Honey Drop

Capítulo 6. Todos menos yo

La legalidad de la tutela de Megumi finalmente se emite cuando enero casi termina.

Resulta que, según los estándares legales, Toji no dejó suficientes "pruebas" y, por lo tanto, hizo que todo esto de dejar a Megumi al cuidado de Satoru fuera bastante sospechoso, inquietantemente similar a un método de tráfico de niños. Megumi, que ya mostraba señales importantes de que se presentaría como un omega mucho antes, tampoco ayudó a disminuir la sospecha de la corte familiar hacia Satoru. Por fortuna para ambos, Mei Mei logró mover algunos hilos e hizo que todo fuera más fluido.

Ahora que Megumi se ha registrado oficialmente como pupilo de Satoru, todos los documentos legales relacionados con el niño se enviarán automáticamente a la dirección de Satoru. Y esto incluye una carta de reunión de entrada de información escolar; parte de la política de educación obligatoria del gobierno.

"Es en febrero", señala Satoru en voz alta en el sofá, memorizando la fecha y la hora escritas en la carta. La reunión dura sólo un par de horas, lo que significa que no necesita tomarse un día libre completo ese día.

"¿Tengo que tomar un examen de ingreso?" Megumi pregunta a su lado, visiblemente preocupada.

"Nah". Satoru hace señas al chico para que se acerque. "Empezarás a tomarlos cuando quieras entrar a la universidad. Algunas escuelas secundarias también los tienen". Frunce el ceño, recordando las experiencias de su vida escolar. Era una mierda en ese entonces y apuesta a que habrá niños similares en la escuela de Megumi más tarde.

Desearía que existieran las escuelas primarias exclusivas para omegas, pero ya que casi todos se presentan cuando tienen más o menos trece años, las escuelas especiales para el segundo género no existen por debajo del nivel de la escuela secundaria. De hecho, inmediatamente después de su incidente con su compañero de clase omega, a él lo cambiaron a una escuela secundaria diferente (aunque más bien fue como si lo hubieran expulsado de su escuela anterior) y pasó el resto de su segundo y último año allí, antes de que sus padres lo enviaran a un internado destinado a niños alfa problemáticos; donde conoció a Toji.

La única forma en que Megumi puede evitar a los niños que pronto serán alfa es la educación en el hogar. Pero esa opción es aún menos atractiva porque eso significa que Satoru tiene que contratar a un tutor privado para que enseñe y cuide al niño. Prefería dejar a Megumi rodeada de mocosos presumidos y autoritarios que estar solo con un adulto durante nueve horas todos los días de la semana.

Supone que podría hablar con el director de la escuela o con quien esté a cargo de poner a Megumi en un salón de clases con niños que tienen menos probabilidades de presentarse como alfas. Pero no está seguro de si la escuela realmente puede hacer eso, considerando que la única forma de saber si un niño se presentará como alfa o no más tarde es verificando los géneros secundarios de sus padres (a menos que el niño sea una anomalía como Megumi), y agrupar a los estudiantes según el estado de sus padres o tutores es bastante discriminatorio. La escuela puede ser demandada por tal cosa. Tal vez debería dejar de lado la idea.

Megumi asiente, luciendo aliviada de que aún no haya examen de ingreso.

"¿Estás emocionado de ir a la escuela?" Satoru pregunta porque él mismo no lo está. Escenarios terribles que involucran a Megumi y otros niños: los futuros matones alfa están permanentemente atrapados en su mente.

Megumi se encoge de hombros. "No sé. ¿Se supone que debo estarlo?". Sus ojos verdes miran hacia arriba, perforando los azules de Satoru.

"Bueno..." Satoru se apaga, manteniendo el contacto visual, un poco intenso para tener con un niño de seis años. "Está bien no sentir nada por esto".

Megumi mira hacia otro lado entonces, rompiendo su mirada fija y frunce ligeramente los labios. "¿Yuuji también irá a esta escuela?"

Los Itadori viven en el mismo vecindario, por lo que no hay duda de que también reciben exactamente la misma carta de aviso, a menos que los padres planeen enviar a Yuuji a una escuela primaria privada. Aunque la mayoría de los padres tienden a inscribir a sus hijos en las escuelas públicas hasta que finaliza el período de la escuela intermedia. La pareja Itadori podría ser uno de ellos.