hipotermia.

103 27 4
                                    






Según Kim Taehyung todo debe estar en su lugar.

La ansiedad que le causaba ver patrones indistintos y malas combinaciones y suciedad lo han llevado hasta a agredir algunas personas.

Olores fétidos, ropa mal acomodada, arrugas, servilletas fuera del servilletero, tenedores inclinados, pisos manchados, hojas mal apiladas, números impares.

Todo lo que implicara un mínimo desorden ponía sus pelos de punta, sus manos dolían por lavarlas constantemente y su puntualidad era aterradora.

Pero el desastre que había en la habitación de Jungkook aquel jueves demasiado temprano no lo hizo querer golpearlo y suicidarse.

Su instinto lo llevó a ordenar suavemente y a conciencia todo el espacio, doblando la ropa perfectamente y acomodarla sobre la cama recién tendida, sin una sola arruga.

Los libros sobre la repisa, ahora sin polvo, el escritorio limpio y libre, lápices y lapiceros acomodados por tamaño y color en diferentes estuches, todos del lado derecho.

Si no supiera que tenía clases a las ocho, hubiera limpiado cada rincón con guantes y cloro, pero durante el fin de semana logró poder limpiarlo por completo.

Y aunque intentó guardarlo, la psicóloga se enteró de su interacción con el pelinegro de ojos enormes, su nueva amistad y cómo estaba aprendiendo cosas de él.

-Kim Taehyung, tus tendencias a la limerencia por tu trastorno deberían preocuparte un poco más. - la doctora Leah lo reprendió.

-no me obsesiono con las personas doctora, sólo él es... interesante, su cuarto ordenado y sus cosas me causan tanta satisfacción que creo difícil poder volver a vivir sin eso.-

-eso es lo que me preocupa. Tu repentino interés por él... por alguien y tu nula repulsión por el desorden si se trata de él.- ella busca en sus anotaciones.

-Golpeaste a Woohyuk el semestre pasado porque comía revolviendo su comida en su plato y ¿qué hay de Hyungwoo? Lo empujaste al suelo y lo pateaste cuando desordenó sus lápices en el escritorio que compartían. ¿Qué hace especial a Jungkook?-

Recordar todos esos sucesos le hace erizar los vellos de su espalda y apretar sus puños.

La doctora no miente, cuando vio el cuarto de Jungkook iluminado sintió náuseas, pero el cosquilleo en su nuca por estar allí cerca de él y tener la enorme oportunidad de ordenar y tocar sus pertenencias lo cambiaba todo.

Como si el dominara ante eso que detesta y lo hace sentir tan mal.

¿Debía mencionar las fotos en su galería y la ropa de Jungkook que guardaba en su armario?

Tal vez debía mencionar el cómo Jungkook no se opone a sus decisiones, tal vez necesitaba alguien que lo ayudara, tal vez también estaba enamorado de él.

-Creo que él me gusta. Estoy enamorado, es todo.-





Es así como ese folleto con el título "¿qué es la limerencia?" descansa frente a él en la mesa de la cafetería.

-"amor u obsesión"- lee en voz baja el subtitulo centrado correctamente en tonos rojos.

Aunque las pruebas son convincentes no se considera un acosador, mucho menos obsesionado.

Aunque estuviera los últimos veinte minutos sentado a unas mesas de donde está Jungkook perdido en sus dibujos, observándolo y analizando sus movimientos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 16, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Hielo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora