Soy Aurora, La Hermana de la 'Niña Que Vivió'

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Hogwarts y la clasificación.

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¡Primeros años! ¡Primeros años aquí, por favor!''. Un hombre medio gigante llamó cuando salimos del tren.

Todos lo seguimos hasta un lago y pronto todos nos subimos a los botes pequeños que eventualmente nos llevarían al castillo, con suerte a salvo.

''¡Solo cuatro en un bote!''.

Ron y yo encontramos uno para nosotros, y pronto se nos unió un chico con cabello negro y rizado, ojos oscuros y piel pálida, y otro con... oh Dios.

"Black". Reconocí al niño sonriente con una mirada aburrida.

"Oh, vamos, querida Rora, sé que echabas de menos a este apuesto caballero". Su sonrisa se amplió, si es que eso era posible.

''¿Guapo? Sí. ¿Un caballero? Por favor''. Me reí. No se necesita ser un genio para saber que Black iba a terminar siendo un playboy, y eso no fue muy caballeroso.

Black colocó su mano sobre su pecho con una mirada de dolor en su rostro. ''Me hieres, amor''.

Rodé los ojos. ''Dramatico''.

''Y muy poco caballeroso''. El chico a su lado se rio entre dientes. "Ni siquiera se molestó en presentarme. Soy Pólux por cierto, Pólux Rodolphus Lestrange''. Extendió su mano y yo la tomé.

"Aurora Euphemia Potter".

''He oído pocas cosas sobre ti, Aurora Euphemia, es un placer conocerte''. Me sonrió encantadoramente y no pude evitar sonrojarme un poco. ¡Malditos purasangres y sus encantos!.

Se volvió hacia Ronald con una ceja levantada. ''¿Y usted es?''. Arrastró las palabras.

''Ro-Ronald''. El pobre muchacho tartamudeó, luciendo nervioso. ''Ronald Weasley''.

" Un placer". Pero su mirada decía otra cosa. Lo comprendí. Se decía que los Weasley eran una desgracia para los sangre pura. No porque fueran pobres, sino por lo que había hecho su abuelo, Septimus Weasley. Pero eso no significaba que tenía que ser así.

''¡Hola Ronald! Soy Aether Sirius Black''. Black dijo alegremente. Cielos, casi pensarías que no era un purasangre. No es que me queje.

Ronald se relajó un poco y le sonrió al simpático chico. Black comenzó a hablar sobre algo que no me importaba escuchar, y al parecer a Lestrange tampoco. Ronald, por otro lado, era el único que le prestaba atención al chico.

Cuando el castillo quedó a la vista, todas las conversaciones se detuvieron y todos lo contemplaron maravillados. Era precioso. De hecho, magnífico.

"Wow". Black dijo sin aliento y no pude evitar estar de acuerdo.

Una vez que salimos del bote, Black y Lestrange se fueron para unirse a Eskel, Malfoy, Greengrass, Prince y otros que no reconocí. No lo seguí, sabiendo que Ronald no se sentiría cómodo con ellos.

"¡Siganme!". Dijo el medio gigante, guiándonos hacia una puerta. Llamó a la puerta y una estricta señora abrió. ''Los primeros años, profesora''.

"Gracias, Hagrid". La profesora asintió y nos hizo pasar. Nos condujo hasta una puerta doble y empezó a explicarnos cuáles eran las cuatro casas. Cuando terminó, nos dijo que esperáramos mientras ella entraba.

"Así que es verdad". Alguien dijo. "Ariana Potter ha venido a Hogwarts".

Los susurros estallaron y algunos alumnos comenzaron a buscar a mi hermana.