Capítulo uno: Trabajo imprevisto

93 6 0
                                    

Capítulo 1: Trabajo imprevisto.

Lucy.

—Vamos, Lucy, no es para tanto— me decía mi compañero de equipo, Natsu.

Yo ruedo los ojos, ignorándolo. No quería responderle, estaba muy molesta con él.

—Debe estar en sus días— habla Happy mientras vuela sobre nosotros, con su típica sonrisa burlona.

1...

—Seguramente, como siempre—opina el pelirosa.

2...

—Lucy es una amargada, por eso nunca tendrá novio.

¡3!

—¡Ustedes siempre me ponen de mal humor! —suelto todo lo que estaba conteniendo—¿Cómo no me iba a enojar? ¡Les dije claramente que esta misión era importante para pagar la renta, así que les advertí de no estropearlo! ¿Pero que hicieron? ¡Todo lo contrario!

Ahora ambos se abrazaron mientras me miraban asustados.

—No es mi culpa de que las casas sean tan débiles—me dice Natsu con un tono de ironía.

—Lo único que nos pidió el señor fue que tuviéramos cuidado con las casas de alrededor y aun así no tuviste cuidado—comencé a tocarme la punta de la nariz, intento calmar mi mal humor—Definitivamente arruinan todo, por eso quería venir sola a esta misión.

Es que ¿no podía ser más cuidadoso?

—Per—

—Como sea, Natsu—le corto y él se cruza de brazos como un niño pequeño—Fin del tema, no quiero hablar más de ello.

Happy iba a decir algo más, pero Natsu le hace una seña para que no lo haga. Bueno, al menos había entendido que no me apetecía seguir hablando del tema.

Caminamos hacia Magnolia en un silencio abrumador, ninguno se dirigía la palabra, Happy, por su parte, solo volaba y se detenía a observar los árboles o los lagos cada cierto tiempo, totalmente ajeno a la incomodidad que había entre Natsu y yo.

Al parecer también se había molestado por mi forma de hablarle, de decirle que siempre lo arruinaba todo. Lo sé porque en vez de su carismática sonrisa estaba una línea recta y miraba para la izquierda, por lo que presumía que estaba intentando no mirarme.

¿Tiene el descaro de enojarse conmigo cuando él tuvo la culpa? Hoy en la mañana iba a irme sola a la misión y él apareció de la nada diciendo que éramos un equipo, que era peligroso ir sola y un sinfín de excusas para que me acompañara, por lo que terminé accediendo. Como siempre.

Pero todo termino mal y al final no nos pagaron.

Como siempre.

Vuelvo a tocarme la nariz para calmar la frustración que sentía y suelto un gran suspiro.

Quizás estaba exagerando.

¿O no?

Luego de unos minutos, los cuales fueron bastantes largos por culpa del silencio, entramos por la puerta principal de la ciudad, ya se podía ver la multitud de personas que estaban comprando cosas en el centro de Magnolia o solo caminando por ahí con sus familiares o amigos, por alguna razón, estaban bastante animados. ¿O yo soy la única amargada?

Puede ser, Lucy, puede ser.

—¡Ey, Lucy! — escucho que alguien me llama.

Giro hacia la voz y veo que como Jason levanta ambos brazos, saludándome con una alegría casi contagiosa. Le devuelvo el saludo intentando que no se notara mi incomodidad, justo hoy, uno de los peores días que he tenido, me encuentro con él.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 16, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Sesión FotográficaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora