Capitulo 31

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Después de unos minutos, me envolví en una toalla para poder salir a buscar que me pondría. Después de casi vaciar mi closet encontré esto un vestido que se pegaba a mi cuerpo resaltando mis curvas color rosa claro, unos tacones negros y una bolsa a juego.

No muy convencida me vestí ya que no conocía la 'formalidad' del lugar al que iríamos, tal vez sería demasiado o tal vez muy poco.

Deje mi cabello suelto como de costumbre, solo que esta vez agregue un poco de mousse para cabello, para que se formaran curvas más definidas. Después de maquillarme tome mi bolso, me mire una vez más en el espejo para asegurarme que todo estuviera bien y salí de la habitación.

Me encontré con Justin quien caminaba rápidamente de un lado a otro con 'algo' de desesperación. Como siempre se veía perfecto, solo que esta vez vestía más formal, pero sin perder su estilo desordenado.

- ¿Por qué los nervios Bieber?- le pregunte desde el umbral de la puerta

Este rápidamente volteo a verme y me regalo una hermosa sonrisa mientras caminaba hacia mí

-Te ves hermosa- acaricio mi mejilla, la cual a estas alturas estaba más roja que tomate de temporada -Anda Vamos...- beso mis labios y comenzó a caminar hacia las escaleras sin soltar mi mano

- ¿Y a dónde iremos?- le pregunte entrelazando nuestros dedos

-No te diré...- canto como niño pequeño -Es sorpresa- subía y bajaba sus cejas rápidamente

- ¡Justin!- alargue riendo

-No te diré...- rio junto conmigo

Llegamos al último escalón, estaba por caminar hacia la puerta pero Justin no se movió y por ende yo tampoco ya que me tomaba de la mano.

-Ven- me dijo caminando hacia la sala -Tal vez olvido algo- pensé sin entender, pero aun asi lo seguí, pasamos por el comedor hasta que llegamos al jardín

- ¿Justin?- le pregunte bastante extrañada cuando abrió la puerta que daba hacia el jardín, Sin responderme nada siguió caminando. -Justin a que venimos a...- no pude terminar la oración, ya que quede completamente con lo que veía.

El jardín estaba decorado con una serie de antorchas, que iluminaban de una manera increíble la pequeña y cuadrada mesa que estaba en el centro. La cubría un mantel color crema, sobre esta había un delgado jarrón donde había flores, y unas cuantas velas blancas decoraban la mesa, además de la cubertería de plata y copas.

Seguía completamente anonadada sobre lo que miraban mis ojos, volteé sorprendida a ver a Justin, quien me miraba expectante.

- ¿T...Tú hiciste todo esto?- sonrió mostrándome su perfecta y deslumbrante dentadura - Es... es ¡hermoso!- le dije abrazándolo

- ¿Te gusta?- me pregunto dando un beso en mi mejilla

-No me gusta...-trage saliba- ¡Me encanta!- le respondí tomando su rostro entre mis manos para guiarlo hacia mis labios.


Pasamos horas platicando, sobre nosotros, sobre las cosas que nos gustaban y las que no, era increíble estar con él, parecía que el reloj no avanzaba. No cambiaría su compañía por absolutamente nada en el mundo.


Estaba tratando de controlar mi risa, después de los chistes que me contaba. Se puso de pie y me tendió su mano, ya que logre estabilizarme gustosa la tome e igualmente me puse de pie paso su mano libre por mi cintura mientras que yo pasaba la mía por su hombro hasta su nuca. Me apego a su cuerpo mientras comenzaba a moverse al ritmo de una música inexistente. Lo seguí ocultando mi rostro en su cuello aspirando ese exquisito y característico aroma.

El niñero (APDATADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora