Desperté en una cuna, lo cual para mí ya no era un novedad, tenía como de costumbre un mameluco morado con colita y cabeza de unicornio así como uno de peluche a mi lado, en definitiva estaba hermoso y creo que ahora tenía un nuevo peluche favorito debía ser noche o de madrugada ya que no se escuchaba ruido y las luces de noche estaban encendidas mire el cuarto que a pesar de ser del mismo tamaño que el mío este tenía una pinta un poco más de bebé incluso y lo mejor era que había plantas también en mi cuarto y por la ventana pude observar un balcón con campanas de viento, quería ir a asomarme sin duda pero la idea de saltarme me daba inseguridad por cuestión a un posible castigo y no es que me dieran miedo las nalgadas o el regaño, si no a perder la poca libertad que tenía o no ver a coco; no valía la pena arriesgarme, sabía que al día siguiente podía ir al balcón, tomé el peluche admirando todos los detalles y el olor a bebé que tenía lo abrace sintiendo lo suave que estaba y me volví a dormir.
Desperté algo de golpe y exaltada, había soñado con mis padres, hacia tiempo que no los recordaba, que pensarían de mi ahora? Probablemente estarían muy decepcionados viéndome como una inútil después de que ellos me habían enseñado a ser independiente, bastaron unos segundos para darme cuenta que mi pañal estaba lleno lo había mojado más de una vez para sentirlo así, ese era otro punto, estába perdiendo el control de mi sfinter y no era divertido en absoluto hasta que algo más llamo mi atención, estaba pesandome más el pañal que de costumbre cuando me di cuenta, no pude contener el llanto, ni la vergüenza, mucho menos lo tonta que me sentía por no controlar mi estómago, la decepción que tenía en ese momento de mi misma de lo que mis padres incluso pensarían de mi, mís maestros etc lograron que me quebrara completamente
Tanto Alex como Elizabeth entraron al cuarto espantados, Alex sabía lo que pasaba pero al parecer mi "abuela" no
Bajaron la reja a toda prisa y Alex se apresuró a realizar el cambio, pero entre mi llanto suplique
- nooooo no ya no quiero, no me toques, esto es vergonzoso Alex ya no quiero no puedo, soy una inútil - exclamé gritando entre llanto apenas entendible
Elizabeth me abrazo y le dijo algo a Alex quien desapareció de inmediato
- Ven linda déjame aliviar tu molestia
Me negué apartándome y negando con la cabeza mientras lloraba desconsoladamente
Sabía que como sea tenía que limpiarme ya que realmente me sentía incómoda y mal pero mi vergüenza y sentimiento no sabían que hacer
Elizabeth me miraba con tristeza supongo que no sabía cómo ayudar, lo notaba sabía que solo quería hacerme sentir mejor
En un segundo intento estiró su mano hacia mí esperando que la tomara; acepte apenada y deje que me cargará no sin antes tomar el peluche en el cual escondí mi cara
Elizabeth me quitó todo y procedió a limpiarme rápidamente mientras yo lloraba con el peluche cubriendo mi cara y una vez que estuve limpia Alex regreso
Elizabeth me tomo en brazos y fuimos al cuarto de baño, el olor y la tina llena de espuma hizo que mi llanto parara pero no mis lágrimas Alex quiso quitarme el peluche el cual aleje en un tipo arrebato y aferrándome a el solo le voltee la cara
-Vamos linda no creo que quieras mojarlo
No conteste ni levanté la cara
Elizabeth por su parte me puso en el suelo y agarro una de las miles de toallas que estaban ahí y colocandose a la altura de mi cara me dijo
- que te parece si lo envolvemos en una toalla y lo ponemos aquí donde pueda verte para que no se moje mientras te das un relajante baño ¿Si?
Dudosa se lo entregue y dicho y hecho con la toalla pequeña le hizo un rollo en la cabeza y otro en el cuerpo mientras lo colocaba a mí vista después me metió a la bañera y comenzó el proceso de baño me quedé sería y callada mirando a un punto fijo
ESTÁS LEYENDO
Mi mayor anhelo
Teen FictionNicole es una chica de 17 años que por su promedio sobresaliente y destacado está a punto de terminar la universidad, y graduarse de la carrera de literatura, pero conoció a un hombre que la haría cambiar de opinión con respecto a ser adulta y vivir...