Observo el techo, mis lagrimas no cesan, el corazón me late a mil por hora y siento que la cabeza está apunto de explotarme, paso por el tema una y otra vez. Yo creo que estoy lejos de ser la hija perfecta, o parece ser que nunca es suficiente; respiro hondo, calmo mi respiración.
¿Y si empiezo de nuevo? Recuerdo aquel día, cuando ayudé a un joven que estaba perdido, no me sorprende porque Londres en si es una ciudad muy grande, cuando vi que estaba herido bueno...¿quien no lo habría ayudado? Para ahora no recuerdo su nombre, solo sé que sus ojos eran de un inolvidable color turquesa, su voz...melódica, de esas que te harían escucharlo por horas sin cansarte, si, era apuesto pero más que eso, brindaba seguridad, después de cuidarlo, me contó sobre un lugar en Atenas, Grecia; un santuario en honor a la diosa de la guerra y la sabiduría, un lugar escondido que albergaba a las almas más puras y fuertes, un lugar donde "yo encajaría perfectamente".
Recuerdo sus palabras: "en estos tiempos me es increíble encontrar a alguien con un gran corazón como el tuyo, cientos de personas pasaron a lado mío y ninguna de ellas se detuvo, tu si, si un día deseas otra vida, búscame, te veré en el santuario de la diosa Athena; cuando vayas a buscarme no olvides que estoy en Sagitario".
Las repaso una y otra vez, ese muchacho...A...Ali....no, A..., pienso y pienso, hasta ahora sólo sé que su nombre inicia con A, si bien sus palabras me siguen pareciendo extrañas siendo sincera este muchacho (cuyo nombre no recuerdo) parecía hablar con toda seriedad, ¿y si tengo un nuevo comienzo?
Abro la aplicación de bancos en mi celular, checo mi cuenta de ahorros que para ahora posee una cantidad decente de dinero, apresuro mis pasos a mi closet sacando lo más ideal, ropa ligera que no ocupe mucho espacio, la abulto toda para que quepa, cojo un post it, y rápidamente escribo sobre el:
"Algún día nos volveremos a ver.
Danielle L. "Salgo precipitadamente, algo en mi me dice que estoy haciendo una tontería, pero ignoro esa voz, al final soy joven puedo permitirme esto.
En cuanto llego al aeropuerto y saco un boleto para ese día, siento mi corazón estallar que es un impresionante contraste con la chica del mostrador que de forma monótona expide lo que le he pedido, al pagar me duele un poco pero ni así me detengo, es ahora o nunca.
Mi mente piensa una y otra y otra vez, ¿estaré haciendo lo correcto? Mi teléfono vibra, yo lo ignoro, me acerco a uno de los locales del aeropuerto y me compro un café, me siento ahí en lo que espero a que nombren mi vuelo, me repito que estoy loca, que es imposible que esté abandonando una vida como la que tengo, emocionalmente sé que no es la mejor pero en otros aspectos... soy privilegiada, tamborileo sobre la tapa del café mientras su aroma inunda mis fosas nasales calmándome más rápido que nada, inhalo y me dejó ir sobre el respaldo, siento mi cuerpo tenso, al punto en el que duele, escucho el llamado así que con peso, tiro el café en el cesto mas cercano mientras me acerco a la zona de abordaje, sistemáticamente mi mano muestra mi boleto, me dejan pasar y en cuanto me siento en el cómodo lugar del avión mis ojos se cierran.
Jamás un vuelo "tan corto" me había hecho descansar tanto, llegué a la ciudad de Atenas y en cuanto salí del aeropuerto me pregunté como demonios iba a llegar a Rodorio, la cabeza me empezaba a pulsar. "Okay Danielle, todo está bien, todo está bien" me dije. Avancé dubitativa hacia un local, cuando pregunté me vio con rareza en sus ojos, me indicó que le siguiera y por dentro me puse a rezar todo lo que conocía esperando a que todo fuera bien.
Me presentó con un muchacho, se veía joven, muy joven como de unos catorce años aproximadamente, vi primero como el señor le dijo algo y el muchacho le escuchaba con atención, después el atento señor se despidió de mí sin decir una palabra, pero antes de que pudiera rezar en mi mente la voz jovial del chico frente a mi me sacó de mis pensamientos.
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Un nuevo comienzo [EDITANDO]
FanficPocas veces podemos tener la oportunidad de iniciar de nuevo, una vida nueva, en un lugar nuevo. Pero Danielle Lassarre ha corrido con la suerte de encontrarse con alguien que pudiese decirse era de "otro mundo". Con la fe y el corazón en la mano...