¿Qué soy? y ¿Quién soy? ❀ Tokyo Ghoul [EDITANDO]

Mi nueva familia... por ahora

Me pueden ver sonreír, pero no saben lo que oculto. Me siento triste por dos razones muy obvias: "por que mi familia esta lejos" y "por que cuando me valla me terminaran odiando". Se que me odiaran cuando sepan que todo este tiempo les he estado mintiendo de que soy humano... por que en verdad soy un ghoul. Un día como cualquier otro; me encontraba en el apartamento con mi escuadrón reunidos para la comida... aun que solo faltaba saiko así que fui por ella por que ya me estaba cansando el echo de que no comiera con nosotros.

-saiko -llame a la puerta-

- -sin respuesta-

-¿saiko? -la llame nuevamente mientras abría la puerta-

Entre a la habitación y me encontré con una saiko profundamente dormida con su videojuego en mano. Me acerque, le acaricie la cabeza y le susurre:

-"saiko, despierta... hay que comer"

-hmm.., ¿h..haise?... -dijo adormilada-

-levántate, tienes que comer. Ademas, te aparte un asiento junto al mío -agregue sonriente-

-¡¿e..enserio?! -exclamo sonrojada-

- -asiento con la cabeza-

Rápidamente se levanto, se puso sus pantuflas y se dirigió a la mesa con el resto. Saiko se sento en mi lugar; y shirazu le llamo la atención.

-¡hey!, ¡ese es el lugar de sassan!...

-no hay problema, yo me sentare aquí -interrumpí con calma mientras me sentaba en el que debía ser el lugar de saiko-

Al terminar de comer me fui a mi habitación pensando en la actitud que tomo saiko cuando le dije que se sentaría a mi lado en la comida. Mi corazón latía con rapidez cuando pensaba en ella, pero aun así yumi sigue y seguirá siendo mi único amor. Mi cabeza comenzó a dolerme; así que me recosté en mi cama y tome una ligera siesta.
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Al abrir mis ojos después de unos minutos me levante de golpe de la cama y me encontré a yumi en el borde. Mis ojos estaban abiertos como platos mientras que admiraba su cálida sonrisa.

-y..yumi... -dije en voz baja-

-¿me extrañaste? -dijo casi en un susurro-

Me abalance sobre ella con cuidado y la abrace. No quería que se fuera de nuevo. Me dolería el verla irse frente a mis ojos. Sus hermosos orbes purpuras se fijaron en los míos que aun conservaban aquel color grisáceo que herede de mi padre, intente besarla pero se alejo un poco.

-no debes emocionarte... solo vine para decirte algo -dijo con seriedad-

-pero...

-se que aun me amas, y que te niegas a amar a alguien mas. Pero... no quiero que te quedes solo, amor -me interrumpió acurrucandose en mi pecho-

-yumi... -la llame casi en un susurro-

-se que la amas... por favor, déjame ir y ve con ella que te necesita ahora mas que yo. Se que ella puede hacerte feliz, haise

-¿h..hablas de... s..saiko? -dije dudoso-

-si -respondió- ve con ella...

En ese momento yumi se desvaneció. Apenas me había dado cuenta que ya había oscurecido, ademas de que había comenzado a nevar. Necesitaba aclarar mis sentimientos; así que me vestí, me coloque una bufanda y salí a caminar sin haberle avisado a alguien.
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~escuchar música multimedia~

Mientras caminaba podía sentir los copos de nieve que eran tan fríos pero que caían con tanta ternura sobre mi. Después de caminar sin rumbo; me senté en una banca para contar las pocas estrellas que habían en el cielo. Aun puedo recordar cuando hace mucho yumi y yo pensábamos casi en escapar para poder huir de todo lo que nos ponía limites. Queríamos ser totalmente libres.

Aquel sueño que tuve de yumi aun permanecía grabado en mis ojos. Todavía pienso en aquel día después de su muerte en el que siempre me preguntaba: "¿va a volver... cierto?". Siempre pensaba si algún día podríamos a tener nuestros corazones juntos a pesar de que estuviésemos tan lejos... tan apartados.

Ahora solo puedo pensar en saiko. No será la viva imagen de yumi; pero tienen su parecido cuando se habla de su actitud, su motivación, su forma de ver las cosas. Quisiera saber si ella piensa en mi, o si se preocupa por mi. Pero el saberlo no me quita la sensación de soledad que hay en mi.

-*me siento tan solo...* -pensaba una y otra vez mientras que unas lagrimas resbalaban por mis mejillas-

Estaba perdiéndome a mi mismo, como si mi alma quisiera desaparecer por completo, como si quisiera morir. Escuchaba latir mi corazón con suma lentitud como si quisiera detenerse. Por un momento pensé que la muerte seria lo mejor por que no tenia a nadie en mi vida... hasta que:

-¡¡haise!! -escuche unas voces gritándome al unísono-

Al mirar en la dirección de donde provenían esas voces mire a mutsuki y a shirazu corriendo hacia mi, detrás de ellos venia urie y... saiko. Ella corrió hacia mi tan rápido como pudo para que al final fuese la primera en llegar. Se coloco frente a mi con una lagrimas en sus ojos y luego me abrazo.

-¡ESTABAMOS TAN PREOCUPADOS!... -lloraba saiko mientras se acurrucaba en mi pecho-

en ese momento todos se acercaron a mi y me abrazaron. O al menos todos menos urie. Como el era el único que no se unía; shirazu lo jalo de la manga de su chaqueta para que se uniera. Los escuchaba decirme cosas como: "¿donde estabas?", "¡nos preocupaste mucho!", "¡no vuelvas a asustarnos así!".

El saber que todos se preocuparon por mi ausencia me hacia feliz. Se formo una sonrisa en mi rostro y comencé a soltar lagrimas de alegría. Al parecer no estaba solo... esta era mi familia... por ahora.