𝐒𝐨𝐥 𝐲 𝐋𝐮𝐧𝐚 : ᵖᵃᵘᵏⁱ : FINALIZADA ✅✅

↷✦; ᵖᵃʳᵗᵉ ᵈᵒˢ ❞

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Haberse topado con Mauro fue una de las cosas más maravillosas que le pudo pasar a Paulo, quien desde aquel día, se volvió bastante cercano con Lombardo.

Casi podría decirse que eran buenos amigos, y que por fin había encontrado a alguien con quién compartir algunos de sus intereses.

Y aunque no fuera imposible que tuviera algo en común con aquel, los dos amaban ver maratones completos de series. Aunque el de ciencia ficción, mientras que al morocho le encantaba todo lo que tuviera que ver con lo paranormal.

Pero al menos era el hermoso inicio para algo que jamás pudo imaginar, porque ya no se sentía solo durante las clases o los descansos. Y como pasaba mucho tiempo con Mauro, se terminó haciendo amigo de Matías y de Ivo, quienes eran personas maravillosas.

A pesar que su apariencia y su comportamiento inicial, no les permitiera demostrar eso. Pero solo bastaba verlos con sus novios, para demostrar que eran más inofensivos que un gatito pequeño.

Al igual que Mauro, quien era el único del grupo de amigos que no tenía una pareja, porque según él, no había sido capaz de encontrar a la persona ideal.

O bueno, eso era lo que él decía.

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— Che, ¿sabes dónde está Paulo? — Mauro le pregunta a Matías, quien se encontraba muy agusto con Indra sentado sobre sus piernas, a quien le acariciaba los muslos de una forma bastante desesperada.

Como si quisiera tenerlo desnudo en ese preciso instante, como si no estuviera en medio de una ruidosa fiesta con mucha gente a su alrededor.

— No, pero tenía entendido que había ido al baño. — Spallatti responde, recibiendo ligeros besos sobre su cuello.

Gracias a su lindo novio que se encontraba ligeramente ebrio, y parecía necesitar de mucha atención especial por parte del morocho.

— Liefde van mijn leven. — lo llamó en su lengua natal, ya que no era originario de Argentina, mientras metía discretamente una de sus manos por debajo de la remera de su chico.

Quien no tarda en exaltarse un poco, debido a que no esperaba algo como eso. Y Lombardo al ver que no iba a recibir ayuda de ese par de calenturientos, decidió irse a buscar a otro sector de la casa, la cual le pertenecía a un amigo.

Y a pesar de la gran multitud que había, no perdía la esperanza de encontrar al rubio, a quien había perdido de vista cuando fue a buscar algo de tomar. Y no quería que aquel fuera molestado por algún pelotudo, que se encontrará pasado de tragos.

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Paulo no sabía en dónde demonios estaba.

Lo único que sabía era que alguien al salir del baño le ofreció un vaso con alcohol, que al principio no supo si tomárselo o no hacerlo.

Pero creyendo que nada malo podría pasarle, ingirió el contenido sin pensarlo. Sintiendo al poco tiempo una extraña pesadez por el cuerpo, que lo hizo apoyarse en la pared.

Luego en el cuerpo de alguien que no pudo identificar.

Porque a las únicas personas que conocía eran Mauro, Matías, Ivo, los novios de los últimos dos, y Damián, el amigo de Mauro que había organizado la fiesta.

Ya con eso tenía para ser desconfiado, porque no conocía a nadie más que ellos.

Lo cual lo ponía en una gran desventaja y a merced de cualquier estupido.