Damián Thorn, el hijo de Satanás. Un estudiante que tan solo verlo, ya todos le tienen miedo con la energía que emana.
Sin amigos, y nadie que le hable porque quiera hacerlo.Y Philip Pirrup (Pip), un chico británico huérfano, bastante elegante y gentil. No se molesta con nadie, siempre amable y comprensivo con todos.
Aun con éstas características tan buenas, ha sido víctima de las burlas por parte de los estudiantes de la Primaria de South Park.Aunque Damián sea literalmente el anticristo y Pip alguien muy tranquilo. Pip fue el único que le habló a Damián en su primer día de escuela.
Le hablaba e intentaba hacerle plática. Damián siendo algo grosero (aunque lo era con todos), Pip no lo hizo de lado e intentaba ser su amigo.Aun con lo amable que era y sus intentos de ser su amigo, Pip dijo unas palabras que hizo que Damián pensará que hacer para ser aceptado por los demás chicos. Esas frases fueron "Pero me llaman Pip porque me odian" y "También se han burlado del gordo, pero ahora lo aceptan porque se burla de mí."
Al rato hizo volar a Pip por los aires en llamas.
Después los dos tomaron caminos diferentes: Pip aceptó que había perdido a un posible amigo, volviendo a ser el chico solitario, y Damián no volvió a la escuela y raramente volvió a visitar South Park.Los años han pasado. Damián poco ha sabido del pueblito en medio de la nada, South Park. Solo ha vivido en el infierno junto a su padre y a las demás almas del infierno.
Un día Damián, estaba en su casa, solo leyendo un libro en su cuarto (tampoco es que se haga mucho en el infierno). Hasta que en un momento tocan a la puerta. Fue hasta la entrada de su casa y preguntó quién era.– Soy el servidor y mensajero de su padre, Príncipe Damián.– Respondía una voz bastante ronca.
– Emm, podría ser más específico ¿Cuál de todos? No quiero abrir la puerta a cualquier extraño– Él claramente sabía quien era, solo quería molestar.
– Por favor, Príncipe Damián, es un asunto urgente.
– Está bien– Damián aceptó y salió para ver qué es lo que quería. –¿Qué es lo que pasa?– Se puso firme y cruzó los brazos.
– Le tengo que dar malas noticias, Príncipe.Damián dejo de estar de manera indiferente y comenzó a prestar más atención.
–Usted sabe que su padre fue a la tierra, a South Park, porque ha sido invocado.
–Sí, eso lo sé, me dijo que volvería pronto ¿Qué fue lo que pasó?
El mensajero trago saliva y con dificultad pronunciaba las siguientes palabras. –Pues tuvo un enfrentamiento con el hombre oso cerdo y... su padre ha fallecido, príncipe Damián.Damián no se creía lo que acaba de escuchar. ¿Su padre? ¿Literalmente Satanás? ¿El ángel caido?
Mientras Damián seguía sin pronunciar palabra alguna, el mensajero volvió a hablar.
–Dios ha perdonado su alma y lo llevó al cielo. Dios me ha dicho que quiere que se encuentre con su padre. Así que debo llevarlo al cielo para que vea a su padre.
Damián acepto sin más y se subió a la espalda del mensajero. Fueron volando hasta llegar al cielo, se pararon en una nube y Damián se bajo de la espalda de ahora su nuevo mensajero.–Hasta aquí puedo llegar, Príncipe. Siga caminando recto, en unos metros se encontrará con las puertas del cielo, lo dejarán entrar, ahí Dios le dirá a donde ir. Yo lo esperaré aquí.
Damián comenzó a caminar y en poco encontró las puertas del cielo, dijo que es el hijo de Satan y las puertas se abrieron. Él entró y Dios se apareció ante él.
– Damián, que justo tenerte, se que debe ser difícil estar aquí en estás circunstancias. Pero al menos puedes venir a visitarlo.
–Sí supongo, puedes llevarme a donde mi padre, quiero hablar con él– Hablaba Damián con algo de incomodidad.
–Claro, ya te llevo con él.Fueron caminando, solo decían cosas triviales de vez en cuando, pero mayormente iban en silencio.
Entraron en una parte que parecía un pequeño pueblo, donde se encontraban personas.
Llegaron a una casa medianamente grande, bastante simpley de color blanco (como todo lo que había en ese pequeño pueblo del cielo).–Aquí es. Debe de estar en la sala esperándote, tómense su tiempo. Estaré cerca de la puertas cuando quieras irte– Dios se fue. Damián tomó aire y entró a la casa, y estaba en lo correcto, su padre estaba sentado en el sillón de la sala esperándolo.
– ¡Hijo mío!– Satanás saltó del sofá para ir a abrazar a su hijo.
Mientras Damián intentaba permanecer fuerte y no llorar.
–Damián, estoy tan feliz de tenerte aquí conmigo–Damián con la voz ciertamente quebrada y con la cabeza baja dijo –Así que te quedarás aquí en el cielo para siempre–
Satanás entendió de inmediato a su hijo, ambos se sentaron en el sofá.
Satanás puso su mano en la espalda de su hijo.–Se que puede ser difícil, hijo. Pero esa criatura era mucho más fuerte que yo y no pude contra él.
–¿Pero tienes que quedarte aquí?
–Dios me ha perdonado, por lo que intenté proteger South Park. Al llegar aquí Dios me dio una casa, me dijo que podría visitarte y estar tiempo en el infierno, pero también puedo estar en el cielo. Aparte en estás horas conocí a algunas personas agradables.
–¿Así que te quedarás?
– Yo más bien pienso en estar un tiempo en el infierno y otro tiempo en el cielo.
– ¿Y qué pasará con el infierno? No puede estar sin control alguno.
–Ya había pensado en eso y mis servidores y mensajeros se encargarán hasta que tengas 16/18 años, también ellos y yo te enseñaremos a como gobernar.
– No se si podré, es una gran carga– Seguía con bastante nervios e intranquilidad.
– Confío en que podrás, aparte todavía tienes mucho tiempo para aprender. Además te visitaré y tú también podrás visitarme, ya que puedes venir al cielo cuando quieras– Decía con bastante alegría.
–Está bien, al menos podré seguir viéndote– Damián se empezó a calmar un poco.
–Genial, en ese caso te mostraré el lugar, es bastante bonito y se parece bastante a South Park.Los dos salieron de de la casa y comenzaron a pasear por una parte del mini pueblito. Vieron unos pequeños restaurantes, cafeterías, plazas. En un momento entraron a una librería.
–Es una librería bastante grande,me dijeron que casi siempre está mucha gente, aparte puedes beber o comer algo mientras lees.– Decía Satanás mientras buscaba un libro.
–Oh genial, no como en el infierno, ya sabes, los libros con suerte están completos. Dijo Damián mientras se apoyaba en una mesa que tenía atrás.
– ¡Ay mi té!– se quejo una voz que venía de atrás.Damián se dio la vuelta, para disculparse con la persona de atrás que no se fijo que estaba ahí sentada. –Ahg mierda, lo sient...– Alzó la cabeza y vio algo familiar en esa persona.
Una vestimenta demasiada elegante para la época, un cabello rubio corto hasta el mentón, junto con una boina café. Pero todavía no lo reconocía bien.Mientras Damián todavía no lo reconocía, la otra persona lo reconoció al instante. –¡Damián! ¿Eres tú?– Dijo la otra persona bastante sorprendida.
Cuando volvió a hablar, Damián ya supo quien era. –¡¿Pip?!–
Los dos chicos ya se reconocieron, aun con el tiempo que había pasado.Los dos, en un mismo lugar, sin saber que hacía el otro justo en ese lugar.
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En Cielo e Infierno [Dip]
FanfictionEl destino un día lo unió de casualidad. Con el poco tiempo que estuvieron juntos crearon una linda amistad. Aunque no se hayan visto en tanto tiempo, sin siquiera cruzarse en el mismo lugar. Un día, nuevamente por el destino, se volveran a cruzar...