仝 23

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Habían pasado ya casi diez meses del nacimiento de los cachorros, Yeonjun y Soobin estaban mejor que nunca. Pasando agradables ratos en el jardín, comiendo postres deliciosos en la habitación, dando paseos por el pueblo y más cosas que disfrutaban hacer juntos.

― Hueningkai... Cachorro, ven aquí ― habló Yeonjun mientras extendía sus brazos para que su cachorro gateara hacia él

El cachorro río antes de empezar a gatear hacia Yeonjun ― Guau Guau ― vocalizo señalando a Bam, quién jugaba con una pelota

Soobin sonrió en grande mientras abrazaba a Heeseung y le daba pequeñas cucharadas de avena

― Ya quiero verlos correr en el jardín ― dijo Yeonjun sujetando a su cachorro

― Cariño, apenas tienen diez meses... Falta un poco para que empiecen a correr y cuando eso suceda vas a desear que vuelvan a gatear ― soltó una risita

Yeonjun hizo un puchero ― Aún así los voy a querer mucho, siempre serán mis pequeños cachorros ― dió unos leves apretones a las mejillas del bebé

― Sinceramente ya quiero que crezcan, van a ser muy lindos. Después de todo, tú eres su padre ― opinó dándole la última cucharada de avena a su cachorro

― Soy muy bonito y mis cachorros también son muy bonitos ― comentó con una sonrisa

― ¿Yo también soy bonito, cariño? ― preguntó mientras se acercaba a su esposo

Yeonjun acarició el cabello del pelinegro con delicadeza ― Sí, tú también eres muy bonito

― Oh, por cierto. Te tengo una sorpresa, bueno les tengo una sorpresa a los tres ― habló quitándole el babero a Heeseung.

― ¿Roles de canela? ― preguntó con una gran sonrisa dibujada en su rostro ― No, espera, ellos no pueden comer roles de canela

― No son roles de canela pero estoy seguro que te va a gustar

Yeonjun sentó bien a su cachorro antes de levantarse del césped ― Enséñame la sorpresa, quiero ver la sorpresa

El emperador se levantó igualmente del césped junto con su cachorro y empezó a caminar a lado de su omega, la familia se dirigió al taller donde Soobin solía pintar varios cuadros en sus ratos libres, antes de abrir la puerta le sonrió a su omega.

― Espero les guste ― dijo antes de abrir la puerta, se hizo a un lado para que entrará el castaño.

Yeonjun entró observó el lugar detenidamente hasta que vio aquel cuadro, sus ojos se llenaron de lágrimas al apreciar ese lindo cuadro, eran sus pequeños cachorros sonriendo mientras Bam estaba sentado en medio de ellos. El cuadro era mediano, no eran tan grande pero aún así era hermoso.

― Mira, Hueningkai. Eres tú con Heeseung y Bam ― habló sosteniendo a su cachorro ― Heeseung, mira.

Soobin se paró a lado del castaño ― Es para tí, ¿Dónde quieres que lo cuelguen?

― En la habitación, quiero verla todos los días. ¡Pintas hermoso, Soobinie! ― abrazó con delicadeza a su cachorro ― Su papi pinta muy bonito

― Haces que me sonrojé ― dijo Soobin tratando de ocultar su rostro en el cuerpo de su cachorro pero este le empezó a jalar el cabello a modo de juego ― No, no, jalar no, cachorro. Duele

El bebé soltó una carcajada mientras daba leves brincos en los brazos de su padre.

― Pa~ ― balcuceó Hueningkai mientras jugaba con el collar que traía puesto el castaño

― No, Hueningkai, acá tengo tu juguete ― habló Soobin sacando del bolsillo de su traje una sonaja y se la dio a su cachorro, este la agarró de inmediato al escuchar ese peculiar sonido ― No te pongas celoso Heeseung, acá tengo el tuyo

― No, Hueningkai, acá tengo tu juguete ― habló Soobin sacando del bolsillo de su traje una sonaja y se la dio a su cachorro, este la agarró de inmediato al escuchar ese peculiar sonido ― No te pongas celoso Heeseung, acá tengo el tuyo

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Yeonjun observaba a sus cachorros jugar sobre la alfombra con diferentes juguetes, ambos estaban sentados y soltaban una que otra carcajada de vez en cuando y varios sonidos.

― ¿Dónde está Haerin? ― se cuestionó mientras comía un rol de canela ― No. Más bien, ¿Dónde está su padre?

Se levantó del sofá y caminó hasta el gran ventanal que daba una linda vista hacia el jardín, volteó a ver a sus cachorros una última vez antes de ver por el gran ventanal, sonrió en grande al ver todas las lindas flores pero su sonrisa se borró al ver a su alfa con una mujer, no sabía si era omega, beta o alfa.

― ¿Esa quién es? ― se preguntó con molestia, volvió a ver a sus cachorros para asegurarse que todo estuviera bien. Al ver como sus cachorros seguían jugando en paz volvió a ver a su alfa.

Su lobito se sintió mal al ver como esa mujer abrazaba a su alfa y el no hacía nada por alejarla, se alejó de inmediato del ventanal y fue hasta donde estaban sus cachorros, cargó a ambos cachorros y los metió en la cama, le puso seguro a la puerta antes de comenzar hacer un nido con ropa suya y de sus cachorros

― ¿Debería poner ropa de él...? ― se cuestionó pero luego negó ― Es un traicionero ― soltó un gruñido antes de empezar a armar su nido, una vez listo se metió en el junto a sus cachorros

― Yo no necesito a un alfa, solo los necesito a ustedes ― murmuró entre lágrimas

Escuchó la puerta ser golpeada varias veces, sin embargo, no se levantó y solo le dió a sus cachorros sus sonajas

― ¡Vete! ― exclamó mientras le gruñía a su alfa

― ¡Yeonjunie, solo es una concubina que me mandaron! ― Soobin se quiso golpear al decir eso

Yeonjun aventó hacia la puerta un florero que estaba cerca suyo ― ¡Vete con ella, tonto!

Soobin supo en ese momento que debía esforzarse mucho para conseguir el perdón de su omega y más cuando había hecho una mala elección de palabras. Gracias al lazo que tenían podía sentir como Yeonjun se sentía triste y eso solo lograba que se quisiera golpear

― ¡Yeonjunie!


仝〃🍓



仝 𝙀𝙡 𝙤𝙢𝙚𝙜𝙖 𝙙𝙚𝙡 𝙚𝙢𝙥𝙚𝙧𝙖𝙙𝙤𝙧  /𝗦𝗼𝗼𝗷𝘂𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora