ONE SHOT MECHOA

LENCERIA

No se poner títulos QnQ

Disfruten 

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—Ney, esto es una pésima idea —Memo miraba el encaje negro dentro de la bolsa de papel entre curioso y preocupado.

—No lo es, ¿no te gustaría verlo con eso puesto? —Memo no respondo, la verdad que si lo quería ver así— Ves, tienes que aprovechar no se verán por un tiempo y al fin están juntos, disfruten.

Guillermo lo considero, su matrimonio era muy reciente, apenas había comenzado poco antes de Qatar y después de un año de estar divorciados.

Si era sincero había iniciado incluso antes de estar casados de las madres de sus hijos, pero el trabajo, patrocinios, ligas, estar a un mar de distancia lo dificultó. Por eso ambos mantuvieron una amistad a través de chat o llamadas esporádicas, ni siquiera se atrevían a tener una interacción en las redes del contrario por miedo de que alguien notará que existía más que una amistad latente.

—Si por esto duermo en el pasillo...

—Si, si, le dirá a la canelita —Ney desestimo la amenaza, el boxeador no le daba miedo.

—Bueno gracias.

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—¡FRANCISCO! ¿NO ESPERAS QUE REALMENTE ME PONGA ESTO VERDAD? —el menciono trago, si lo llamaba por su primer nombre era que estaba muy enojado "Maldito Ney" pensó.

—Amor si no lo quieres usar... Está bien, solo pensé que podría ser una nueva experiencia —no recibió una respuesta y eso le preocupo más— ¿Lío?...

—Salgo en un momento —fue todo lo que escucho antes de un prolongado silencio.

—Voy a salir... Y más te vale que no risas.

—No lo are mi chaparrito —el portero se incorporó en la cama tomando su celular y comenzó a grabar. Si esto no se repetía necesitaba tener con que recordarlo. Aún ni lo había visto y ya estaba semi duro de pura expectativa.

Por su parte Messi se miraba una última vez en el espejo no muy convencido. No le quedaba mal, tenía una cintura delgada y amplio pecho, la prenda solo lo resaltaba, aunque su problema era más con la prenda inferior, podía con el corset e incluso el bra pero la tanga... Suspiro, no podría creer que llegaron a esto tan rápido solo llevaban semanas de casados.

—Lo digo enserio Guille si te ríes de esto... —Lío entró a la habitación con la cara roja de vergüenza, vergüenza que duró unos segundos para ser remplazada por enojo— ¿Qué se supone que estas haciendo?

Desde la puerta el más bajo vio a su esposo sosteniendo su teléfono apuntando en su dirección, poco le importo lo que vestí en ese momento y adoptó una pose de autoridad, pero el otro no reaccionó.

—¿Guille? —pregunto ahora preocupado, el más alto no se movía y sólo lo observa, incluso el teléfono termino descansando en su regazo.

—Santa Virgen de la Concepción —el rizado dejó el teléfono en la mesa recado en el despertador. Se levantó de la cama y en un instante tenía al más bajo empotrado en la pared, con una pierna entre las contrarias y una mano sujetando sus muñecas—. Léo, tu es magnifique

—¿Lo crees? —pregunto tímido ante la voz profunda del mayor, sintió que le faltaba el aire, los ojos de Memo estaban oscuros, el agarre en sus muñecas era casi doloroso y el rose en su entrepierna delirante.

—Lo hago —el mexicano acortó la distancia entre los dos besándolo fuerte, casi desesperado, entre tropiezos con la alfombra los llevó a la cama. Pasaron un rato entre caricias, besos y la minuciosa exploración del mayor sobre el traje de encaje negro y elásticos.