Cap2 el despertar y la traición

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Kushina Uzumaki servía la cena ya casi eran las 8 de la noche, su esposo e hijos ya estaban en la mesa al momento que la pelirroja mayor ponía la gran olla en el centro de la mesa y en seguida se empezaba a servir los alimentos.

-¿Cómo les fue hoy en la academia?-pregunto Minato.

-Genial tou-chan, pase el día con Hinata-chan e Ino-chan y hablamos de miles de cosas-dijo Mito.

-Yo y Sasuke les enseñamos a unos niños civiles que la vida de un ninja es difícil-dijo Menma.

-¿Ah sí?, como se lo enseñaste Menma-pregunto Minato.

-Pues les dimos una paliza, de que otra manera-respondió con arrogancia Menma mientras Kushina abrió los ojos, lo que paso después si la cabreo.

-Vaya así se hace Menma, creo que ya estás listo para firmar el contrato de los sapos-dijo Minato revolviéndole el cabello a su hijo mayor...su hijo mayor con Kushina.

-Minato pero que dices, tu hijo acaba de decir que golpeo a un niño civil y lo elogias para seguido premiarlo, ¡pero que demonios te pasa!-dijo con enojo Kushina.

-Cálmate kaa-san, mis acciones están justificadas-hablo Menma.

-¿Justificadas?, justificadas ¿cómo?-dijo molesta Kushina.

-Porque soy un Namikaze y el hijo del Hokage-dijo Menma con orgullo.

-Y solo por eso golpeas a un niño, quiero que mañana te disculpes con ese chico y sus padres-reprendió Kushina.

-No, no lo harás Menma-dijo Minato mirando ferozmente a su esposa.

-Sí, si lo hará-dijo Kushina subiendo la voz.

-Ya cálmate mujer mejor sirve ya la comida-dijo harto el Yondaime Hokage.

-Pues sabes que sírvete tú, vamos Mito comamos en tu cuarto-dijo Kushina mientras su hija asentía.

-Hm mujeres-dijo Minato.

-Ah y por cierto tengo que hablar de algo contigo-dijo Kushina para seguido retirarse al cuarto de su hija.

Mientras que con nuestro rubio favorito este caminaba un poco triste por las calles del barrio rojo, lugar cerca donde se establecía la mafia rival de los Dragones de Jade, esta otra mafia era los Tigres Imperiales, esta agrupación controlaba muchos de los prostíbulos del barrio rojo entre ellos en el que trabajaba el amor platónico del rubio...Hitomi.

-Eres un tonto Naruto...¿por qué le dijiste eso?-se reprendía fuertemente el niño.

Naruto camino unos 30 minutos hasta que vio una cara familiar.

-Hitomi-sama-dijo el rubio mientras se escondía detrás de unos botes de basura.

-Entonces Hitomi-chan dime cómo quieres hoy duro o suave-dijo
el hombre que la acompañaba, este era obeso, calvo y el líder de los Tigres Imperiales Jito Yira.

-Jeje pero que cosas dice Yira-sama-dijo Hitomi acaramelándose con el hombre.

Naruto no sabía lo que pasaba, quien era ese hombre y por qué Hitomi lo abrazaba tan amorosamente pero había una cosa clara en la mente del rubio el averiguaría lo que estaba pasando.

Naruto siguió a la pareja hasta una lujosa casa que conectaba la salida del barrio rojo, con los residenciales de Konoha. Naruto para no tener entrenamiento ninja era un experto innato del sigilo y la infiltración, el rubio logro divisar un gran árbol que fue su pase para entrar y evadir a algunos guardias de la lujosa casa.

-Bien ahora ¿dónde estás Hitomi-sama?-susurro el rubio.

Naruto busco durante unos minutos en la gran casa, hasta que por fin lo oyó, risas que venían de una habitación.

EL BASTARDO SENJU NAMIKASE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora