仝 22

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Yeonjun veía aquella pintura que colgaba en el salón mientras las personas bailaban y disfrutaban del ambiente. En la pintura estaba plasmado él cargando a sus dos cachorros mientras Soobin estaba atrás de él con una enorme sonrisa.

― Muy linda... ― murmuró

― Yeonjunie, todos aman a nuestros cachorros. Los quieren conocer ― habló su alfa mientras sujetaba la mano de su esposo

― Ya los vieron dos veces, ya es suficiente. Los cachorros lloran al sentir tantos olores a la vez ― se quejó

Soobin empezó a beber de su vino ― ¡Hey, son de la emperatriz! ― se levantó de su trono y corrió a la mesa de bocadillos dónde algunos invitados comían roles de canela que fueron preparados especialmente para su omega

Yeonjun se sintió avergonzado por la actitud de su esposo, al parecer el alcohol estaba haciendo efecto, su esposo se la había pasado bebiendo todo lo que encontraba a su paso.

Ahora Soobin estaba hablando con el duque Park muy felizmente.

― Es muy hermoso, tiene los ojos más bonitos que he visto ― habló con una boba sonrisa

― Sus ojos son muy bonitos ― dijo Park con una sonrisa

― Él es la definición de perfecto, todo en el es perfecto, su aroma, su cuerpo, su piel, su cabello, todo en el es perfecto. ― soltó un suspiro ― gracias a él nuestros cachorros son hermosos

― ¿No piensa tener concubinas? ― preguntó

Soobin negó ― Para que quiero estar con omegas, si tengo a esta belleza como esposo ― apunto la pintura dónde estaba su esposo pintando entre todas esas flores, cuadro que el mismo pinto

― No me tomé a mal, emperador... Pero la emperatriz no siempre será joven.

El semblante de Choi cambio ― ¿Que tratas de decir, SeoJoon?

― La emperatriz perderá su belleza algún día, también perderá fuerzas... Y estoy seguro usted tendrá necesidades, lo mejor será tener una concubina ― sonrió

Soobin sin pensarlo dos veces golpeó el rostro del duque ― ¡¿Cómo te atreves hablar así de la emperatriz?! ¡¿Acaso quieres morir?!

― ¡Perdóname! ¡Perdóname, solo bromeaba! ― grito con miedo

Las personas solo miraban la escena, unos hasta se burlaban, ya todos sabían en el imperio que hablar o mirar mal a la emperatriz haría que el emperador Choi no tuviera piedad con quién osaba hablar mal de su omega.

― Estás arruinando la fiesta de mis cachorros e insultas a mi omega... ― Soobin tomo del traje al duque ― Mereces un castigo. ¡Guardias!

SeoJoon negó ― Perdóname, por favor perdóneme, se lo suplico

Cuando dos guardias llegaron hasta donde estaba el emperador, Soobin volvió a golpear el rostro del duque ― Llévenlo al calabozo, más tarde tendrá su castigo

Yeonjun al ver tal escena se levantó de su trono, le pidió a Haerin que cuidará de sus cachorros, después se dirigió a su esposo, quién estaba gritando tonterías.

― ¡Nadie va hablar mal de mi omega!

― Soobin, deja de hacer un escándalo, vas a asustar a los cachorros ― habló con voz neutral y firmé el castaño

Soobin se acercó a su esposo y lo abrazó antes de volver a gritar ― ¡Yo no le doy órdenes a la emperatriz, ella me ordena a mi!

El omega se sintió avergonzado y solo jalo el cuerpo de su esposo hacia un lugar privado.

― Soobin, estás muy borracho.

― Cariño, ¿Por qué no fuiste a proteger lo que es tuyo? ― hizo un mohín mientras se acurrucaba en los pechos del omega

Yeonjun alejo al alfa ― ¿De que hablas?

― Una omega me estaba tocando mucho y se me insinuaba, debes marcarme, rápido márcame ― intento quitarse su traje pero el omega no se lo permitió

El castaño soltó una pequeña risa ― Ya tienes mi marca, tonto

Soobin tocó su marca ― Ah... Soy tuyo y tú eres mío

― Así es, soy tuyo y tú eres mío ― tomó el rostro del pelinegro ― Dios, estás muy borracho, hoy no vas a entrar a mi nido

Soobin soltó un quejido ― No, Yeonjunie, déjame entrar a tu nido por favor ― suplico con un puchero

― Está bien, pero bañate. Apestas horrible, tienes el aroma de casi todos los invitados y a los cachorros no les gustará eso

Yeonjun estaba en la cama acostado con sus dos cachorros mientras esperaba a su esposo, este entró a la habitación minutos después ya bañado

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Yeonjun estaba en la cama acostado con sus dos cachorros mientras esperaba a su esposo, este entró a la habitación minutos después ya bañado.

― ¿A qué huelo? ― cuestionó sentándose a lado de Yeonjun

― A coco y almendras

Soobin hizo un puchero ― ¿Estás enojado?

― ¿Qué te hace pensar que estoy enojado?

― No me has dado besitos... A veces siento que me dejaste de amar ― confesó

Yeonjun abrazó a su esposo ― No te he dejado de amar, Soobinie, solo que estos días me he sentido extraño y no se cómo comportarme contigo ― soltó un pequeño suspiro ― Me he sentido muy inseguro con mi cuerpo, gracias a qué estuve comiendo en exceso roles de canela durante mi embarazo subí mucho de peso, ya no estoy delgado como antes y siento que dentro de poco vas a abrir de nuevo tu harem... No quiero eso ― empezó a llorar, llevaba semanas queriendo desahogarse

Soobin se aferró al cuerpo del omega ― Nunca te voy a cambiar, eres mi predestinado, mi omega, mi emperatriz, la madre de mis cachorros... No me importa si subes de peso o si bajas, te seguiré amando sin importar que ― se separó un poco del castaño para verlo a la cara ― Me he enamorado completamente de tí y seguiré enamorado de tí hasta el día que muera

― Soobinie...

― No tengo ojos para nada más, antes mis ojos eres la obra de arte más bella de este imperio y eso lo puedes ver en mis pinturas

Yeonjun sonrió levemente ― Mi lobo se siente muy feliz, gracias por tus lindas palabras

― Te amo, omega. No quiero que dudes de mi amor, recuerda que te pertenezco ― bajo un poco su blusa para que el omega viera su marca

Yeonjun se sentía muy feliz y tranquilo ― Te amo, Soobinie... Te amo mucho


仝〃🍓



仝 𝙀𝙡 𝙤𝙢𝙚𝙜𝙖 𝙙𝙚𝙡 𝙚𝙢𝙥𝙚𝙧𝙖𝙙𝙤𝙧  /𝗦𝗼𝗼𝗷𝘂𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora