Besos color carmín

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Siempre había encontrado cierta belleza extraña en algo en particular, algo que pertenecía a ellas; había belleza en su forma fascinante de encender su piel con un resplandor, la forma en que sus ojos proyectaban la fuerza de su alma con el tinte negro del maquillaje sobre sus pestañas. Lo más fascinante de todo, siempre fueron sus labios.

Era increíble la forma provocativa en qué se veían los labios tintados de rojo. Extraño pero atrevido, los brillantes labios maquillados con negro, los colores café eran sobrios, formales, los de colores brillantes evocaba cierta individualidad.

Recientemente, los profesores habían anunciado nuevas reglas. Ya no se permitiría el maquillaje dentro de las aulas, aunque todas las estudiantes protestaron contra una regla tan absurda como esa, la decisión estaba tomada, y no hubo nada que pudieran hacer.

Le pareció algo triste que ninguna de las mujeres encontrará la astucia para colar al menos un labial de brillante rojo. Se había enterado de las ocasiones en que a más de una la atraparon, fue decepcionante. Pero fue aún más decepcionante verlas someterse a las reglas de los profesores, conformándose con solo unos cuantos brillos o humectantes que se ponían a escondidas. Ya no había individualidad, ni esa forma bella que solo ellas tenían para adornarse. Fue triste.

Pero al menos tenían eso, un último rastro de resistencia, una señal de que no cederían en su espíritu de jugar con las luces, las sombras y los colores brillantes sobre sus pieles.

Sabía de ese intento de resistirse, y aquello le fascinó. Sin embargo, la forma de enterarse de sus intentos no fue la mejor. No cuando alguna de aquellas atrevidas pero no intrépidas, osó poner su brillo de frutas sobre la mejilla de su novio.

Estaban en medio de un entrenamiento de práctica con la clase B. Se trataba de enfrentamientos individuales. Desde las gradas donde estaba sentado, apoyando a Kacchan, pudo ver el momento en que la pierna lastimada de su novio lo hizo tambalearse. Kendo lo aprovechó, se puso en su espalda y lo derribó, aprisionando sus brazos.

La clase B celebró la victoria de la chica, mientras Kacchan maldecía desde el suelo. Izuku estaba enojado, pero la gota que derramó el vaso, lo que hizo  que su cuerpo se tensara y las venas de las sienes se saltarán de su sitio, fue ver a esa chica darle un beso en la mejilla a Kacchan a modo de burla.

Eraserhead dió por terminada la clase. Izuku se levantó de su sitio y fue directo a la salida del gimnasio, estaba enojado, tanto que no quiso caminar con su novio de vuelta a los dormitorios. Aunque Katsuki no tenía la culpa, tampoco se molestó en limpiar ese brillo que manchaba su mejilla, corrió detrás de Izuku con el brillo labial en la cara, eso solo aumentó el enojo del pecoso, porque esas mujeres que coqueteaban tan descaradamente con su novio no sabían de su relación, ellos habían acordado que sería un secreto.

Izuku sabía que era arriesgado que ese guapo chico de cabello rubio y temperamento explosivo se paseara por esa escuela llena de mujeres y sus labiales de frutas, guardando el secreto de que tenía novio. Pero todo eso iba a cambiar. Cuando se libró de Katsuki, quien lo había perseguido por tres calles, dió la vuelta y tomó el autobús hasta el centro de la ciudad, tenía un par de cosas que conseguir.

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Aquel día, cuando la campana que anunciaba la hora de descanso repicó, los alumnos se unieron en un coro lamentable de celebración, pues con la cercanía de los exámenes, las clases se volvían abrumadoras.

Katsuki vio a su novio salir corriendo del aula, le pareció extraño, pues a ese chico de las pecas no le gustaba aventurarse solo por los pasillos, había algo en ver demasiada gente que lo molestaba. Pero tenían un trato, no acercarse demasiado en medio de las clases, no delatar la verdad tras sus miradas, aquello lo hizo suspirar, pues ni siquiera sentía la libertad de ir tras ese chico de las pecas e investigar si algo andaba mal, no podía por miedo a que los descubrieran a ambos.

Besos color carmín [One shot-KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora