La Primavera De La Carne De Cañón

capítulo 49: "¿Tienes sueño otra vez, ZhiYao?

Cuando Qin ZhiYao y Yan Ze regresaron a la cueva, Ming Fei ya había comido y estaba descansando bajo la sombra de un árbol, junto a él había una presa ensangrentada mordida a la que todavía le quedaba mucha carne.

Qin ZhiYao y Yan Ze se acercaron a Ming Fei que abrió los ojos, y dio un gruñido bajo como saludo, Yan Ze también dio un gruñido bajo a Ming Fei y luego se convirtió en su forma humana.

Al ver que Yan Ze caminaba desnudo, Qin ZhiYao inmediatamente se paró frente a él, se aclaró la garganta y le dijo a Ming Fei: "#￥%...×&@&＾"

Ming Fei se quedó atónito y levantó la cabeza para mira a Qin ZhiYao.

Qin ZhiYao habló el lenguaje bestia que acababa de aprender y, al ver que la otra parte no respondía, se puso nervioso, estiró su mano detrás y apretó la cola de Yan Ze con fuerza.

La cola de Yan Ze se congeló por un momento, luego envolvió la muñeca de Qin ZhiYao y le dijo a Ming Fei: "Su nombre es ZhiYao, y sólo te estaba saludando".

"¡Roar!" Ming Fei rugió suavemente a Qin ZhiYao.

"A-Ze, ¿qué dijo?¿Dije algo extraño? Debe haberse reído". Qin ZhiYao estaba muy avergonzado, hubiera sido mejor que no hubiera dicho nada antes.

"No, dijo que entendió, hablaste muy bien", Yan Ze le dijo a Qin ZhiYao en lenguaje bestia.

Qin ZhiYao sólo entendió del comentario de Yan Ze de que había hablado muy bien, y se sintió aliviado porque él también sentía que lo había dicho muy bien.

Ming Fei sabía que esta hembra no podía hablar lenguaje bestia, por eso no reaccionó cuando lo escuchó hablar lenguaje bestia al principio, y lo que dijo no era estándar, por lo que no pudo responder de inmediato.

Ming Fei los saludó y continuó descansando, Qin ZhiYao vio que Ming Fei cerró lo ojos y dejó de bloquear a Yan Ze, colgó un pequeño trozo de carne y cuatro botellas de agua en una rama. Luego buscó un lugar para secar la ropa.

Las plantas crecen densamente aquí, y casi no entra la luz del sol. Qin ZhiYao encontró un lugar ventoso para secar su ropa. Las ramas de los árboles estaban un poco sucias, Qin ZhiYao las lavó con el agua que sacó de su ropa y luego procuró no frotar la ropa contra la rama para que se seque. Qin ZhiYao hace este tipo de cosas todos los días y ya ha adquirido una serie de conocimientos, lo hace con mucha habilidad y rara vez ensucia la ropa. 

Mientras Yan Ze recogía leña cerca, miró los restos de comida en el suelo y tragó saliva. Cuando Qin ZhiYao terminó de secar la ropa, Yan Ze ya había encendido el fuego y la leña se había consumido, Qin ZhiYao no pudo ver cómo Yan Ze había encendido el fuego.

"A-Ze, eres increíble, enséñame más tarde". Qin ZhiYao lo elogió, aún le quedaban diez encendedores, ninguno se había usado, pero aunque los guardara, solo durarían un tiempo, era genial que el Gran Ciego pudiera hacer fuego.

Yan Ze miró a Qin ZhiYao con una sonrisa antes de salir a otro lugar a recoger leña.

El suelo estaba lleno de hojas muertas y había muchas ramas de madera algo podridas enterradas en el interior. Yan Ze recogió leña podrida y cortó algunas ramas de los árboles, que no eran fáciles de quemar, la humedad emergía lentamente por el lado cortado, haciendo que la comida asada fuera especialmente fragante, con un aroma a madera.

Qin ZhiYao no tenía intención de asar la carne, tenía algo de experiencia después de cocinarla varias veces, por lo que era mejor hacer una comida ligera esta vez, y las botellas que tomó fueron para hacer la sopa.

La sopa se estaba cociendo en el fuego y no estaría lista hasta dentro de un tiempo, Qin ZhiYao empezó a sentirse somnoliento mientras esperaba.

Qin ZhiYao miró su reloj, que había dado otra vuelta, calculó que habían pasado más de treinta horas desde que se despertó por la mañana, que era mucho más tarde de su hora de acostarse. El ciego tardó casi cincuenta horas en regresar, excluyendo su viaje y algunos retrasos inesperados, el gran ciego debería haber pasado cuarenta y ocho horas haciendo lo que tenía que hacer, pero si hubiera sido demasiado lejos, el gran ciego lo habría llevado con él. Fue durante ese día y esa noche cuando el Gran Ciego debió cambiar su cuerpo y curar sus ojos.