ONE SHOT MECHOA

CONSUELO

No me gustan las notas a inicio así que tratare de ponerlas todas al final QpQ

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La habitación seguía tan oscura como cuando llego, no se atrevía a prender la luz dado el estado del propietario, había estado llorando y lo último que necesitaba es que se sintiera peor al verlo con los ojos rojos y las lágrimas manchando sus mejillas, incluso en estas situaciones el alfa era un tanto orgulloso.

—Guille tiene que ignorarlos, siempre son así. No te fijes en ellos cuando hay muchos que si te apoyan —decía el menor sentado en la orilla de la cama.

—Son más los que no, no importa cuánto haga, cuando me esfuerce, por una sola maldita cosa que haga mal y ya están semanas hablando pestes. Y luego se preguntan porque prefiero venir a otro país —la tristeza y enojo eran notorios en su voz, las emociones eran tan intensas que Messi tuvo que tapar su nariz por el amargo en el aroma del alfa, odiaba verlo así.

La mayor parte del tiempo los comentarios no lo afectaban, pero había ocasiones en que la acumulación de todo se desbordaba como ahora.

Poco menos de un mes pasó del mundial, el mundial donde México perdió y los aficionados decidieron que era culpa de Guillermo, otros que era del tata y otros tantos de la corrupción que existía en la CONCACAF y la FIFA. Pocos tomaban las cosas como lo que eran, un juego, a veces se gana otras se pierde, puedes esforzarte mucho pero siempre abra alguien mejor y puede juntarse con un mal día. Eran humanos y todo era posible en una cancha.

El alfa seguía murmurando palabras de autodesprecio. Messi deseaba por de haber llegado antes, pero le fue imposible. Después del mundial se quedó un tiempo en Argentina con su familia y los niños, los cuales seguían haya.

—Soy un pésimo jugador Lío. Y un pésimo alfa —Memo ahora lo está mirando— No soy digno de tenerte. Mereces a alguien que sea tan increíble como tu —el mayor estiró su mano acariciando la rasposa mejilla ajena.

—No digas tonterías —refuto—. Eres el mejor alfa que podría tener. El único que quise y quiero. Siempre te elegiría a ti —intento recargar su cara contra la mano, pero esta se retiró.

Pudo ver de nuevo la esa expresión triste, la reconocía bien. Eran esas vocecitas en su cabeza que siempre le recordaba porque se habían cazado o al menos lo que la parte más insegura de su alfa pensaba que era la razón. Lastima.

"Maldición"

Messi quería darse un golpe. Debió saber que habían llegado a ese punto cuando Memo no le abrió después de tocar insaciables veces, o quizás cuando tuvo que pedir ayuda a uno de los nuevos compañeros de equipo para fungir de traductor y que el casero le abriera la puesta del apartamento.

Solo podía hacer una cosa llegado a este punto. Aprovechando que el más alto estaba sentado casi en media cama, Lionel gatito por está colocándose detrás de él para rodearlo con todo su cuerpo.

—Vamos amor. Lo hiciste increíble, solo perdieron por 1 gol que dependía más de tus compañeros que de vos —decía al tiempo que soltaba feromonas contrastando el aroma ácido—. Mejor piensa en todos esos comentarios bonitos que te han estado dejando desde el mundial. ¿Recuerdas? ¿No es preferible concentrase en esa inusual oleada de apreciación?

—Lio... Ambos sabemos de dónde vienen todos esos comentarios.

—Oh vamos no pode ser tan malo, digo, al final no se equivocan... —Memo rio con ganas y Messi sonrió, eso era lo que necesitaba, distracción.

—El otro día me uní a una de esas páginas de Faceboock donde nos empareja. No te imaginas la cantidad de contenido que han hecho, incluso me han stalkeado —la voz del mayor sonaba menos amarga.