -Le dice Sophia dándole un sorbo a su bebida. Ella se ha pedido un batido helado de vainilla. -Que bueno está.

Los chicos se quedan un rato en silencio, aveces mirando por la ventana, otras veces le dan un sorbo a su bebida u otras hacen algún comentario sobre lo buena que está. Pero principalmente reinaba el silencio. Hasta que Anna decide romperlo.

-Sabeis, hay algo que no entiendo. -Todos se vuelven para mirarla, espectantes, esperan a que continue. -¿Para qué está ese ridículo taller dn el instituto? Es decir, sin supervisión ¿cómo saben si hacemos las sesiones o no?

-Supongo que esperaran que después de unas sesiones nos cojamos confianza y empecemos ha hablar. -Dice Sophia.

-Ya, pero ¿por qué nosotros seis? Haber vosotros tenéis esa cosa del verano que no sé qué es, ¿pero yo? De mi no tienen nada, yo no estaba en la ciudad el año pasado.

-Tendrán tu historial de otros años. -Le dice Hugo. Eso hiela la sangre de Anna. Si tienen su historial sabrán de todo lo terrible que le ocurrió el curso pasado, sabrán la realidad de por qué se mudaron y no por la excusa que ella ponía sobre el trabajo de su padre. Eso es su perdición, es el pasado que ella quiere meter en un baúl y tirarlo al lugar más profundo del océano.

-¿Estás bien, Ann? Estás pálida. -Le pregunta Sophia.

-Si, estoy bien, solo... solo tengo que ir al baño. Ahora vuelvo. -Anna se levanta torpemente de su sitio y se va dirección al baño, no sin chocarse de vez en cuando con algo o alguien.

Los monstruos también sentimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora