Mis mareas en tus ojos°•-Aonung x Neteyam

capítulo III

Neteyam pov

Luego de unos largos respiros en la superficie del agua se dispuso a intentar ubicar su hermano, gritando su nombre, sumergiéndose en el agua y buscando cada alternativa para encontrarlo. Casi toda la aldea y comprendida su familia lo hacía y su preocupación no paraba de subir a cada milímetro que el sol calaba y la luna se asomaba

Lo'ak, maldita sea! Donde estas!?–gritó a todo pulmón saliendo nuevamente del agua tras una breve búsqueda bajo esta

Algunos de los habitantes de Metkayna se dedicaban a buscar bajo el agua hasta que por fin una voz muy familiar para mi se hizo presente, y cuando pude verlo los latidos frenéticos que mi corazón antes daba se volvieron más regulares.

Tanto yo como mis padres analizabamos todo su cuerpo para controlar que no estuviera lastimado y en cuanto terminamos de hacerlo me abalanzé hacía él

Nos hicistes preocupar imbécil!–mi madre fue la primera en hablar, seguido yo, preguntándole si se había herido mientras lo sostenía por los hombros, alegrandome de que estuviera con nosotros de nuevo

Pero sintiendo una mirada fija en mí.

Volteé para ver quién me estaba observando, solo para encontrarme al idiota de Aonung

Su cara no era la misma que tenía de todo el rato: de arrogancia, desagrado y superioridad, si no más bien de... Seriedad, u tal vez determinación? Convicción?
Que mal que no hubiera ni una pizca de arrepentimiento en ella.

No quitó sus ojos de mi aunque hubiese claramente volteado a verlo. Nuestras miradas eran frías y calculadoras la una por parte de la otra hasta que decidió dejar de mirame y con discreción regresó hacia donde su padre

Se disculpó con Lo'ak, y grata fue mi sorpresa al ver como este no se la tomaba a mal, y, al contrario de lo que pensé, le sonrió como si nada y cargó con toda la culpa

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Pov de ninguna persona

Oye! Chico tierra! ¿Por que lo hiciste?–habló tras alcanzar al menor

Hacer que?–

Por que te asumiste toda la culpa?–

...–hubo un momento de silencio entre los dos y cuando Aonung estaba por preguntar de nuevo la respuesta salió de la boca del Na'vi–por que se lo que se siente ser una decepción...–dijo en un tono bajo, que aunque quisiera ser escondido, se escuchó fuerte y claro para los oídos del Metkayna, y, mientras que el antes mencionado se quedaba atrás el Na'vi proseguía hacia mar abierto, caminando por unas rocas hasta perderse en el anochecer.

Ahora que se había disculpado con el hermano menor, tocaba lo que tenía programado para el mayor.

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